Canadá retira el arancel digital a EEUU en previsión de un acuerdo comercial integral
Canadá ha decidido dar marcha atrás y ha retirado el arancel con el que iba a gravar los servicios digitales de EEUU un día antes de que entrase en vigor. Lo ha hecho "en previsión" de lograr un acuerdo comercial integral mutuamente beneficioso para ambas partes.

Así lo ha anunciado Ottawa este domingo por la noche, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciase que pondría fin a todas las negociaciones comerciales con Canadá en respuesta a la decisión de imponer un impuesto a los servicios digitales a las empresas tecnológicas estadounidenses, que iba a afectar a gigantes como Amazon, Google o Meta.
En concreto, estaba previsto que este impuesto, que se iba a aplicar de forma retroactiva hasta 2022, entrase en vigor este lunes y se habría aplicado tanto a empresas tecnológicas nacionales como extranjeras, a las que se iba a gravar con un 3%.
Sin embargo, la situación ha dado un giro pese a que las autoridades canadienses dijeron a principios de mes que no se suspendería la aplicación de este impuesto. "El anuncio de hoy respaldará la reanudación de las negociaciones con miras al 21 de julio de 2025, plazo establecido en la Cumbre de Líderes del G7 celebrada este mes en Kananaskis", ha dicho el primer ministro canadiense, Mark Carney, en un comunicado.
Y el ministro de Finanzas e Ingresos Nacionales de Canadá, François-Philippe Champagne, ha añadido que "la derogación del impuesto a los servicios digitales permitirá que las negociaciones de una nueva relación económica y de seguridad con Estados Unidos logren avances cruciales y refuercen nuestra labor de creación de empleo y prosperidad para todos los canadienses".
Aunque el comunicado del Ministerio de Finanzas de Canadá también apunta que Carney "ha sido claro en que Canadá se tomará el tiempo que sea necesario, pero no más, para lograr ese acuerdo", avisando así a Trump de que las negociaciones no se van a alargar sine die.
EEUU no estaba de acuerdo con el impuesto, y mucho menos con su aplicación de forma retroactiva. Así de claro lo había dejado el viernes el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, que dijo que el representante comercial de EEUU, Jamieson Greer, investigaría el impuesto para "determinar el alcance del daño a las empresas estadounidenses y a la economía estadounidense en general".
"No estamos de acuerdo [con el impuesto] y creemos que discrimina a las empresas estadounidenses", apuntó Bessent en declaraciones a CNBC, y recordó que "varios países de la Unión Europea tienen impuestos a los servicios digitales" y que "ninguno los ha aplicado retroactivamente", por lo que los impuestos digitales retroactivos, que ascienden a unos 2.000 millones de dólares, "parecen manifiestamente injustos".