Trump carga contra India ante la buena sintonía entre Modi y Putin en la cumbre de la OCS
La cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que se celebra estos días en Tianjin con la participación de más de 20 mandatarios, está dejando imágenes que incomodan especialmente a Washington. La incorporación de Kim Jong-un este martes y el protagonismo de China, junto con los gestos de acercamiento entre India y Rusia, han encendido las alarmas en la Casa Blanca.
El primer ministro indio, Narendra Modi, apareció sonriente y cercano al presidente ruso, Vladímir Putin, un gesto que desató la ira de Donald Trump. El presidente de Estados Unidos arremetió este lunes de nuevo contra India y calificó la relación comercial bilateral como “¡un desastre totalmente unilateral!”.
En un mensaje en Truth Social, Trump aseguró que India había ofrecido reducir sus aranceles a cero, aunque “demasiado tarde” y que el país “debió hacerlo hace años”, sin precisar cuándo se habría planteado dicha propuesta.
El enfrentamiento llega en un momento marcado por la imposición de aranceles del 50% de Washington a las exportaciones indias, medida que Nueva Delhi tacha de “injusta, injustificada e irrazonable”. Trump insiste en que India sigue comprando petróleo y armas a Rusia mientras vende a Estados Unidos “cantidades masivas de bienes” con barreras arancelarias que, según él, impiden competir a las empresas estadounidenses.
“India nos ha cobrado, hasta ahora, los aranceles más altos de cualquier país, lo que impide a nuestras empresas vender en su mercado. ¡Ha sido un desastre totalmente unilateral!”, escribió el mandatario.
¿SON REALMENTE LAS COMPRAS DE PETRÓLEO RUSO EL PROBLEMA?
Analistas de Jupiter Asset Management sostienen que la tensión comercial va más allá de la relación de India con Rusia. Señalan que Europa continúa importando gas natural licuado ruso y que Estados Unidos sigue adquiriendo uranio y minerales de Moscú, incluso en volúmenes crecientes en 2025. Para ellos, los aranceles responden más a una estrategia negociadora que a sanciones por las importaciones energéticas de India.
El objetivo de Washington estaría en lograr concesiones en sectores clave, especialmente el agrícola. India mantiene unos aranceles medios del 12% —muy superiores al 2,2% de EEUU— y se niega a reducirlos en productos agrícolas y lácteos, un ámbito políticamente sensible dado que casi dos tercios de su población vive en zonas rurales y cerca del 45% del empleo depende del campo.
Las nuevas tasas de EEUU a India, aplicadas en dos tramos del 25%, podrían elevar la exposición arancelaria efectiva de India por encima del 32%.
IMPACTO ECONÓMICO LIMITADO
Pese al ruido político, el efecto económico de los aranceles en India será moderado. Según estimaciones de Credit Lyonnais Securities Asia, podrían restar 60 puntos básicos al crecimiento anual del PIB indio (36 puntos básicos en el ejercicio fiscal de 2026). UBS calcula un impacto algo menor, de entre 30 y 50 puntos básicos. Aun con ello, India mantendría un crecimiento cercano al 6%, muy por encima del de las principales economías.
Las exportaciones indias a EEUU equivalen a apenas el 2,2% del PIB, y sectores clave como el farmacéutico, la electrónica o los productos refinados —que Washington sigue comprando— están exentos de las nuevas tasas. Muchos de los bienes afectados podrán redirigirse a otros mercados sin aranceles o ser absorbidos por la demanda interna.
