Trilogy Metals se dispara más de un 200% ante la entrada del Gobierno de EEUU en su capital
Las acciones de Trilogy Metals se han disparado un 210,77% este martes en Wall Street tras anunciar un acuerdo estratégico con el Gobierno de Estados Unidos, que pasará a convertirse en accionista de la compañía minera canadiense.
Según comunicó la empresa este lunes, el Departamento de Guerra de EEUU (DOW, por sus siglas en inglés) invertirá alrededor de 35,6 millones de dólares en el desarrollo de recursos minerales críticos en Alaska, lo que le dará una participación aproximada del 10% en Trilogy Metals.
El plan contempla una inversión de 17,8 millones de dólares directamente en la compañía, a través de una ampliación de capital de 8,2 millones de unidades a 2,17 dólares cada una, incluyendo acciones ordinarias y warrants a 10 años. Además, otros 17,8 millones de dólares se destinarán a la compra de acciones actualmente en manos de South32, socio de Trilogy en la joint venture Ambler Metals, con opción a adquirir posteriormente más títulos a un precio simbólico.
Los fondos se utilizarán para impulsar los proyectos Upper Kobuk Mineral Projects (UKMP), situados en el noroeste de Alaska, en los que Trilogy y South32 tienen participación al 50%. Se trata de uno de los distritos de cobre más ricos del mundo, con depósitos polimetálicos de cobre, zinc, plomo, oro, plata y cobalto.
La operación supone un hito para Trilogy, según ha indicado la compañía, que le permitirá acelerar el desarrollo del Ambler Access Project, una carretera industrial de 211 millas que facilitará la exploración y explotación minera en la región. El Gobierno de EEUU colaborará con el Estado de Alaska para facilitar su financiación y permisos.
“Esta asociación con el Gobierno de EEUU representa un hito significativo para Trilogy Metals y para asegurar un suministro doméstico de minerales críticos para América”, ha declarado Tony Giardini, presidente y consejero delegado de la compañía.
El acuerdo aún está sujeto a las aprobaciones regulatorias y a la reautorización de la Defense Production Act por parte del Congreso estadounidense.
