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30/06/2025 17:03:07

Tres apuestas biotecnológicas con ganas de revancha y "potencial explosivo"

¿Qué tienen en común un tratamiento revolucionario contra tumores, un medicamento con advertencia negra y una promesa contra la obesidad? Que podrían ser las próximas joyas ocultas de la biotecnología.

Tres apuestas biotecnológicas con ganas de revancha y potencial explosivo

En un sector golpeado por los tipos altos y las incertidumbres regulatorias, algunos valores están listos para dar el salto. Pero como todo en biotecnología, el premio es para quienes sepan convivir con el riesgo.

LA BIOFARMACIA RESUCITA ENTRE INTERESES Y ALGORITMOS

“2024 fue duro para la biotecnología, pero están emergiendo oportunidades selectivas impulsadas por la bajada de tipos y la inteligencia artificial”, asegura Chris Markoch, analista de MarketBeat.

Tras un año en el que ni siquiera las grandes farmacéuticas escaparon al castigo bursátil, los inversores empiezan a mirar de nuevo al sector. Las excepciones, como Novo Nordisk y Eli Lilly, han acaparado protagonismo con sus tratamientos GLP-1 contra la obesidad, pero 2025 podría ser el año en el que las medianas y pequeñas biotech brillen.

La clave está en la conjunción de factores: menores costes de financiación, avances en inteligencia artificial aplicada al desarrollo de fármacos y catalizadores clínicos que, si son positivos, pueden disparar las cotizaciones. Para quienes toleren el vértigo, estas tres compañías merecen vigilancia ya que su potencial podría ser "explosivo".

IOVANCE: UNA APUESTA PENNY CON POTENCIAL EXPLOSIVO

Iovance Biotherapeutics ha logrado algo histórico: la aprobación por parte de la FDA de Amtagvi, la primera terapia de linfocitos infiltrantes de tumor (TIL) para tumores sólidos. El mercado lo recibió con frialdad.

“La acción sigue siendo un penny stock, con una caída del 75,8% en 2025”, explica Markoch. ¿La razón? Las ventas no han cumplido las expectativas y hay temor por la quema de caja. Sin embargo, la compañía cuenta con 422 millones de dólares en efectivo, suficientes, según sus cálculos, para financiarse hasta la segunda mitad de 2026.

El reto es doble: por un lado, convencer de que las TIL no serán superadas por las terapias CAR-T o PD-1; por otro, ofrecer catalizadores clínicos a corto plazo que sostengan el interés inversor. Aun así, el consenso de 12 analistas es optimista: sitúan el precio objetivo en 12,22 dólares, lo que implica un potencial alcista del 588%.

NEUROCRINE: UNA APUESTA ESTABLE CON RIESGO CONTROLADO

Si se prefiere una opción menos volátil, Neurocrine Biosciences presenta un perfil más consolidado. Ya rentable gracias a su fármaco Ingrezza, proyecta unos ingresos de hasta 2.600 millones de dólares este año. Además, acaba de lograr la aprobación de Crenessity para tratar la hiperplasia suprarrenal congénita (CAH), con ventas potenciales que podrían alcanzar los 1.000 millones de dólares en Estados Unidos.

Eso sí, no todo es un camino de rosas. “El gran riesgo es que Ingrezza no cumpla con sus objetivos de ventas y que Crenessity enfrente dificultades de reembolso”, advierte el analista. La advertencia de caja negra en la etiqueta del medicamento (advirtiendo del riesgo de efectos secundarios graves o fatales) también limitará su adopción inicial.

Aun así, la acción se ha revalorizado más de un 9% desde abril, y los analistas le otorgan un precio objetivo medio de 162 dólares, lo que implica un potencial de subida del 27%.

VIKING THERAPEUTICS: LA CENICIENTA DE LOS GLP-1

Pocas áreas han generado tanto entusiasmo como los tratamientos contra la obesidad. Viking Therapeutics está en la carrera con su candidato VK2735, un análogo GLP-1 que se encuentra en fase 2 de ensayos. También está desarrollando una versión oral, lo que aumenta su atractivo estratégico.

Pero el mercado no está siendo amable: la acción cae un 33% este año, acosada por los bajistas. “Más del 25% del capital flotante está en posiciones cortas”, apunta Markoch. Además, Eli Lilly va por delante en la carrera con su propia versión oral del GLP-1.

Aun así, Viking promete: “si se confirma que su fármaco ofrece hasta 78 semanas de pérdida de peso sostenida, podría igualar o superar a Wegovy y Zepbound”. Sería un golpe sobre la mesa en un mercado multimillonario. Eso sí, aún no hay datos definitivos que respalden esa durabilidad.

RIESGO, PACIENCIA Y OLFACTO: LA FÓRMULA DEL INVERSOR BIOTECH

Invertir en biotecnología nunca es un camino recto. Las noticias regulatorias, los ensayos clínicos y las decisiones de reembolso pueden hacer volar o hundir una acción en cuestión de horas. Por eso, como señala el propio Markoch, “la biotecnología es siempre un estudio de riesgo y recompensa”.

Para quienes sepan esperar, el 2025 podría ofrecer oportunidades únicas. Iovance puede ser un disparo de alto riesgo con recompensa potencial enorme. Neurocrine ofrece crecimiento sostenido con colchón de ingresos. Y Viking es la promesa que podría convertirse en estrella si los ensayos le son favorables.

Conclusión:

El sector biotech parece despertar de su letargo, aunque sigue hablando en clave de volatilidad. En este tablero de ajedrez farmacéutico, el premio es para quienes se anticipan, no para quienes reaccionan. A veces, basta con saber esperar en el lugar correcto. Y estas tres compañías podrían serlo.


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