El sector manufacturero de EEUU vuelve a caer en noviembre y mantiene su contracción

"En noviembre, la actividad manufacturera en EEUU se contrajo a un ritmo más acelerado, con retrocesos en las entregas de proveedores, nuevos pedidos y empleo que provocaron una disminución de 0,5 puntos porcentuales del PMI manufacturero", ha señalado Susan Spence, presidenta del ISM.

"Continuando con una tendencia reciente, la mejora del mes anterior en un índice era evidente en otro indicador. Tras un aumento de nuevos pedidos en agosto, la producción mejoró en septiembre. Una mejora en el índice de retraso de pedidos en octubre se trasladó al índice de producción, que se expandió en noviembre (a medida que los retrasos se retiraron). Sin embargo, los índices de nuevos pedidos y empleo cayeron ambos 2 puntos, lo que subraya la incertidumbre económica persistente", ha agregado.

En este sentido, el índice de nuevos pedidos se ha contraído por tercer mes consecutivo en noviembre, hasta situarse en 47,4 puntos, por debajo de los 49,4 de octubre. La lectura de noviembre del índice de producción, en cambio, ha mejorado hasta 51,4 desde las 48,2 unidades previas.

En el caso del índice de precios se ha mantenido en territorio de expansión (o aumento), registrando 58,5 puntos frente a la lectura de 58 reportada en octubre. El índice de retraso de pedidos se ha ubicado en 44 puntos, menos que los 47,9 del mes anterior. Y el índice de empleo también ha retrocedido hasta 44 desde los 46 de octubre.

PMI DE S&P GLOBAL

Del mismo modo se ha publicado el índice PMI que elabora para el sector S&P Global y que ha mostrado un ligero descenso hasta 52,2 puntos en noviembre desde los 52,5 del mes anterior. No obstante, se mantiene por encima del nivel crítico de 50,0 durante cuatro meses consecutivos.

Y es que el desempeño actual del sector se ha visto limitado por una "considerable desaceleración" del crecimiento de la demanda, en parte debido a las débiles ventas, lo que a su vez ha contribuido a un aumento sin precedentes en el stock de productos terminados por segundo mes consecutivo.

Mientras tanto, las presiones inflacionarias han seguido siendo "históricamente elevadas. Los panelistas volvieron a mencionar con frecuencia los aranceles como el factor que ha impulsado el aumento de los costes de los insumos, aunque el grado de transmisión a los fabricantes fue menor que en noviembre, con una inflación de los precios de venta entre las más bajas del año hasta la fecha, en un contexto de intensa competencia y escasa demanda".

"El crecimiento en noviembre se vio respaldado por el mayor aumento de la producción desde agosto. Esto reflejó en parte un aumento en los nuevos pedidos, con éxito en la contratación de clientes tanto nuevos como existentes. Sin embargo, el crecimiento general de la demanda fue modesto, y mucho más lento que el observado en octubre, en medio de la persistente incertidumbre del mercado", han explicado desde la agencia.

De hecho, remarcan que esta situación se ha dado especialmente en los mercados internacionales, donde los aranceles han provocado una quinta caída mensual consecutiva en las nuevas exportaciones. "En medio de una caída en las ventas a países vecinos y economías asiáticas clave, la caída general de los nuevos pedidos de exportación fue la más pronunciada desde julio".

En algunos casos, las empresas han observado que los volúmenes de ventas han sido menores de lo esperado, y con el sólido aumento de la producción, "el impacto neto fue un aumento imprevisto en los inventarios de productos terminados".

Con todo, y a pesar de unas ventas menores a las esperadas en noviembre, la confianza en las perspectivas se ha disparado desde octubre hasta alcanzar su nivel más alto desde junio.

"La salud del sector manufacturero estadounidense se vuelve más preocupante cuanto más se analiza en profundidad", ha dicho Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence. "El principal impulso provino de un fuerte aumento de la producción fabril, pero el crecimiento de la entrada de nuevos pedidos se desaceleró drásticamente, lo que indica un marcado debilitamiento del crecimiento de la demanda".

"En resumen, los fabricantes están produciendo más productos, pero a menudo no encuentran compradores. Esta combinación de un sólido y sostenido crecimiento de la producción, junto con unas ventas inferiores a las esperadas, provocó un preocupante aumento de los inventarios sin vender. Durante dos meses consecutivos, los almacenes se han llenado de existencias sin vender a un nivel nunca visto desde que se disponía de datos comparables en 2007. Esta acumulación imprevista de existencias suele ser un precursor de una reducción de la producción en los meses siguientes", ha concluido.