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23/06/2025 08:35:48

¿Cuál será la respuesta de Irán? Evitará enfrentarse con Washington y optará por una represalia simbólica

Después del bombardeo de EEUU a Irán del fin de semana, todo el mundo está pendiente de la respuesta de Teherán. Stephen Innes, gestor de SPI Assent Management, cree que Irán "evitará el enfrentamiento directo con Washington y desatará el infierno con Israel". ¿La lógica? "No provocar al superpoder: hacer sangrar a su proxy".

¿Cuál será la respuesta de Irán? Evitará enfrentarse con Washington y optará por una represalia simbólica

Según Innes, los años de desafío iraní han llegado a un punto de ruptura: “La República Islámica, experta en maniobrar al borde del abismo, ahora se encuentra empujada al vacío, no por un error de cálculo, sino por una provocación deliberada”.

El ataque, autorizado por Donald Trump, destruyó objetivos clave en Fordow, Natanz e Isfahán. “Esto no fue un simple aviso; fue un mensaje lanzado desde 12.000 metros de altura por un bombardero furtivo. Ahora el líder supremo Ali Jamenei debe decidir: ¿escalada, contención o diplomacia forzada?”, resume Innes.

EL DILEMA DE TEHERÁN

Dentro del régimen, el debate no es si responder, sino cómo escalar sin arrastrar a Irán a una guerra total que no puede ganar

Dentro del régimen iraní no se debate si responder, sino cómo hacerlo sin arrastrar al país a una guerra que no puede ganar. Opciones como el cierre del Estrecho de Ormuz están sobre la mesa, pero conllevan grandes riesgos. Irán podría recurrir a su “arsenal asimétrico”: intensificar la acción de milicias chiíes en Irak, ataques de drones hutíes en el mar Rojo o misiles desde el Líbano, si es que Hezbolá aún conserva capacidad tras la ofensiva israelí de 2024.

"El problema esta vez es la imagen: EEUU acaba de dar su primer golpe directo al territorio iraní. La República Islámica nunca se había visto tan vulnerable. El silencio o la represalia simbólica podrían no ser suficientes para calmar a los halcones internos".

Mientras tanto, las salidas diplomáticas todavía existen técnicamente, pero se están estrechando. El impulso de Trump por una rendición incondicional hizo estallar dos rondas de conversaciones: primero en las negociaciones secretas EEUU-Irán y luego en una sesión con los principales países de la UE hace apenas unos días. El ministro de Exteriores iraní fue claro: “Esta semana mantuvimos conversaciones con Reino Unido, Francia y Alemania cuando EEUU decidió hacer volar por los aires esa diplomacia”. El mensaje: no tiene sentido hablar si las bombas siguen cayendo.

Otro factor clave es Israel. Benjamin Netanyahu ha logrado arrastrar a EEUU a un enfrentamiento abierto con Irán, rompiendo lo que quedaba del equilibrio regional. La gran incógnita: ¿podrá Trump controlar a su aliado si es necesario, o le ha entregado el poder de prender fuego a Oriente Medio?

UN RÉGIMEN IRANÍ DEBILITADO ES ALGO POSITIVO

Holger Schmieding, economista jefe de la firma alemana Berenberg, busca la lectura positiva de esta situación. Afirma que, aunque a corto plazo el ataque “puntual” de EEUU contra tres instalaciones nucleares iraníes eleva los riesgos geopolíticos en la región a un nuevo nivel, a largo un régimen iraní gravemente debilitado podría convertirse en un factor significativamente positivo para la región.

Se refiere también al Estrecho de Ormuz, y reconoce que este es el mayor riesgo: "Irán podría intentar causar un daño importante a la economía mundial cerrando el estrecho de Ormuz, el conducto crucial para aproximadamente el 20% de los envíos globales de petróleo y gas. Este es el principal riesgo económico a vigilar. Con su extensa costa, Irán probablemente tiene varias formas de perturbar el transporte marítimo".

Sin embargo, dice Schmieding que intentar estrangular las exportaciones de energía de la región del Golfo sería una estrategia de alto riesgo para Teherán. "Es probable que molestara a China y a muchos otros países que normalmente no se alinean con EEUU. Más importante aún, EEUU y Arabia Saudí podrían suprimir conjuntamente tal intento por la fuerza. Con sus defensas debilitadas, es posible que Irán no pueda resistir esa presión por mucho tiempo".

Un conflicto tan costoso también podría socavar aún más la estabilidad interna del régimen iraní. La opción menos mala para Irán podría ser limitarse a un intento de represalia simbólica que no provoque una gran respuesta estadounidense. En el pasado, Irán a veces ha reaccionado de esta manera ante reveses sufridos en el extranjero. "Por supuesto, si prevalecerán las mentes más frías en Teherán es algo que nadie puede asegurar", dice el estratega.

EN ÁNGULO RUSO

Irán ha apoyado masivamente la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania con armas y tecnología. En su viaje a Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, podría ahora pedir a Rusia que le devuelva el favor.

"Sin embargo, es probable que Putin tenga poco que ofrecer más allá de algunas palabras. Necesita sus armas para su agresión continuada contra Ucrania", dice el economista jefe de Berenberg. "Quizá aún más importante, el dictador ruso ha intentado hábilmente cultivar una relación con Trump. Por ahora, Trump no muestra inclinación alguna a respaldar las duras nuevas sanciones contra Rusia que una mayoría bipartidista en el Senado de EEUU ha propuesto".

En conclusión, el ataque directo de EEUU a las instalaciones nucleares iraníes puede agravar los riesgos geopolíticos inmediatos de un conflicto más amplio en Oriente Medio. Los precios del petróleo podrían mantenerse elevados en medio de la gran incertidumbre sobre cómo evolucionará el conflicto y si las exportaciones de petróleo y gas de la región del Golfo aún podrían verse afectadas de forma significativa. Con todo, Holger Schmieding dice que parece poco probable una interrupción prolongada de dichos flujos energéticos. "Seguimos basando nuestras previsiones económicas y financieras en el supuesto de que los precios de la energía volverán a niveles cercanos a los previos al conflicto para el otoño, y posiblemente antes".


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