El petróleo cierra su año más bajista desde 2020 pendiente de la geopolítica
El petróleo llega a este fin de año deseoso de hacer borrón y cuenta nueva, ya que acumula descensos medios del 18%, en lo que supone su peor registro desde 2020, el año de la pandemia de Covid-19. El barril de Brent, de referencia en Europa, ha cedido un 17,82% en los últimos 12 meses, mientras que el WTI se ha dejado un 18,34%.
El año ha estado marcado por el aumento de suministro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, y por las tensiones geopolíticas vividas en Ucrania y Oriente Medio principalmente.
De cara al 2026, los expertos creen que el crudo volverá a moverse en función de la evolución de estas guerras, para las que se avecina un futuro incierto, ya que las negociaciones de paz se han mostrado menos efectivas de lo esperado inicialmente.
Samer Hasn, analista senior de mercado de XS.com, asegura que "a pesar de una reciente reunión entre líderes estadounidenses y ucranianos que indica un mayor acercamiento diplomático, las acusaciones sobre ataques a propiedades de líderes rusos han añadido incertidumbre adicional sobre la posibilidad de una escalada significativa".
"Esto añadió un nuevo matiz a la postura actual de escalada en múltiples frentes de esta guerra. El conflicto ruso-ucraniano se ha transformado cada vez más en una guerra cuyo principal objetivo estratégico son los recursos económicos. Los ataques contra flotas fantasma rusas se están intensificando, junto con los repetidos ataques a instalaciones petroleras rusas vitales", agrega.
Para el futuro, apunta que "la persistencia de esta escalada podría provocar importantes e inesperadas perturbaciones del suministro, que podrían no ser previstas por los responsables de la toma de decisiones en Rusia, Ucrania o Estados Unidos, ya que este último podría beneficiarse de la reducción de la producción rusa".
Mientras, en Oriente Medio, los líderes iraníes declararon un estado de "guerra total" contra Estados Unidos, Europa e Israel, mientras que este último intensificó aún más su retórica.
Estos factores "refuerzan la preocupación por la inestabilidad generalizada en Oriente Medio, que suele mantener una prima de riesgo sobre el petróleo crudo debido a la posibilidad de interrupciones del suministro a corto plazo".
Este experto también pone el foco en la "preocupación por un posible exceso de oferta", ya que la producción mundial de petróleo aumentó en 2025, y la Agencia Internacional de la Energía proyecta que la oferta superará la demanda en 3,85 millones de barriles diarios en 2026, una dinámica que "probablemente limitará los precios a menos que se produzcan interrupciones significativas".
