El oro bate récord y supera los 4.000 dólares: ¿seguirá subiendo o habrá corrección?

Antes de todo, ¿qué significa que el oro haya superado los 4.000 dólares? Es un "hito asombroso en escala y simbolismo", comenta Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management, sobre todo teniendo en cuenta que "hace tan solo dos años, el oro en lingotes cotizaba por debajo de los 2.000 dólares".

"Ahora se ha duplicado, superando a la renta variable, el sector inmobiliario y a las mismas estrellas tecnológicas que se suponía definirían el futuro", destaca este experto, que además apunta que lo que está impulsando al metal precioso es pura aritmética.

Según explica, "la montaña de deuda global ha superado los 330 billones de dólares, y los responsables políticos están haciendo lo que siempre han hecho ante cifras impagables: inflarlas", hasta el punto de que nos encontramos con una cifra de déficits "tan inmensa" que parece que no podamos escapar de ella. Y "en ese agujero negro de credibilidad, el oro brilla precisamente porque no rinde, no promete y no incurre en impagos".

Además, destaca Innes, el repunte "también se ha visto impulsado por una tormenta perfecta de liquidez y miedo". Y es que el renovado ciclo de recortes de la Reserva Federal "ha vuelto a abrir el grifo" del apetito por el metal precioso. Sin olvidar, recuerda, que además los propios bancos centrales "se encuentran entre los mayores compradores" de oro, "intercambiando discretamente pagarés por lingotes", de forma que "su acumulación ya no es una cobertura, es un voto estructural de desconfianza en el mismo sistema que administran".

De hecho, tanto los bancos centrales como los inversores minoristas están comprando oro a un ritmo acelerado este año, lo que ha llevado al metal precioso a subir alrededor de un 50% en lo que va de 2025. China y otros países también están diversificando sus inversiones, dejando de lado los bonos del Tesoro estadounidense y optando por el oro tras la imposición de duras sanciones por parte de Washington a Rusia por su invasión de Ucrania en 2022. ¿Y los inversores minoristas? Buscan protección contra la inflación.

"El oro ha alcanzado la tan esperada marca de 4.000 dólares por onza, un nivel con un significado psicológico y simbólico. Este momento representa un repunte potente y sostenido que comenzó con una ruptura de una larga fase de consolidación a principios de septiembre, convirtiéndose en un capítulo crucial para el mercado y el metal precioso", afirma Ahmad Assiri, estratega de investigación de Pepperstone.

Este experto señala también que "la acción del precio ha demostrado repetidamente que apostar contra esta tendencia es costoso", y es que "cada vez que los precios retroceden, los compradores resurgen rápidamente, lo que refuerza la opinión de que el oro sigue disfrutando de un fuerte apoyo de una amplia gama de inversores".

Entonces, ¿tiene el oro aún recorrido al alza? Assiri dice que ahora mismo vender oro "se ha convertido en una empresa de alto riesgo por una simple razón: la convicción". "Tanto las instituciones como los bancos centrales y los inversores minoristas consideran ahora las caídas como una oportunidad de compra en lugar de una señal de agotamiento" del oro.

"El oro ha evolucionado de una cobertura tradicional en tiempos de incertidumbre a lo que podría describirse como una operación basada en la convicción, un activo cuyo valor trasciende el precio, lo que refleja las profundas dudas sobre la credibilidad de las políticas y el errático curso de la toma de decisiones fiscales", añade el estratega de Pepperstone.

Assiri, de hecho, apuesta por más subidas en el metal precioso, y es que el oro cuenta con "una base amplia y resiliente de compradores que añade profundidad y durabilidad a la tendencia alcista actual". Tras el hito de los 4.000 dólares, dice, "se espera cierta toma de ganancias y posicionamiento táctico a medida que los operadores evalúan la sostenibilidad del impulso actual". Pero, en cualquier caso, "un retroceso limitado a corto plazo podría ser un paso positivo, permitiendo que el mercado se consolide antes de cualquier nuevo avance".

Y recuerda que "la historia sugiere que los activos que rechazan repetidamente los retrocesos tienden a estar respaldados por una demanda profunda y duradera", por lo que ahora mismo "apostar contra el oro contradice tanto la lógica macroeconómica predominante como la tendencia técnica dominante". "El entorno general sigue siendo favorable, respaldado por una política acomodaticia y una demanda institucional sostenida en todas las regiones", asevera.

"La pregunta crucial no es si el oro podrá mantenerse por encima de los 4.000 dólares, sino si este nivel se convertirá en la nueva base para la siguiente fase de su ciclo alcista", concluye.

Por su parte, los analistas de ING apuntan que "de cara al futuro, los bancos centrales siguen comprando", y el Banco Popular de China extendió su racha de compras de oro en septiembre por undécimo mes consecutivo a pesar de los precios récord. Además, añaden, "la guerra comercial de Trump sigue presionando, los riesgos geopolíticos siguen siendo elevados y las tenencias de ETF continúan expandiéndose mientras se intensifican las expectativas de nuevos recortes de tipos de la Fed". "Todo esto sugiere que el oro aún tiene margen de crecimiento", indican.

Sin embargo, en Bank of America (BofA) no tienen tan claro que los inversores deban esperar más subidas. Este lunes, antes de que el metal precioso alcanzase siquiera la cota de los 4.000 dólares, los estrategas del banco instaron a operar con cautela en el mercado del oro. En concreto, BofA advirtió a sus clientes en una nota de que el oro se enfrenta a un "agotamiento de la tendencia alcista", lo que podría provocar una "consolidación o corrección" en el cuarto trimestre.