"Narrativa sólida y crecimiento sostenido": la acción alemana que enamora a Jefferies
¿Puede una conferencia cambiar la percepción de un gigante tecnológico? En el caso de SAP, la respuesta parece ser sí. Con la inteligencia artificial como estandarte y una hoja de ruta de crecimiento más larga de lo previsto, la firma alemana ha dejado claro en su evento Sapphire que está escribiendo un nuevo capítulo en su historia.
Uno en el que el valor no está solo en el software, sino en los datos… y en cómo hacerlos hablar.
LA NUEVA ERA DE SAP: CUANDO EL DATO SE VUELVE INTELIGENTE
Durante la conferencia Sapphire, SAP desplegó su artillería de avances en inteligencia artificial, con una estrategia que no solo refuerza su valor a largo plazo, sino que también abre nuevas puertas en la forma de monetizar la información empresarial.
El centro del escenario lo ocupó Joule, su asistente basado en inteligencia artificial (IA), que ahora se extiende incluso fuera del ecosistema SAP y se apoya en modelos de datos armonizados gracias a su alianza con Databricks.
“SAP está demostrando que no solo posee los datos más valiosos del mundo empresarial, sino que también empieza a exprimir su verdadero potencial”, afirma Charles Brennan, analista de Jefferies y autor principal del informe, quien alaba, además, "su narrativa sólida y su crecimiento sostenido".
La ambición no es modesta: pasar de 100 casos de uso en 2024 a 400 en 2025, con más de 40 agentes de IA capaces de generar valor en procesos de extremo a extremo.
RECOMENDACIÓN DE "COMPRAR" Y POTENCIAL DEL 13%
Detrás del entusiasmo tecnológico, hay una historia financiera "aún más potente". Jefferies mantiene su recomendación de “comprar” acciones de SAP, con un precio objetivo de 300 euros, lo que representa un potencial de revalorización del 13% respecto a los niveles actuales.
“La mayor parte del crecimiento en la nube proviene de nuevos clientes, no de simples migraciones desde ECC. Eso es clave para entender la duración del impulso”, señala Brennan. Esto desmonta uno de los temores del mercado: que el auge actual fuera solo fruto de efectos pasajeros ligados a la transición tecnológica.
La percepción de los socios consultados (IBM, Capgemini, Deloitte) también es optimista: ven interés creciente por parte de los clientes en las soluciones de IA, pese a reconocer cierta cautela vinculada a los aranceles globales y al ciclo macroeconómico.
EL TALÓN DE AQUILES: UN FLUJO DE CAJA MENOS GENEROSO… DE MOMENTO
El informe apunta a una pequeña nube en el horizonte: las previsiones de flujo de caja libre (FCF) para 2026 y 2027 están “probablemente sobrestimadas en un 3-4%”. El director financiero del grupo ha propuesto un nuevo marco de valoración basado en el beneficio operativo después de impuestos ajustado por compensaciones en acciones, lo que sugiere una corrección moderada en los modelos de consenso.
“El mercado está siendo demasiado exigente a corto plazo con el flujo de caja, pero los inversores con visión a largo sabrán valorar la calidad del EBIT que está por venir”, aseguran desde la firma.
El mensaje entre líneas es claro: no se trata de una pérdida de rumbo, sino de un ajuste contable coherente con la evolución del negocio. Una pausa en la curva, no un giro de tendencia.
UN GIGANTE QUE SE REINVENTA SIN ESTRIDENCIAS
SAP, fundada en 1972 por ingenieros de IBM, ha pasado de ser una solución de nóminas a convertirse en la cuarta mayor empresa de software del mundo. En esta última etapa, está ejecutando una transición estratégica desde modelos on-premise hacia el universo cloud, con HANA como núcleo y una visión centrada en la integración total de datos y procesos.
Lo interesante es que, pese a su tamaño y madurez, SAP está consiguiendo proyectarse como un actor innovador en el competitivo tablero de la IA empresarial. Ya no se trata solo de gestionar recursos, sino de anticipar decisiones, interpretar contextos y ofrecer valor predictivo.
“El verdadero poder de SAP está en el contexto semántico que rodea a sus datos: eso le da una ventaja única frente a otras plataformas”, sentencia Brennan, dejando entrever que el capital simbólico de SAP podría estar tan infravalorado como sus métricas tradicionales.
CONCLUSIÓN: UNA APUESTA CON FUTURO, NO UN JUEGO DE TRIMESTRES
SAP no está vendiendo humo; está vendiendo tiempo. Tiempo para consolidar una arquitectura de IA escalable, tiempo para fidelizar a nuevos clientes en la nube, y tiempo para que el mercado entienda que el valor no siempre se mide en flujo de caja inmediato.
Con una recomendación clara de "compra", una estrategia de crecimiento “más alta y más duradera” que la prevista, y una narrativa que fusiona tecnología y sostenibilidad financiera, SAP parece estar jugando una partida larga... y sabe que va ganando.
En tiempos de volatilidad, pocos activos ofrecen un relato tan sólido y una ejecución tan meticulosa. SAP es uno de ellos.
