La confianza del consumidor alemán sigue débil y crece fuerte la disposición al ahorro
La confianza del consumidor alemán sigue siendo débil y, de cara a julio, el índice de GfK pronostica una ligera disminución hasta los -20,3 puntos, en comparación con los -20 puntos del mes anterior. La creciente disposición al ahorro frena la recuperación del clima de consumo.

"La confianza del consumidor en Alemania no muestra una tendencia clara. Las expectativas económicas y de ingresos están mejorando. En cambio, la disposición a comprar se mantiene prácticamente sin cambios y la disposición a ahorrar está aumentando", señalan las conclusiones del informe GfK Consumer Climate.
Tras tres subidas consecutivas, el clima de consumo ha sufrido un ligero retroceso. Como explica experto en consumo del Instituto de Núremberg para Decisiones de Mercado (NIM), Rolf Bürkl, "esto se debe principalmente a la mayor disposición a ahorrar, que actualmente contrarresta el impulso positivo generado por la mejora de las perspectivas de ingresos".
"Una alta disposición a ahorrar entre los consumidores también refleja su continua incertidumbre y, por lo tanto, su falta de seguridad en la planificación. Esto último es especialmente importante para los consumidores cuando se trata de compras o gastos importantes. Por ello, la disposición a comprar también sufre ligeras pérdidas este mes", añade.
En detalle, la creciente disposición a ahorrar impide que el clima de consumo continúe su recuperación. El indicador de ahorro sube 3,9 puntos en junio, hasta los 13,9 puntos, con lo que se sitúa en su nivel más alto en más de un año.
Mientras, las perspectivas de ingresos de los consumidores alemanes se mantienen claramente encaminadas a la recuperación en junio, pues el indicador aumenta por cuarta vez consecutiva, subiendo 2,4 puntos hasta los 12,8 puntos.
Por su parte, y en contraste con la mejora de las perspectivas de ingresos, la disposición a comprar se mantiene bastante moderada en junio, ya que el indicador aumenta muy modestamente, 0,2 puntos, situándose actualmente en -6,2 puntos.
"Esto significa que la disposición a comprar no se ha beneficiado del significativo aumento de las expectativas de ingresos por segundo mes consecutivo. La incertidumbre generada por las persistentes políticas impredecibles del Gobierno estadounidense, en particular en materia aduanera y comercial, está llevando a los consumidores alemanes a mantenerse cautelosos y a adoptar una actitud expectante", indican.
BUENAS PERSPECTIVAS DE RECUPERACIÓN
En cuanto a las expectativas sobre la recuperación de la economía alemana en los próximos meses, son cada vez mayores y, de hecho, suben a su nivel más alto desde febrero de 2022. En concreto, el indicador económico ascendió a 20,1 puntos tras un significativo aumento de siete puntos, siendo el valor más alto desde el estallido de la guerra en Ucrania.
"Muchos consumidores aparentemente dan por sentado que la economía se recuperará a lo largo de 2025. Este optimismo se ve respaldado por las previsiones económicas publicadas recientemente por los principales institutos de investigación económica alemanes", apuntan.
Según estas previsiones, es posible un ligero aumento del Producto Interior Bruto (PIB) de alrededor del 0,3% este año. "Este creciente optimismo se basa principalmente en los paquetes de estímulo económico para defensa e infraestructura aprobados, cuya entrada en vigor está prevista para el segundo semestre de 2025", dicen.
LOS PLANES DEL NUEVO GOBIERNO NO LLEGAN A CONVENCER
Los analistas de ING consideran que "los consumidores se mantienen escépticos" pese a que la confianza empresarial alemana ha aumentado mes a mes desde principios de año "gracias al creciente optimismo de que el nuevo Gobierno reimpulsará el crecimiento".
"Si bien los consumidores comparten el creciente optimismo empresarial, el temor a la inflación y una mayor propensión al ahorro lastran la confianza", afirman. Por ello, creen que el reciente optimismo empresarial, impulsado por los planes de inversión del nuevo Gobierno, "aún no ha convencido a los consumidores".
"La reticencia de los consumidores alemanes a gastar no se debe, en realidad, a una excesiva cautela ni a alarmismo, sino a un comportamiento muy racional. Hasta ahora, los planes de estímulo fiscal del Gobierno se han dirigido casi exclusivamente a las empresas, no a los hogares. Será necesaria una nueva recuperación del mercado laboral y una mejora significativa del poder adquisitivo para que el consumo privado pueda recuperarse sustancialmente", aseguran.