"Fascinante calma" en las bolsas mientras todos son optimistas sobre la respuesta de Irán
¿Qué hace falta para que las bolsas dejen de subir? Por lo visto, que Estados Unidos ataque Irán y se abran las puertas a un conflicto internacional en el que potencialmente podrían estar implicadas superpotencias mundiales, no es suficiente. Los índices cotizan este lunes tranquilos tras lo ocurrido el fin de semana. Los inversores y los estrategas de mercado se han convertido en expertos en relativizar, y en esta ocasión lo vuelven a hacer.

¿Por qué no están cayendo las bolsas o disparándose el petróleo? Básicamente, porque los estragas coinciden en varias ideas clave. En primer lugar, en que Irán no va a atreverse a contestar a Estados Unidos más que de forma simbólica. Esto, y el hecho de que el ataque de Estados Unidos haya debilitado a Teherán, se valora de forma favorable.
Así pues, en lugar de cotizar a la baja los riesgos, se minimizan, mientras que se maximizan los efectos positivos de lo sucedido.
Otra idea en la que también coindicen los analistas, y otro riesgo que se minimiza, es la posibilidad de que el estrecho de Ormuz se cierre. Según los estrategas, esto también penalizaría a la propia Irán y a China, con lo cual Teherán no dificultará el tránsito de petroleros.
Ante todo esto, asistimos este lunes a una "fascinante calma" en los mercados, como bien dice la experta Ipek Ozkardeskaya, de Swissquote Bank.
Ahora bien, avisa también de que, si la situación se agrava e Irán responde de forma que interrumpa los flujos globales de petróleo y gas, el precio del crudo estadounidense podría dispararse por encima de 100 dólares el barril. Goldman Sachs coincide en esta hipótesis y en la previsión de los 100 dólares, pero en su caso para el crudo Brent.
"Conviene recordar que se necesitarían unos días o semanas para interrumpir de forma significativa los flujos globales de petróleo, y un Irán debilitado, si se queda sin otras opciones, podría aun así optar por ese camino".
"TENSIÓN, PERO NO TRAUMA"
Richard Hunter, responsable de mercados de interactive investor, habla de "tensión, pero no trauma" por los últimos acontecimientos en Oriente Medio, y de la resistencia de la renta variable.
ING, por su parte, dice que las consecuencias a largo plazo del ataque de Estados Unidos a Irán no están claras de momento, y destaca que en las últimas 24 horas la reacción militar de Irán ha sido limitada, lo que alimenta la narrativa de que no tiene o no quiere usar medios militares para responder.
"Además, el ataque estadounidense no debería (al menos por ahora) verse como un paso hacia una intervención terrestre por parte del presidente Trump. Más bien, parece que los bombardeos fueron una misión de una sola vez por parte de EEUU, quizás comparable al asesinato del general iraní Qasem Soleimani por Trump en 2020", dicen desde el banco
Recuerdan que no debemos olvidar que el derecho a declarar la guerra corresponde al Congreso y no al Despacho Oval.
"Al mismo tiempo, es poco probable en esta etapa que Trump quiera declarar la guerra, especialmente porque fue elegido en parte con el mandato de reducir la implicación de EEUU en guerras globales. Otra cuestión es si este enfoque es sostenible y realista".
ING incide en la idea de que los mercados financieros están esperando la respuesta de Irán y plantea cuatro opciones principales: una escalada total que podría implicar a otras naciones como China o Rusia; la interrupción del estrecho de Ormuz; el apoyo activo o pasivo a atentados terroristas en EEUU y Europa; o, alternativamente, no tomar ninguna medida.
"Nos abstendremos de especular sobre los próximos pasos y concluiremos que las consecuencias económicas más probables de los ataques de EEUU se reflejarán en una mayor incertidumbre general y en el precio del petróleo", concluye.