El Riksbank baja tipos en 25 puntos básicos, hasta el 2%, y apunta a otro recorte
El Consejo Ejecutivo del Riksbank (banco central de Suecia) ha decidido este miércoles reducir la tasa de política monetaria en 0,25 puntos porcentuales, situándola en el 2%. El organismo ha aludido, para justificar esta decisión, a una recuperación económica que comenzó el año pasado y que ha perdido impulso, y a una inflación que se espera sea algo menor que en la previsión anterior. "La previsión sobre la tasa sugiere cierta probabilidad de otro recorte este año. La reducción de los tipos de interés ayudará a estabilizar la inflación en torno al objetivo y contribuirá a reforzar la actividad económica".
La medida llega en un contexto de elevada incertidumbre internacional, marcado por tensiones geopolíticas y anuncios arancelarios que, según el Riksbank, están lastrando el crecimiento global en el corto plazo. Aunque los mercados financieros han mostrado menos volatilidad en las últimas semanas y se espera que algunos aranceles sean menos severos de lo previsto inicialmente, el banco central sueco advierte de que el conflicto creciente en Oriente Medio podría agravar los riesgos económicos externos.
A nivel interno, el Riksbank subraya que existen condiciones favorables para una recuperación más sólida en Suecia -como el aumento de los salarios reales-, pero reconoce que el crecimiento está siendo más débil de lo esperado y que el desempleo continúa en niveles elevados. “La elevada incertidumbre también está frenando la recuperación en el corto plazo”, ha señalado el organismo en su comunicado.
En cuanto a la evolución de los precios, la inflación ha descendido desde los repuntes de principios de año y ha evolucionado recientemente en línea con las proyecciones de marzo. El debilitamiento de la demanda sugiere que la inflación será algo más baja que la anticipada en el informe anterior, lo que justifica, según el banco central, un nuevo impulso monetario.
Por último, el banco central advierte que el futuro de la política monetaria dependerá de la nueva información que se conozca en los próximos meses y de su impacto en las previsiones macroeconómicas. “Persisten riesgos importantes vinculados al comercio internacional y a las tensiones geopolíticas, lo que genera dudas sobre la rapidez con la que podrá recuperarse la economía sueca”, concluye el comunicado.
ACTUALIZACIÓN DE PREVISIONES
Según las previsiones del Riksbank publicadas este miércoles, la inflación medida por el índice CPIF -que excluye el impacto de los tipos hipotecarios- se situará en el 2,4% en 2025, ligeramente por debajo del 2,5% estimado anteriormente, y convergerá gradualmente hacia el objetivo del 2% en 2026 y 2027. En cuanto al PIB, se espera un crecimiento del 1,2% en 2025, notablemente inferior al 1,9% previsto en marzo, reflejo de una recuperación más lenta de lo anticipado. A partir de 2026, el crecimiento se estabilizaría en torno al 2,3-2,4%.
El desempleo, por su parte, seguirá siendo elevado en el corto plazo: alcanzará el 8,5% en 2025, aunque se prevé que disminuya progresivamente hasta el 7,5% en el segundo trimestre de 2028.
