El clima empresarial de Alemania mejora en junio: "La economía recupera confianza poco a poco"

"Las expectativas mejoraron notablemente. Las empresas evaluaron su situación actual como ligeramente mejor. La economía alemana está recuperando confianza poco a poco", ha señalado el presidente del Ifo, Clemens Fuest.

Así, el índice de evaluación económica actual mejoró a 86,2 desde 86,1 el mes anterior, por debajo de la estimado de 86,5. Mientras, el índice de expectativas, que indica las proyecciones para los próximos seis meses, subió a 90,7 en junio frente a 88,9 en mayo. Levemente por encima de 90 esperado y alcanzando su punto más alto en más de dos años.

Por sectores, en el manufacturero el clima empresarial mejoró ligeramente. Si bien las empresas se mostraron notablemente más optimistas respecto a los próximos meses, el desempeño actual ha sido menos favorable. En el sector servicios, el índice mostró una mejora especialmente significativa. Las empresas percibieron su situación actual con cierta mayor optimismo y elevaron significativamente sus expectativas.

Por su parte, en el comercio, el clima empresarial mejoró. Los comerciantes se mostraron más satisfechos con la actividad comercial actual y sus expectativas fueron menos pesimistas. Esta mejora fue impulsada por el comercio mayorista. Sin embargo, el clima empresarial en el comercio minorista empeoró ligeramente. En la construcción, la tendencia alcista del clima empresarial continuó. Las expectativas alcanzaron su nivel más alto desde febrero de 2022, aunque siguen marcadas por el escepticismo. Las evaluaciones de la situación actual se mantuvieron sin cambios.

Como apuntan los analistas de ING, "el principal indicador adelantado de Alemania subió por sexto mes consecutivo ante la esperanza de que el estímulo fiscal impulse el crecimiento" y, aunque "aún no se sabe con certeza si las empresas alemanas buscan con ansias una dosis de optimismo o si se está produciendo un cambio fundamental, en cualquier caso, la confianza empresarial alemana sigue mejorando", dicen.

Comentan que, "tras las idas y venidas sobre los aranceles estadounidenses, las empresas alemanas parecen centrarse en el lado positivo de lo que podría suceder con el nuevo Gobierno en lugar de temer las consecuencias negativas de la incertidumbre y las tensiones comerciales".

No obstante, creen que, al menos a corto plazo, la lista de riesgos a la baja para la economía alemana ha aumentado en lugar de disminuir.

"La economía alemana simplemente permanece en medio de dos actividades sísmicas: un nuevo Gobierno, que parece carecer de una fuerte ambición para las reformas estructurales pero que tendrá acceso a un espacio fiscal sin precedentes para inversiones en infraestructura y defensa, y cambios fundamentales en el comercio y la geopolítica, incluidos los aranceles estadounidenses", indican.