El bitcoin y las criptos tratan de retomar las subidas con el foco puesto en la Fed

En las altcoins, signo mixto. Tokens como solana (SOL) o XRP registran alzas moderadas en las últimas 24 horas, mientras que otras como cardano (ADA) o chainlink (LINK) ceden sin demasiada convicción. Pocos movimientos en dogecoin (DOGE) y alzas más destacadas en sui (SUI) y stellar (XLM).

El rendimiento de las criptomonedas contrasta drásticamente con el del oro, que ha renovado sus máximos históricos por enésima vez en lo que va de año. Según analistas como Rania Gule, estratega sénior de mercados de XS, si bien el bitcoin ha sido catalogado en numerosas ocasiones como una suerte de "oro digital", cada vez está siendo más considerado como una "acción de crecimiento".

“El repunte del oro refleja un cambio estructural donde actúa como cobertura contra la devaluación monetaria y la volatilidad bursátil. El papel en evolución de bitcoin como cobertura contra la inflación sugiere que estos activos son cada vez más complementarios que competitivos”, afirma Nick Ruck, director de LVRG Research, en declaraciones concedidas a CoinDesk.

Esta divergencia de rendimientos parece tener su origen en el próximo movimiento de política monetaria de la Reserva Federal (Fed). En el cónclave veraniego de Jackson Hole, el banco central estadounidense dejó entrever un recorte de los tipos de interés en septiembre, mientras que los inversores esperan entre uno y dos recortes adicionales en lo que resta de año.

No obstante, los últimos datos de inflación PCE (ligeramente más altos de lo esperado) podrían complicar la labor de la Fed, a la que sin duda le gustaría recortar tasas en un escenario de inflación claramente a la baja. Todas las miradas están puestas ahora en el informe de empleo que se publicará el viernes, cuya lectura será clave para determinar la senda del organismo. Salvo un dato catastrófico, todo apunta a que la Fed bajará los tipos en septiembre.

"Las últimas advertencias de la Fed sobre el riesgo de estanflación representan un cambio de paradigma para los mercados globales. Para el bitcoin, es un arma de doble filo. Por un lado, suprime el apetito por el riesgo a corto plazo. Por otro lado, la limitada capacidad de la Fed para recortar los tipos de interés agresivamente elimina los factores de liquidez que históricamente impulsaron las principales subidas del bitcoin", señala esta experta.

Entre tanto, los tenedores de bitcoin a largo plazo (aquellos que mantienen sus criptomonedas por más de 155 días) han intensificado sus liquidaciones en las últimas semanas, lo que añade presión bajista al mercado. El pasado viernes, estos inversores vendieron 97.000 BTC (casi 3.000 millones de dólares), marcando la mayor venta en un solo día por parte de esta clase de inversores en lo que va del año. El promedio móvil de 14 días de tokens vendidos por tenedores a largo plazo saltó a casi 25.000 BTC, el nivel más alto desde enero.

Según esta firma, los tenedores a largo plazo han estado vendiendo paulatinamente sus tenencias desde que el bitcoin superó los 100.000 dólares, incluidas aquellas billeteras inactivas durante años. Glassnode cree que la fortísima revalorización del bitcoin respecto a los últimos años es el motivo por el que los inversores están haciendo caja con el activo. En consecuencia, estos analistas consideran que el mercado probablemente necesite tiempo para ajustarse si los 100.000 dólares son "la nueva normalidad" de la criptomoneda reina.

Por su parte, el ETH sigue mostrando signos de fatiga pese a un último trimestre estelar. Los volúmenes diarios se han desacelerado claramente desde los picos alcanzados en julio y las métricas en cadena muestran una caída del 28% en direcciones activas desde finales de ese mismo mes.

Pese a esta reciente debilidad de los criptoactivos, los productos de inversión en criptomonedas captaron alrededor de 2.500 millones de dólares en entradas netas la pasada semana. Según CoinShares, este aumento se produjo después de que la anterior semana se registraran salidas valoradas en 1.400 millones de dólares, lo que podría indicar un renovado apetito por el riesgo por parte de los inversores.