El bitcoin y las criptos tratan de cambiar el rumbo: "Los fundamentos no son tan débiles"
Las criptomonedas tratan de mejorar su aspecto tras una semana particularmente mala. El bitcoin (BTC), que ha perdido un 10% en los últimos días, superó los 88.000 dólares durante la sesión asiática, aunque ahora se mueve en torno a los 86.000 dólares.
El ethereum (ETH), por su parte, cae con moderación y trata de consolidar los 2.800 dólares. El resto de las altcoins cotiza con signo mixto. XRP, tron (TRX), dogecoin (DOGE) o hyperliquid (HYPE) registran alzas moderadas, mientras que solana (SOL), cardano (ADA) o chainlink (LINK) caen con contención.
Estos movimientos llegan después de que los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) dieran cuenta del aparente poco apetito de los inversores institucionales por los activos de riesgo. La semana pasada, los ETFs de BTC al contado registraron salidas netas de 1.200 millones de dólares, elevando el total en las últimas cuatro semanas a más de 4.300 millones, según cifras de SoSo Value. A su vez, los ETFs de ETH al contado registraron 525 millones de dólares en salidas netas, en lo que fue su tercera semana consecutiva con flujos negativos.
A su vez, el Índice de Miedo y Codicia Cripto (Crypto Fear & Greed Index) se mantiene en territorio de "miedo extremo", reflejando la poca convicción del mercado en que haya un repunte a corto plazo. "El precio actual de BTC parece un rebote posterior a una limpieza: los bolsillos de liquidez son superficiales, el flujo está fragmentado y las órdenes de compra buscan estabilidad, mientras que los tenedores a largo plazo están acumulando. Esperen consolidación con rangos estrechos alrededor de 85.000-90.000 dólares, ya que la liquidez es limitada y los stops están siendo barridos", apunta Vincent Liu, CIO de Kronos Research.
Y es que los últimos acontecimientos han pesado demasiado en el ánimo de los inversores. El miedo a una burbuja en la inteligencia artificial (IA) y la pérdida de confianza en que la Reserva Federal (Fed) recorte los tipos de interés en diciembre han llevado al bitcoin de los máximos históricos de octubre a moverse en niveles comparables al estallido de la guerra arancelaria de Estados Unidos. Un descenso, por cierto, que supera el 30% y que borra por completo las ganancias acumuladas en un año que, hasta entonces, estaba siendo excepcional para el criptoactivo rey.
Por su parte, Manuel Villegas, analista especializado en criptos de Julius Baer, el estado de ánimo del mercado está marcando por completo todas las dinámicas. En este sentido, los "sólidos" resultados empresariales no se han traducido en ganancias, lo que ha llevado a que los activos de mayor riesgo paguen el pato en forma de caídas.
"La realidad es que esta corrección está impulsada puramente por factores macroeconómicos y por una ola de aversión al riesgo en los mercados de renta variable. Desde un enfoque bottom-up, el contexto importa: aunque los productos al contado de Bitcoin han registrado salidas de corto plazo, el potencial de una contracción de la oferta permanece intacto", afirma.
Según este estratega, los fundamentos de bitcoin "no son tan débiles", pues "la demanda existe, especialmente cuando se comparan los ETF con las compañías de tesorería, hasta el punto de que han superado ampliamente el ritmo de crecimiento de la oferta desde principios de año". Los flujos hacia los ETF de Ethereum y Solana han permanecido positivos en lo que va del año.
Javier Molina, analista sénior de mercados de eToro, opina que el bitcoin está volviendo a "marcar el pulso de los mercados" y se ha convertido en el "canario en la mina" del sistema financiero. "Lo que parecía una corrección técnica se ha convertido en una fractura de liquidez que deja al descubierto la fragilidad del ecosistema", apunta.
"No es refugio, sino el primer activo en detectar el agotamiento de la liquidez global. El ajuste de tipos, la toma de beneficios y el endurecimiento financiero han acelerado el cambio de fase. En este contexto, bitcoin es la frontera de la liquidez y la especulación, el primero en caer cuando el ciclo se agota y el primero en anticipar una futura respuesta de los bancos centrales", añade este experto.
Desde un punto de vista técnico, los analistas de Bolsamanía creen que la criptomoneda reina "está para no tocarla". "Sólo deberíamos platearnos entrar para un rebote si consigue realizar una buena figura en las inmediaciones del soporte clave de los 75.000 dólares", apuntan.
