Bayer vuela: Donald Trump insta al Supremo de EEUU a revisar el caso glifosato

Según ha informado la empresa a través de un comunicado, el procurador general de EEUU, John D. Sauer, ha respaldado la revisión del caso por parte de la Corte Suprema, así como que "coincida con los argumentos de la empresa". Además, la firma germana reconoce que "el apoyo del Gobierno estadounidense será importante para la evaluación de su petición por parte del tribunal".

"La división entre los tribunales federales de circuito en el litigio por daños personales relacionados con Roundup, respecto a la cuestión transversal de si la ley federal prevalece sobre las reclamaciones estatales basadas en teorías de falta de advertencia, justifica una revisión y resolución por parte del máximo tribunal del país", ha indicado Bayer en un comunicado.

Por su parte, Bill Anderson, director ejecutivo de la compañía, considera que el apoyo de la Administración Trump "es un paso importante y una buena noticia" para los agricultores estadounidenses, los cuales "necesitan claridad regulatoria". "No podría haber más en juego, ya que la aplicación errónea de la ley federal pone en riesgo la disponibilidad de herramientas innovadoras para los agricultores y las inversiones en la economía estadounidense en general", ha agregado.

En concreto, Bayer ha solicitado al Supremo que revisen su apelación contra la decisión de un tribunal inferior que confirmó un veredicto de 1,25 millones de dólares de un jurado del estado de Misuri. En este caso, el demandante John Durnell acusó a la compañía tras ser diagnosticado con linfoma no hodgkiniano, el cual atribuyó a su exposición al glifosato.

Bayer, que enfrenta unas 67.000 demandas de este tipo en tribunales estatales y federales de EEUU, argumenta que algunas de las reclamaciones estaban anuladas por la ley federal. En un escrito de 24 páginas, Sauer coincide con la compañía y destaca que los tribunales de apelaciones inferiores están divididos respecto al tema de la preeminencia de la ley federal.

En consecuencia, el procurador general pidió a los magistrados aceptar el caso para "aclarar el alcance" de dicha ley, ya que confirmar la decisión de los tribunales inferiores permitiría que se cuestionaran los juicios científicos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

"La EPA ha determinado repetidamente que el glifosato probablemente no es carcinógeno para los humanos y la agencia ha aprobado en repetidas ocasiones etiquetas de Roundup que no contenían advertencias sobre el cáncer. Cuando, como en este caso, la EPA ha especificado las advertencias de salud que deben aparecer en la etiqueta de un pesticida en particular, un fabricante no debería quedar sometido a regímenes de etiquetado estatales que prescriben requisitos distintos", ha explicado Sauer.

Por su parte, Bayer ha defendido que "un lenguaje de preeminencia similar al de la Ley Federal de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas (FIFRA) se incluye en otros estatubtos federales, como los que regulan los dispositivos médicos, productos avícolas, carne y vehículos motorizados".

"Es hora de que el sistema legal estadounidense establezca que las empresas no pueden ser castigadas bajo leyes estatales por cumplir con los requisitos de etiquetado federales", ha añadido la compañía, que también ha destacado que "la EPA y todos los organismos reguladores del mundo" han determinado que este herbicida "puede utilizarse de manera segura".

Los expertos afirman que los magistrados normalmente aceptan el consejo del procurador general sobre si deben admitir una apelación. Por tanto, es probable que tomen una decisión formal sobre la admisión del caso para enero.

Roundup, cuyo ingrediente activo es el glifosato, es uno de los herbicidas más utilizados en Estados Unidos. Bayer adquirió este compuesto tras la adquisición de Monsanto por 63.000 millones de dólares en 2018.

El laboratorio alemán ha pagado alrededor de 10.000 millones de dólares para resolver la mayoría de las demandas pendientes por este herbicida hasta 2020, pero no logró alcanzar un acuerdo que cubra los casos futuros. Desde entonces, nuevas demandas han seguido llegando. La empresa ha ganado algunos juicios y ha perdido otros tantos. Este año, un tribunal del estado de Georgia dictaminó que la empresa debía indemnizar a un grupo de demandantes con 2.100 millones de dólares.

Los analistas de Banco Sabadell recomiendan sobreponderar las acciones de Bayer, a las que valoran en 33 euros. Según estos expertos, la noticia es positiva para la firma germana, ya que todavía restan 67.000 demandas por cerrar tras siete años de litigios y acuerdos parciales.