El Banco Mundial eleva al 4,8% su previsión de PIB de China en 2025 pese a los aranceles
El Banco Mundial ha revisado al alza su previsión de crecimiento económico de China para 2025 en un escenario marcado por las tensiones comerciales con EEUU. Así, ahora espera que el PIB del gigante asiático se sitúe en el 4,8%, ocho décimas más que el 4% proyectado en abril.
Este nuevo pronóstico se acerca al objetivo del 5% fijado por las autoridades de Pekín. En cambio, el Banco Mundial espera que el crecimiento de China se frene en 2026 hasta el 4,2% debido a un avance más lento de las exportaciones.
De hecho, la institución ha destacado que la región de Asia Oriental y el Pacífico sigue superando a la mayor parte del resto del mundo, pero crear más empleos y sostener el crecimiento requerirá "reformas ambiciosas" a medida que navega por las incertidumbres globales.
En este sentido, el Informe Económico de Asia Oriental y el Pacífico de octubre de 2025 del Banco Mundial proyecta un crecimiento regional del 4,8% este año, ligeramente inferior al 5,0% de 2024. Vietnam lidera con una expansión económica del 6,6%, seguido de Mongolia (5,9%) y Filipinas (5,3%). Además, China, Camboya e Indonesia crecerán un 4,8% cada uno, mientras que los países insulares del Pacífico lo harán un 2,7% y Tailandia un 2,0%.
"El exitoso modelo de desarrollo inclusivo de Asia Oriental se enfrenta a nuevos desafíos. El reciente crecimiento del empleo se ha concentrado principalmente en empleos de servicios de baja productividad, a menudo informales, que ofrecen escasas oportunidades de ascenso", ha detallado la institución.
Además, ha puesto el foco en que los jóvenes tienen dificultades para encontrar trabajo y las mujeres siguen participando menos en la fuerza laboral. Y si bien se prevé que 25 millones de personas salgan de la pobreza entre 2025 y 2026, la proporción de la población vulnerable a caer en la pobreza ya supera a la de la clase media en la mayoría de los países de la región.
"La región se enfrenta a una paradoja laboral: un crecimiento económico relativamente sólido junto con una creación insuficiente de empleos de calidad", ha afirmado Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para Asia Oriental y el Pacífico.
"Unas reformas más audaces para eliminar los obstáculos a la entrada de empresas y la competencia liberarían el capital privado y permitirían que empresas dinámicas y productivas prosperaran y crearan nuevas oportunidades de empleo. El Banco Mundial sigue siendo un firme aliado del compromiso de la región con un crecimiento inclusivo que esté a la altura de las ambiciones de su población", ha añadido.
Pero, por otro lado, el Banco Mundial anticipa que el crecimiento de la región en 2026 se desacelerará al 4,3% ante el aumento de las restricciones comerciales, la flexibilización de la incertidumbre global —aunque aún elevada— y la desaceleración del crecimiento mundial, así como por las decisiones políticas internas, especialmente la dependencia en algunos países del estímulo fiscal en lugar de las reformas estructurales.
El informe insta a reformas e inversiones en capital humano e infraestructura digital, a una mayor competencia en los servicios y a políticas que garanticen la adecuación entre las oportunidades laborales y las competencias de las personas. Los rápidos avances en IA, robótica y plataformas digitales exigen nuevas competencias y mayor agilidad y adaptabilidad por parte de empresas, trabajadores y responsables políticos.
"El crecimiento intensivo en mano de obra y orientado a la exportación de Asia Oriental sacó a mil millones de personas de la pobreza en las últimas tres décadas, pero la región ahora enfrenta el doble desafío de la protección comercial y la automatización del empleo", ha señalado Aaditya Mattoo, economista jefe del Banco Mundial para Asia Oriental y el Pacífico.
"Las reformas del clima empresarial y las mejoras en la educación podrían generar un círculo virtuoso entre oportunidades y capacidad, que se traduzca en un mayor crecimiento y mejores empleos", ha concluido.
