El as energético de Alphabet: ¿la clave para un nuevo rally bursátil?

Una cifra que rompe con los mitos de la IA devoradora de electricidad y que, según Morningstar, podría convertirse en el as bajo la manga de Alphabet frente a sus rivales.

“Este hallazgo pone en entredicho el argumento de que los costes crecientes de la IA acabarán destruyendo los márgenes de Alphabet”, sentencia Malik Ahmed Khan, analista de la entidad.

UNA VENTAJA OCULTA EN LOS NÚMEROS

El mercado ha castigado a Alphabet en el pasado por el temor a que la integración de IA en el buscador disparara los costes operativos. Sin embargo, el reciente informe técnico publicado por Google aporta un giro inesperado: los algoritmos parecen aprender no solo a pensar, sino también a consumir menos. El consumo energético de Gemini ha caído 33 veces en apenas un año.

“Los avances en eficiencia no son anecdóticos; son el núcleo de la resistencia de los márgenes de Alphabet”, añade Khan.

Morningstar mantiene su estimación de valor razonable en 237 dólares por acción, con una calificación de wide moat, es decir, foso económico amplio y difícil de replicar. Incluso tras rebotar más de un 40% desde los mínimos de abril, el citado estratega considera que el título sigue "infravalorado".

EL COSTE COMO ARMA COMPETITIVA

El dato cobra aún más relevancia si se compara con la búsqueda tradicional. Alphabet estima que una consulta clásica en Google consume unos 0,30 Wh, ligeramente más que un prompt medio en Gemini. Dicho de otro modo: la IA, lejos de ser un agujero negro de recursos, podría acabar resultando más barata que la tecnología que pretende sustituir.

Este no es un detalle menor. Alphabet no solo tiene en sus manos una tecnología en auge, sino que además podría explotarla con una eficiencia superior a la de sus competidores. “El ecosistema integrado de hardware y software de Alphabet le otorga una ventaja estructural frente a otros gigantes tecnológicos”, subraya Khan.

MERCADO, EXPECTATIVAS Y MÁRGENES

La compañía presume de que el uso mensual de tokens, la unidad de medida de interacción con los modelos de IA, se ha multiplicado por 50 en el último año, al tiempo que sus márgenes han seguido expandiéndose. Una aparente contradicción que el mercado aún digiere, pero que para los analistas es prueba de que la eficiencia energética no es un detalle técnico, sino la piedra angular de su estrategia.

No obstante, Khan matiza: “Conviene no olvidar que los prompts más complejos probablemente requerirán más energía y, por tanto, serán más costosos que la búsqueda tradicional”. El entusiasmo debe equilibrarse con una dosis de realismo.

EL MENSAJE PARA LOS INVERSORES

El análisis de Morningstar no se limita a los números de consumo. La firma reitera que "la ventaja competitiva de Alphabet descansa en tres pilares: el efecto red, los costes de cambio para los usuarios y, ahora, un argumento reforzado por la eficiencia en IA". En palabras del mencionado analista: “Vemos un foso cada vez más profundo, sostenido por una combinación de escala, integración vertical y ahora también costes energéticos más bajos”.

Para los inversores, el mensaje parece claro: pese a las subidas recientes, "Alphabet sigue siendo atractiva". El consenso de Morningstar es que la acción aún cotiza por debajo de su valor intrínseco, lo que abre la puerta a nuevas compras.

REFLEXIÓN FINAL

El mercado tecnológico vive obsesionado con lo espectacular: nuevos lanzamientos, modelos más grandes, promesas de capacidades casi humanas. Pero, a veces, el detalle decisivo es silencioso, casi aburrido: un puñado de vatios-hora menos. Alphabet podría estar construyendo su futuro no tanto en la grandilocuencia de la IA, sino en la eficiencia invisible que hace sostenible su despliegue.

En un mundo que mide la innovación en titulares y presentaciones brillantes, la verdadera ventaja competitiva podría estar escondida en una cifra mínima, casi imperceptible. Y es ahí donde Alphabet, según los analistas, se prepara para ganar la próxima gran batalla bursátil.