La actividad de las fábricas europeas se expande en marzo a tasas récord

Markit explica que las condiciones operativas mejoraron al ritmo más intenso en casi 24 años de recopilación de datos. El PMI ha repuntado considerablemente, lo que según la consultora indica "un fortalecimiento importante del comportamiento del sector". Es más, el índice se ha situado por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, por noveno mes consecutivo.

El crecimiento fue generalizado en toda la región. Alemania y los Países Bajos se situaron a la cabeza de la tabla de clasificación y ambos países registraron sus lecturas más altas de la historia del índice PMI en marzo. Asimismo, Austria también registró un resultado excepcionalmente fuerte, mientras que Italia y Francia se situaron en niveles que estuvieron entre los más altos de sus respectivas historias del estudio. Irlanda experimentó un crecimiento que alcanzó su máxima de ocho meses, mientras que España arrojó su mejor resultado desde finales de 2006. Grecia, por el contrario, registró un crecimiento modesto, a pesar de señalar su mejor lectura del índice PMI en más de un año.

La consultora Markit señala que el índice PMI final del sector manufacturero de la Eurozona se ha visto impulsado en el tercer mes del año por aumentos récord tanto de la producción como de los nuevos pedidos. Es más, apunta que un incremento general de la demanda, respaldado por una mayor confianza en las condiciones económicas futuras, "ayudó a impulsar los incrementos récord en la producción y los nuevos pedidos". De hecho, los datos muestran que los nuevos pedidos para exportaciones han aumentado por noveno mes consecutivo y a un ritmo récord.

Este nuevo fortalecimiento del comercio, de los pedidos y de la producción ejerció una mayor presión en las cadenas de suministro, que ya se encontraban en dificultades, explica Markit, que apunta que los plazos medios de entrega de los insumos se alargaron a "un ritmo sin precedentes" a medida que los desafíos del abastecimiento de insumos debido a la escasez de productos, una demanda global más fuerte y los continuos problemas logísticos relacionados con el Covid-19 continuaron en marzo.

Todo esto conllevó a un "aumento de las presiones inflacionistas". Los costes de los insumos aumentaron en marzo en su mayor grado en una década. Si bien todos los países registraron un aumento de los costes, los incrementos más fuertes se observaron en Austria, Alemania y los Países Bajos.

LOS PRECIOS AUMENTAN "INTENSAMENTE"

Frente a un aumento considerable de los gastos operativos y como una demanda del mercado más fuerte refuerza el poder de fijación de precios, los precios medios cobrados por los fabricantes de la zona euro también aumentaron intensamente en marzo. La tasa de inflación fue históricamente fuerte y alcanzó su nivel más alto desde abril de 2011. Y puesto que las empresas intentan impulsar las actividades de producción, la actividad de compras aumentó fuertemente (ejerciendo aún más presión en las cadenas de suministro). Los datos muestran que el ritmo de incremento de las compras fue el más fuerte jamás registrado por el estudio.

Por último, destacar que la acumulación de las cargas de trabajo, subrayada no solo por el aumento de los nuevos pedidos sino también por un aumento de los pedidos pendientes de realización récord de la serie, incitó a los fabricantes a contratar más personal. Al registrar el segundo aumento mensual consecutivo del empleo, la última encuesta señaló que la tasa de crecimiento de la dotación de personal fue la más fuerte observada desde agosto de 2018.

Y la confianza con respecto a la producción en el plazo de 12 meses se mantuvo prácticamente estable en el nivel récord registrado en febrero. De todos los países cubiertos por el estudio, los Países Bajos e Irlanda fueron los más optimistas.

Según Chris Williamson, economista jefe de la consultora Markit, el sector manufacturero de la zona euro "está en auge, debido a que en marzo la producción y las carteras de pedidos se incrementaron a un ritmo sin precedentes". No obstante, alerta de que "el panorama está quebrantado por las interrupciones récord de las cadenas de suministro, que probablemente se agravarán aún más por las demoras derivadas del bloqueo del Canal de Suez". Dice que los precios ya están aumentando a la tasa más rápida en una década, ya que la demanda supera a la oferta, lo que genera un mercado de vendedores para muchos productos.

Y aunque los motivos que están impulsando los precios al alza "parecen ser temporales", lo cierto es que "cualquier presión al alza adicional en los costes de las empresas y los precios de venta será una mala señal", concluye.