UBS da las claves para invertir en 2026: IA, más renta variable, materias primas...
UBS ha publicado este jueves su informe Year Ahead 2026 en el que señala que la inteligencia artificial (IA), la renta variable global y las materias primas, entre otros, serán los pilares clave para construir cartera el próximo año. El banco destaca que la innovación en IA ha impulsado con fuerza a los mercados en 2025 y que esta tendencia se mantendrá en 2026, con el sector tecnológico representando ya el 28% del MSCI AC World. A ello se suma un entorno macroeconómico más favorable, con un crecimiento esperado del 1,7% en Estados Unidos, del 1,1% en la eurozona y cercano al 5% en Asia-Pacífico.
UBS considera que estas dinámicas pueden dar a los mercados la “velocidad de escape” necesaria para dejar atrás los efectos de la deuda, la demografía y la desglobalización. En este contexto, insiste en que los inversores deben centrarse en los sectores hacia los que fluye el capital y donde se está produciendo transformación estructural.
Su Chief Investment Officer, Mark Haefele, afirma: "A medida que miramos hacia 2026, la pregunta es si las poderosas fuerzas de la IA, el estímulo fiscal y la flexibilización de la política monetaria pueden impulsar los mercados globales más allá de la gravedad de la deuda, la demografía y la desglobalización, hacia una nueva era de crecimiento. Navegar por estos cambios estructurales exige que los inversores adapten sus estrategias centrándose en sectores y temas donde el capital está fluyendo y la transformación está teniendo lugar".
RECOMENDACIONES
En cuanto a posicionamiento de cartera, UBS propone destinar hasta un 30% de una cartera diversificada de renta variable a tendencias de largo plazo como la inteligencia artificial, la longevidad y la transición energética, aunque advierte de la necesidad de vigilar los riesgos de burbuja. También recomienda aumentar la exposición a la renta variable global, que podría avanzar alrededor de un 15% hasta finales de 2026, con oportunidades en Estados Unidos, China, Japón y Europa, y sectores como tecnología, utilities, salud y banca.
El banco destaca a China como uno de los núcleos de oportunidad más relevantes gracias al dinamismo de su sector tecnológico, a la elevada liquidez y a un crecimiento de beneficios previsto del 37% en 2026. Añade que ampliar la exposición a otros mercados asiáticos —especialmente India y Singapur— puede reforzar la diversificación.
UBS también identifica oportunidades importantes en materias primas, impulsadas por la escasez de oferta, el aumento de la demanda, los riesgos geopolíticos y tendencias estructurales como la transición energética. Dentro de esta clase de activos, el banco señala el atractivo del cobre, el aluminio y las materias primas agrícolas, mientras que el oro continúa actuando como un diversificador eficaz.
Para los inversores que buscan ingresos diversificados, UBS recomienda combinar bonos de calidad con estrategias de mayor rendimiento, acciones que generen rentas y productos estructurados, con el fin de equilibrar la generación de ingresos y la gestión del riesgo.
En divisas, prefiere el euro, el dólar australiano y la corona noruega frente al dólar estadounidense, que podría verse presionado por los recortes de tipos previstos en Estados Unidos.
ESCENARIOS Y RIESGOS
Aunque los titulares políticos seguirán en primer plano en 2026, UBS recuerda que su efecto en los mercados suele ser limitado en el tiempo. Sin embargo, el banco identifica varios riesgos que podrían frenar a las bolsas el próximo año, como posibles decepciones en el progreso o adopción de la inteligencia artificial, un repunte o persistencia de la inflación, una rivalidad estratégica más profunda entre Estados Unidos y China y la reaparición de tensiones relacionadas con la deuda soberana o privada.
El informe recoge tres escenarios distintos para 2026. En un escenario alcista, centrado en un boom tecnológico, la inversión en inteligencia artificial se expande con fuerza y se adopta rápidamente. La monetización supera las expectativas, impulsando la productividad y los beneficios corporativos. Las aplicaciones agénticas y la IA física avanzan con mayor rapidez, alimentando el optimismo y fomentando más inversión en el sector.
En el escenario base, de crecimiento sólido, la inversión en IA continúa de forma estable, con una adopción gradual y una monetización progresiva. Las ganancias de productividad son incrementales, lo que sostiene el sentimiento empresarial aunque sin transformar de manera drástica el crecimiento macroeconómico.
Por último, el escenario bajista, de disrupción, contempla que la inversión en inteligencia artificial se estanque o se contraiga debido a una monetización decepcionante, a problemas técnicos o a la obsolescencia de tecnologías. La mayor cautela corporativa llevaría a una reducción de la inversión en capital (capex) y a una adopción más lenta de la IA, lo que podría generar un impacto negativo más amplio en los mercados.
OBJETIVOS DE MERCADO PARA DICIEMBRE DE 2026
En cuanto a los niveles que UBS plantea para los principales índices y activos en sus tres escenarios a diciembre de 2026, el MSCI AC World se situaría en 1.450 puntos en el escenario de auge tecnológico, 1.350 en el escenario de crecimiento sólido y 830 en el más adverso. Para el S&P 500, las referencias son 8.400, 7.700 y 4.500 puntos, respectivamente. En Europa, el EuroStoxx 50 alcanzaría 6.800, 6.200 o 4.400 puntos según el escenario. El SMI suizo se movería entre 14.600, 13.600 y 10.500 puntos, mientras que el MSCI de emergentes se situaría en 1.640, 1.560 o 1.070 puntos.
