Trump pone en jaque al BCE: "Recortará tipos más de lo que le gustaría admitir"
Todo parecía estar preparado para que en su reunión de abril, el Banco Central Europeo (BCE) hicera una pausa en su actual ciclo de flexibilización monetaria. Pero la caótica política arancelaria de Donald Trump ha echado por tierra estos planes. Ahora, el organismo no solo parace abocado a un nuevo recorte de 25 puntos básicos este jueves, 17 de abril, sino que también se verá obligado a llevar a cabo más bajadas de tipos de las inicialmente planeadas.

"Con los tipos de interés en el extremo superior del rango de estimaciones neutrales, tomarse un respiro parecía apropiado. Sobre todo porque la euforia tras el giro fiscal alemán y las firmes intenciones europeas de aumentar el gasto en seguridad y defensa habían mejorado claramente las perspectivas de crecimiento de la eurozona. Sin embargo, desde el Día de la Liberación, una pausa ya no es una opción", reconocen en ING Economics.
"Las volubles políticas arancelarias de Trump representan un gran desafío para el BCE. No solo el rumbo es incierto, sino que ahora existen numerosas bifurcaciones en el camino. Trump ha ordenado una prórroga de 90 días, lo que reduce el impacto en el crecimiento, por ahora. Sin embargo, puede cambiar de opinión en cualquier momento. Esta incertidumbre política ya está lastrando la confianza. Hemos añadido a nuestro pronóstico un recorte de tipos en abril, que se suma al que habíamos previsto para junio", indican en Rabobank.
Y es que los aranceles estadounidenses han reavivado la preocupación por el crecimiento de la eurozona, al menos a corto plazo. Además, el fortalecimiento del euro, así como la caída de los precios de la energía, han contribuido a las fuerzas desinflacionistas que las actuales tensiones comerciales tendrán para el Viejo Continente.
"Como resultado, el BCE, que se mostró reticente a decidir entre una pausa y un nuevo recorte de tipos hace tan solo unas semanas, tendrá que continuar su actual ciclo de flexibilización esta semana", agregan en ING Economics.
Un movimiento que también descuenta David del Val, economista sénior de CaixaBank Research, y para quien "probablemente no sea la última bajada de este ciclo, en el actual contexto de elevada incertidumbre el BCE es improbable que el BCE se comprometa a ninguna decisión futura, lo que complica prever la velocidad o frecuencia de las bajadas. Con todo, esperamos que estos se sitúen, antes de finalizar el año, hacia el límite inferior del rango de las estimaciones del tipo neutral, que el propio BCE sitúa en torno al 1,75%".
En este sentido, Manuel Pinto, analista de mercados, indica que "el optimismo generado por el estímulo fiscal alemán recientemente anunciado se ha evaporado rápidamente y ha sido reemplazado por el temor a un inminente shock negativo de demanda para la región. Esperamos cuatro recortes de 25 puntos básicos este año, el primero de ellos este jueves".
"Dados los recientes riesgos a la baja para el crecimiento y el endurecimiento de las condiciones financieras, nosotros, junto con el mercado, esperamos un convincente recorte de 25 puntos básicos en la tasa de depósito, hasta el 2,25%", subrayan en TD Securities.
De hecho, para los estrategas, la bajada de tipos de esta semana podría fácilmente calificarse de recorte de cobertura, "un recorte inocuo, que se mantiene en suspenso, no solo pondría en duda la voluntad del BCE de impulsar el crecimiento, sino que también podría conducir a un mayor e injustificado fortalecimiento del euro", dicen en ING Economics.
Es más, estos expertos consideran que, de cara al futuro, el BCE se enfrenta al menos a dos retos principales. "Las tensiones comerciales persistentes, así como el alto nivel de incertidumbre, podrían obligar al BCE a recortar los tipos de interés más de lo que actualmente le gustaría admitir. Al mismo tiempo, el fortalecimiento del tipo de cambio del euro, no solo frente al dólar, aumentará la presión desinflacionaria sobre la eurozona. Anticipar parte de esta presión podría impulsar al BCE a, al menos verbalmente, abrir la puerta a una política monetaria expansiva".
¿SE MOJARÁ LAGARDE?
Más allá de la decisión del BCE, la atención del mercado también estará puesta en el comunicado del organismo y en las palabras de su presidenta, Christine Lagarde, en busca de algún rayo de luz sobre la orientación futura de la política monetaria.
"Con el recorte previsto de tipos, el BCE también tendrá que modificar su comunicación. En lugar de decir la política monetaria se está volviendo significativamente menos restrictiva, es probable que el BCE indique que, con un 2,25%, el tipo de interés de depósito se situaría ahora dentro del rango de tipos de interés neutrales", afirman en ING Economics.
Por su parte, en CaixaBank Research avanzan que es probable que el comunicado del BCE continúe señalando como su orientación de política monetaria sigue moviéndose entre dos aguas con alguna fórmula como la empleada en su comunicado de marzo ("la política monetaria está adoptando una orientación considerablemente menos restrictiva").
"De esta forma, el BCE reconocería el efecto benéfico que debería tener en la actividad la bajada de los tipos de 150 puntos básicos acumulada entre el máximo del 4% y la reunión de marzo, aunque sin negar que la debilidad económica (actual y prevista) puede aun así requerir recortes adicionales de tipos", añaden.
Así, todo parece indicar que lo más probable es que los mensajes el BCE se enfoquen en su dependencia de los datos y en su evaluación del balance de riesgos.
"La conferencia de prensa debería centrarse principalmente en la incertidumbre económica relacionada con las políticas comerciales y la demanda global en el futuro. Por lo tanto, es probable que la redacción sobre la trayectoria futura de los tipos sea vaga y haga hincapié en la dependencia de los datos", concluyen en TD Securities.