El BCE se reúne sin ninguna claridad sobre la guerra comercial, clave para justificar más recortes
En medio de la incertidumbre global por la guerra comercial, el Banco Central Europeo (BCE) se reúne este jueves sin ninguna claridad sobre los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump. Un aspecto clave para justificar la necesidad de continuar con los recortes en los tipos de interés.

"Esperamos que el Consejo de Gobierno recorte el tipo de interés de depósito en 25 puntos básicos por séptima vez consecutiva, hasta el 2%, en su reunión de junio. Los datos macroeconómicos y los discursos del BCE no han dejado prácticamente margen para la sorpresa en cuanto a la decisión de recortar los tipos en sí".
Así lo señalan Hugo Le Damany y François Cabau, economistas para la eurozona de AXA Investment Managers. En su opinión, una nueva bajada está "plenamente justificada".
Sobre la rueda de prensa posterior, ven que no se producirán cambios significativos en la comunicación. "El nivel de incertidumbre política sigue siendo muy alto y, por lo tanto, es probable que se mantenga la dependencia de los datos y el enfoque reunión por reunión para determinar la orientación adecuada de la política monetaria", indican.
Después, creen que el camino a seguir "sigue siendo muy incierto", tanto más cuando la siguiente reunión tendrá lugar el próximo 24 de julio, después de la fecha límite del 9 de julio para las discusiones comerciales.
Bajo su punto de vista, se mantiene la previsión de que el tipo de interés de referencia se sitúe en el 1% a finales de año: "Los datos macroeconómicos publicados desde el inicio de la guerra comercial han sido escasos y muestran un panorama poco alentador de datos volátiles marcados por la anticipación del comercio".
Con una "incertidumbre política significativa", mantienen su "sesgo pesimista frente a las expectativas del mercado" y prevén que el BCE reducirá los tipos al 1% a finales de año. "En cuanto a la decisión política del 24 de julio, consideramos que depende en gran medida del resultado de las negociaciones comerciales. En estos momentos, lo vemos muy poco claro", reconocen. Así pues, "estaremos especialmente atentos a los escenarios alternativos que pueda presentar el BCE".
Por su parte, Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, comenta que el Consejo de Gobierno no necesitará innovar mucho esta semana para seguir tranquilizando a la zona euro en medio de la persistente incertidumbre.
"La eliminación en abril de la referencia al grado de restricción de la política monetaria en la declaración fue una medida clave en nuestra opinión. Christine Lagarde lo justificó afirmando que el tipo neutral era un concepto que funciona para un mundo sin sobresaltos, pero no estamos en un mundo sin sobresaltos. Esto abre la puerta a situar la política monetaria más directamente en territorio acomodaticio, si es necesario, más allá de la medida de esta semana, sin demasiado dolor. El mero hecho de seguir afirmando este jueves que el BCE tomará todas las medidas apropiadas para cumplir el objetivo de inflación bastaría para dar al mercado una fuerte indicación de que se prevé una mayor acomodación más allá de esta semana" dice.
Sin embargo, apunta que el ritmo de los recortes posteriores dependerá del nivel de incertidumbre y de la magnitud del choque comercial con EEUU, lo que significa "que el BCE no puede comprometerse con una orientación a futuro".
Como se ha comentado, el Consejo de Gobierno se reúne sin ninguna claridad sobre la guerra comercial, ya que el plazo para las negociaciones con EEUU se ha retrasado hasta el 9 de julio. "Además, aunque el comisario de Comercio de la UE ha hecho público que el calendario de sus conversaciones con la parte estadounidense no había cambiado, las últimas decisiones del Tribunal en EEUU y los nuevos anuncios de Trump sobre los aranceles al acero y al aluminio podrían cambiar las características sobre cualquier futuro acuerdo", añade.
De esta manera, si en lugar de tener que hacer frente a un arancel recíproco de "talla única" en el mercado estadounidense, la UE se enfrenta a una miríada de aranceles sectoriales, "las negociaciones tomarían un giro diferente y posiblemente aún más complejo". Pero, si en última instancia la Casa Blanca ve limitada su capacidad de introducir cambios en los aranceles mediante decretos ejecutivos, "esto sería otra fuente de complicaciones en las conversaciones", asegura.
Además, en el encuentro de este jueves, 5 de junio, el BCE también actualizará sus previsiones tanto de inflación como de crecimiento económico.
Le Damany y Cabau consideran que es más probable que se observe un menor impulso del crecimiento debido a los aranceles y a la incertidumbre comercial para la media anual de 2026, donde se prevé una revisión a la baja del crecimiento de 0,2 puntos porcentuales (desde el 1,2% de marzo), "mientras que el horizonte de doce meses se ve ensombrecido por la disminución de la confianza empresarial y de los consumidores, la elevada incertidumbre política y unas perspectivas mundiales más débiles".
Así, esto unido al descenso de los precios del petróleo y de la demanda, "se traducirá probablemente en revisiones a la baja tanto de la inflación general como de la subyacente, del orden de 0,3-0,2 puntos porcentuales desde el 2,3/1,9% en 2025/2026, respectivamente", calculan. "Es probable que las previsiones actualizadas de los expertos del Eurosistema refuercen el sesgo pesimista de la economía, en consonancia con los nuevos recortes de tipos que se avecinan", concluyen.