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09/06/2025 16:06:11

La amenaza silenciosa que podría desencadenar un terremoto en Wall Street

¿Y si el mayor riesgo para Wall Street no estuviera en los tipos de la Reserva Federal ni en la inflación, sino en una cláusula casi invisible dentro de un proyecto legislativo monumental?

La amenaza silenciosa que podría desencadenar un terremoto en Wall Street

La llamada sección 899, incluida en la propuesta “One Big Beautiful Bill”, ha pasado desapercibida para muchos, pero podría convertirse en un seísmo financiero de proporciones globales.

LA CLÁUSULA SILENCIOSA QUE PONE NERVIOSOS A LOS INVERSORES

El Congreso de Estados Unidos se prepara para votar una ley que, entre cientos de páginas, esconde una bomba fiscal: la posibilidad de imponer impuestos a los ingresos pasivos de los inversores extranjeros, incluidos dividendos e intereses. Una medida que, de aprobarse antes del 4 de julio, podría cambiar de raíz el flujo de capital global.

No hablamos de un simple ajuste fiscal; hablamos de una reconfiguración total del ecosistema inversor en Estados Unidos”, alerta el equipo de análisis de XTB.

Y no es para menos. Los efectos inmediatos incluirían una huida de capital foráneo, caída de los índices bursátiles, y un aumento de los rendimientos exigidos por los bonos del Tesoro, lo que encarecería peligrosamente la financiación del déficit estadounidense.

UNA PÉRDIDA DE CONFIANZA QUE PUEDE COSTAR BILLONES

Actualmente, los inversores extranjeros poseen cerca de 9 billones de dólares en deuda pública estadounidense. La amenaza de la cláusula 899 hace que estos capitales empiecen a cuestionarse si merece la pena seguir financiando al Tío Sam.

Si se desata una fuga de capital, el dólar podría depreciarse hasta un 10% y los índices americanos podrían registrar caídas similares”, apuntan desde XTB.

Y esto sucede en un contexto en el que ya hay tensiones acumuladas: el S&P 500 ha empezado el año con el peor rendimiento relativo frente a sus pares globales desde 1993, cotizando sensiblemente por debajo del MSCI All Country World Index (sin EE.UU). Un signo de fatiga que se combina con una sobrecompra técnica y un calendario macroeconómico cargado de minas.

LA INFLACIÓN COMO CÓMPLICE INVOLUNTARIA

La publicación de datos de inflación esta semana puede ser el catalizador de una nueva ola de volatilidad. El aumento de los salarios por hora en EEUU ya ha encendido las alarmas. “Un IPC por encima de lo esperado, unido a la incertidumbre legislativa, sería el cóctel perfecto para una corrección de mercado”, explican los citados estrategas.

La probabilidad de un recorte de tipos en septiembre, que hace una semana se daba por hecha, se ha desplomado hasta el 68%, y los días de publicación de datos clave como inflación o empleo ya están mostrando una volatilidad media del 42%, frente al 29% habitual. Una señal más de que el suelo bajo Wall Street no es tan firme como parece.

UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD EN LOS ETF SINTÉTICOS

En medio de este panorama de incertidumbre, hay un producto que podría salir fortalecido: los ETF de réplica sintética. Al no implicar tenencia directa de los activos estadounidenses, podrían esquivar las consecuencias fiscales de la sección 899. “Si se confirma la aprobación de la norma, estos productos podrían convertirse en el salvavidas de los inversores europeos”, aseguran desde XTB.

Los ETF tradicionales basados en réplicas físicas sí se verían afectados, con un posible impacto en los dividendos netos y un aumento de la complejidad fiscal. En cambio, la réplica sintética ofrece exposición al mercado sin sufrir los efectos directos de la legislación. Un escudo legal que podría ser clave si la tormenta se desata.

LA DEUDA COMO TUMOR SILENCIOSO

Pero más allá de la cláusula, el mercado también mira con preocupación la creciente dependencia del Tesoro estadounidense de los mercados de renta fija. En el último año, la mitad de todos los productos de renta fija emitidos han sido bonos del gobierno. Esto significa menos crédito para empresas y consumidores, lo que ahoga el crecimiento económico real.

Como advierte el informe: “si la deuda pública no disminuye, no quedarán dólares disponibles para que los ciudadanos compren casas o las compañías construyan fábricas”. A esto se suma una subida sostenida de los rendimientos globales, alimentada por el temor a una espiral insostenible de déficit y deuda.

CONCLUSIÓN: UNA CRISIS ANUNCIADA… QUE AÚN SE PUEDE EVITAR

Wall Street tiembla, pero no por el motivo habitual. No es una quiebra bancaria ni un dato macro puntual. Es la posibilidad de que Estados Unidos deje de ser el refugio fiscal y financiero del mundo. La cláusula 899 podría ser el detonante de un reordenamiento del capital global, con efectos profundos en bonos, divisas y renta variable.

Aún hay margen para que no se apruebe o para que se diluya su alcance, pero los inversores no pueden permitirse la complacencia. Como bien recuerda la historia, cuando Washington tose, el mundo estornuda. Y esta vez, la gripe puede ser financiera.


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