Un euro optimista mantiene un ojo en el BCE y el otro en la recuperación económica
El euro cotiza con escasos movimientos este jueves, como es habitual antes de la reunión del Banco Central Europeo (BCE), aunque se cambia de manos alrededor de 1,2160, un 0,2% por debajo de su rango de cotización del miércoles. Con el dólar en mínimos de cinco meses y con los datos de inflación de EEUU en el radar, el ánimo es optimista, más por la recuperación económica de la eurozona, que marcha viento en popa, que por los anuncios que pueda hacer el banco central.
Se espera que la entidad presidida por Christine Lagarde mantenga el rumbo en su cónclave de junio y no dé muestras de su intenciones de reducir las compras de activos, ya que, según los analistas, esta decisión podría ser prematura en el estado actual de la remontada de las naciones de la zona euro tras la crisis. La moneda única podría ser sensible a los cambios en las previsiones económicas del banco o a cualquier señal de que el ritmo de compra de bonos podría reducirse en los próximos meses.
Con todo, la divisa “mantiene una perspectiva claramente alcista en el corto plazo”, señala Adrián Aquaro, analista de Trader College. Para las próximas horas, la superación de los 1.2230 dólares podría darle un fuerte impulso alcista, un movimiento que los analistas de Rabobank indican que podría venir de la mano de la confianza de los inversores en las perspectivas de la eurozona para el segundo semestre.
El buen ritmo de la vacunación en la Unión Europea (UE) -con casi el 40% de la población inmunizada en al menos primera dosis- y una serie de datos económicos mejores de lo esperado en las últimas semanas “han reforzado los mercados bursátiles regionales, lo que ha dado lugar a ganancias de dos dígitos en lo que va de año en muchos índices”, comentan.
En sintonía con este movimiento, los datos de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos muestran un aumento progresivo de las posiciones largas netas en euros de los especuladores desde sus mínimos de abril. “Sin embargo, existe el riesgo de que esta operación acabe por saturarse”, avisan. “En la medida en que muchas de las buenas noticias ya están descontadas, los flujos hacia el euro podrían ser vulnerables si la Reserva Federal pone más énfasis en la reducción de las emisiones más adelante en el año y los rendimientos de los bonos suben en consecuencia”, advierten.
De hecho, a tres meses vista, los inversores del banco holandés, esperan que el euro/dólar vuelva a situarse por debajo de 1,20 dólares, “dado que es probable que la cuestión de la reducción de los estímulos Reserva Federal se plantee en algún momento”, muy probablemente “a finales de agosto, en el simposio de Jackson Hole”, vaticinan.