El precio de la vivienda repunta un 12,2% en el primer trimestre, mayor subida desde 2007
El precio de la vivienda libre registró en el primer trimestre del año su mayor subida desde el mismo periodo de 2007 al dispararse un 12,2% en tasa interanual, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los precios acumula así 40 trimestres al alza.

Por tipo de vivienda, la nueva aumentó su coste un 12,2% entre enero y marzo, una décima menos, mientras que la de segunda mano se encareció un 12,3%, con un incremento de 1,2 puntos respecto al trimestre anterior. En este caso, es su mayor incremento desde el primer trimestre de 2007.
Por CCAA, los precios de la vivienda presentaron tasas anuales positivas en todas. De hecho, todas registraron subidas superiores al 10%.
Los mayores aumentos de precios se produjeron en Andalucía y la ciudad autónoma de Melilla (ambas con un 14%) y en Región de Murcia (13,3%). Y las menores, en Baleares (10%), Cantabria (10,2%) y Castilla-La Mancha (10,4%).
En cuanto a la evolución intertrimestral, el precio de la vivienda repuntó un 3,5% en el primer trimestres de 2025 respecto al cuarto trimestre de 2024, tasa que lleva cinco trimestres al alza. Los precios de la vivienda nueva aumentaron un 5,5% y los de segunda mano subieron un 3,2%.
"El fuerte ritmo de encarecimiento de la vivienda responde a una combinación de demanda sólida, condiciones hipotecarias más favorables y escasez de oferta. Aunque el crecimiento de precios es notable, no estamos próximos a una burbuja inmobiliaria, ya que las condiciones financieras siguen siendo prudentes y se mantienen dentro de los criterios de solvencia exigidos por las entidades", explica la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos.
Como añade, la senda de recortes de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) hasta situarlos en el 2% "marca un cambio de rumbo en la política monetaria. El descenso del euríbor y la mejora de las condiciones de financiación facilitan el acceso al crédito para la compra de vivienda. Esta situación representa una oportunidad", asegura.
Sin embargo, cree que "esta mayor accesibilidad hipotecaria no garantiza una mejora real en la capacidad de compra de los ciudadanos. El encarecimiento de la vivienda neutraliza parcialmente el efecto de unas hipotecas más baratas. La combinación de alta demanda y falta de producto disponible seguirá dificultando el acceso a la vivienda y podría dejar fuera a una parte importante de la demanda insatisfecha. Por tanto, aunque el contexto financiero mejora, encontrar la vivienda adecuada seguirá siendo un reto creciente en los próximos meses", concluye.