Pon un asesor financiero en tu vida, si es inteligente mejor
Nunca ha sido tan fácil ser un inversor independiente, gracias a la gran cantidad de herramientas tecnológicas disponibles, como calculadoras financieras, aplicaciones de gasto e inversión y asesores inteligentes.

Sin embargo, a veces conviene contratar a alguien que te ayude. Los grandes acontecimientos de la vida, por ejemplo, pueden cambiar tu situación financiera de una forma que la tecnología no puede abarcar. El asesoramiento no es barato: una comisión tradicional equivalente al 1% de tus activos gestionados significa que pagarás 5.000 euros al año por una cartera de 500.000 euros, aunque cada vez hay más alternativas con comisiones más bajas. Tienes que pensar que el asesor no trabaja gratis, ni es tu cuñado. Como haces con el médico, el abogado o el notario su trabaja tiene un coste y mirar tu situación dándote respuesta a tus necesidades es un trabajo único y personal.
Aquí tienes cuatro preguntas que te ayudarán a decidir si necesitas contratar a un asesor.
1. ¿Tengo preparada la jubilación (da igual tu edad)? Si la respuesta es no y no sabes cómo encaminarte, entonces un asesor financiero podría ser la solución. Debes saber cuánto vas a cobrar, cuanto has aportado a la Seguridad Social y si tienes aportaciones a un plan de pensiones para poder anticiparte a esa situación en la que buscas disfrutar y no agobiarte por el dinero. En España la mayoría de los jubilados han considerado que su solución es la pensión del Estado y no tienen otras fuentes de ingreso. El número es el siguiente, existen en planes de pensiones privados más de 11 millones de participes con un patrimonio de 135.000 millones de euros lo que hace una media por participe de 12.161€. Qué harías en tu jubilación con 12 mil euros para disfrutar, una pena.
2. ¿Estoy listo para jubilarme? Si bien ahorrar dinero no siempre es fácil, es sencillo; tienes años para acumular riqueza, y los pequeños errores que cometas en el camino no necesariamente arruinarán tus posibilidades de éxito a largo plazo. Sin embargo, al acercarse la jubilación, surgen preguntas complejas y cometer errores puede arruinar tu situación financiera.
Un asesor financiero puede ayudar a quienes se acercan a la jubilación a planificar sus gastos, cuándo solicitar la Seguridad Social, cuánto retirar tanto en mercados alcistas como bajistas, qué activos utilizar primero y cómo influyen los impuestos en todo esto.
3. ¿Podré gestionar siempre mis inversiones? Si tiene amplios conocimientos sobre inversiones y dedica tiempo a investigarlas y gestionarlas, es posible que al principio no necesite un asesor financiero. Sin embargo, a medida que las inversiones se vuelven más complejas, deberá plantearse si puede seguir prestando atención a las comisiones que paga y a los riesgos que conllevan. Para otros, puede llegar un momento en que ya no puedan gestionar su cartera de inversiones debido a la edad, el deterioro cognitivo o una agenda muy apretada.
Incluso si planea participar activamente en la gestión de tu dinero durante la jubilación, un asesor financiero podría ser una solución segura si ya no puede tomar decisiones acertadas.
4. ¿Puedo escuchar consejos? Lo recomendable es que antes de buscar asesoramiento financiero, se haga una pregunta en dos partes, puedo cambiar mi forma de gestionar el dinero y estoy capacitado para confiar en mí mismo o necesito que me lo diga un profesional.
En función de las respuestas, y en el caso de que tengas la mentalidad para dejarte asesorar es muy probable que necesites la ayuda de un asesor. Este va a intentar hacer lo mejor por tu dinero pero como todo en la vida no es magia, el que tengas un asesor financiero no implica que puedas obtener de tus ahorros una rentabilidad del 100% anual. En España, si acudes a un asesor financiero en la mayoría de los casos implica que te explique lo que es las finanzas ya que nuestro problema no son los activos si no el analfabetismo financiero que los bancos han provocado. Pero en cualquier caso, déjate asesorar. Y si es por un Asesor Inteligente (AI) mucho mejor.



