Olvídese del timing, céntrese en la rentabilidad
Cuántas veces habremos oído decir, ahora estoy largo, actualmente estoy corto o en este momento no estoy ni en un lado ni en otro.

Largo es cuando la dirección de la inversión es alcista, es decir obtengo ganancias si el mercado sube, corto es si estoy a apostando a que el mercado cae y con ello gano dinero y ni en un lado ni otro es cuando no se tiene claro la dirección que el mercado va a tomar
Yo, tras más de 24 años en el mercado, me he convencido de que acertar la dirección del mercado de forma sistemática en un horizonte de inversión a medio o largo plazo, es una tarea harta complicada por no decir inverosímil.
Ahora, lo que si pienso es que los mercados a corto plazo son ineficientes y que en los tres escenarios descritos anteriormente podemos encontrar oportunidades de inversión tanto en renta variable como en renta fija.
Para ello pienso que es básico tener disciplina a la hora de invertir, diversificar (no contar con posiciones sobreponderadas que si tienen un comportamiento distinto al deseado, nos pueda estropear el posible rendimiento positivo de una cartera de inversión) y flexibilidad, esta última con mayor incidencia en los tiempos actuales, donde la cotización de los precios se mueve a gran velocidad.
En este 2025 por ejemplo hemos visto que algo que podía estar barato en el mes de abril puede pasar a estar caro en tan solo 4 meses y pongo por ejemplo las empresas que mas ponderan en el mercado tecnológico norteamericano, que podrían estar empujando al índice Nasdaq a una corrección.

Como he comentado en otros artículos, a parte de los análisis adecuados a cada de una de las inversiones, una de las cosas más importantes es el precio, es decir que de bueno o de malo ya ha descontado la tendencia de un activo. Esto nunca los vamos a saber al 100%, pero si podemos analizar lo que puede tener valor o por el contrario aquello que no, es decir activos que estén llegando a una valoración justa según nuestro análisis y que nos interese venderlos o reducir su ponderación dentro de la cartera.
Esto último puede estar pasando actualmente con el sector financiero europeo, los bancos en Europa en la pasada dedada eran el patito feo y nadie quería tenerlos en cartera, pero desde los mínimos del Covid han subido más de un 300%.

Sin embargo, en este momento podríamos ver una valoración adecuada de los mismos y un trasvase de flujos a otro sectores mas castigados, como por ejemplo el sector de lujo europeo, que cotiza a unos múltiplos no vistos desde los meses previos al COVID en el 2020 y cuyos valores han sufrido caídas en bolsa de mas de un 50% desde sus máximos.
Otro sector que puede estar en una situación distinta al sector financiero es el sector de energías verdes o renovables, estos tocaron suelo en abril de este año y si la pendiente de la curva de tipos de interés no aumenta considerablemente (es decir, no se producen subidas fuertes adicionales a los tipos de interés actuales, que influyan en los costes de financiación de este tipo de este tipo de compañías, muy expuestas a constantes inversiones) podrían perfectamente continuar con el momentum que han iniciado durante este verano.
Estos dos últimos, lujo y energías limpias, son por citar dos segmentos donde se pueden encontrar ideas de inversión, que incluso tener un comportamiento inverso a los índices de renta variable. Es decir, los índices de renta variable podrían caer, por el peso que tienen las grandes tech en el mercado USA y por el peso que tiene el sector financiero en Europa , si bancos o las 7 magnificas (los valores con mas ponderación en el índice USA) tuvieran una corrección o ajuste en la tendencia alcista actual. Y que flujo que pueda salir de estos dos sectores bastante maduros se vaya a sectores infravalorados o sobrevendidos como son los dos que he comentado en este párrafo como ideas de inversión.
Voy a cambiar ahora al mercado de renta fija, las subidas de tipos de interés que he comentado, pueden suponer también otra idea de inversión. La estrategia sería aumentar la duración y el vencimiento de la cartera, e invertir en bonos con unos cupones de rentabilidad mas altos, que compensen el riesgo de tener que venderlos antes del final del plazo de la emisión.
La conclusión que saco de todo esto es la siguiente, y es que podemos estar mas o menos expuestos a los mercados financieros, según la visión global que tengamos de los mismos y el perfil de riesgo de la cartera de inversión que vayamos a gestionar o asesorar. Pero debemos de estar siempre invertidos, aunque sea con una cartera de renta fija de alta calidad crediticia de duraciones cortas que nos permita compensar el incremento de la inflación anual, ahora en Europa del 2%.
Las estrategias de trading, tan de moda en estos días y en la mayoría de los casos en derivados sobre índices o sobre sectores calentados a través de redes o medios de información suelen ser apuestas muy concentras en una de las dos direcciones verticales que puede tener el mercado, al alza o la baja, suponen un alto riesgo y además cuentan con una poca probabilidad de replicarse adecuadamente a lo largo de los años.
Sin embargo, invertir con diversificación, disciplina y analizando lo que nos pueden estar ofreciendo el precio de los activos (nunca yendo detrás de ellos) nos brinda la posibilidad de poder obtener rentabilidades de una forma recurrente, en un horizonte de inversión de medio y largo plazo.



