Michelin se hunde tras revisar a la baja previsiones por la debilidad de Norteamérica
Las acciones de Michelin se han desplomado este martes (-8,93%) después de que el fabricante francés de neumáticos haya rebajado sus previsiones anuales, al constatar una demanda mucho más débil de lo esperado en Norteamérica, su principal mercado.

El grupo ha explicado que los resultados del tercer trimestre muestran un entorno de negocio más débil de lo previsto en julio, lo que le ha llevado a ajustar sus objetivos anuales antes de la presentación oficial de sus ventas trimestrales, prevista para el 22 de octubre.
Michelin espera ahora un resultado operativo por segmentos (SOI), a tipos de cambio constantes, de entre 2.600 y 3.000 millones de euros, frente a una previsión anterior de más de 3.400 millones. Además, el flujo de caja libre antes de adquisiciones se situará entre 1.500 y 1.800 millones de euros, frente al objetivo previo de más de 1.700 millones, lastrado también por la debilidad del dólar.
La compañía ha reconocido que, aunque ha registrado crecimiento interanual de volúmenes en otras regiones, el negocio en Norteamérica se ha deteriorado más de lo previsto, con una caída de las ventas del 10% en el tercer trimestre. Este descenso se debe, según el comunicado, a un desplome de la demanda por parte de los fabricantes de equipos originales (OEM) en los segmentos de camiones y agricultura, a un mercado de reposición débil que refleja la desaceleración económica, y a menores ventas al consumidor.
“En el frente de los márgenes, la competitividad del grupo se ha visto afectada por los aranceles”, indicó Michelin.
La empresa subraya que el dólar estadounidense se ha debilitado más de lo esperado (1,17 frente a 1,15), lo que añade presión sobre el flujo de caja del grupo.
Michelin destaca, sin embargo, que su capacidad de crecimiento en otras regiones demuestra la resiliencia de su modelo y su habilidad para generar valor en distintos segmentos, a pesar de las incertidumbres que pesan sobre la demanda tanto de clientes particulares (B2C) como empresariales (B2B).
Las advertencias de la compañía llegan en un momento complicado para el sector del automóvil, con una demanda débil en Europa, una mayor competencia de los fabricantes chinos y el impacto de los aranceles sobre las exportaciones a Estados Unidos.



