JP Morgan lo tiene claro: "Las correcciones en las bolsas europeas deberían aprovecharse para comprar"
Las bolsas europeas caen con fuerza este martes a medida que los miedos en los mercados, ante la posibilidad de que haya una burbuja en torno a la inteligencia artificial (IA), se intensifican. Sin embargo, JP Morgan ha lanzado un mensaje contundente a los inversores: “Las correcciones (en las bolsas europeas) deberían aprovecharse para comprar”, ya que el trasfondo económico y empresarial apunta a una mejora progresiva en 2026. En su último informe de estrategia, la entidad estadounidense destaca que el contexto macro sigue siendo favorable y que Europa cuenta con bases suficientes para que los beneficios actúen como un soporte para las cotizaciones, incluso si no se alcanzan las previsiones más optimistas del consenso.

El banco subraya que la última temporada de resultados ha sido “generalmente alentadora”, especialmente en Estados Unidos. Uno de los datos más relevantes es que el S&P 500, excluyendo a los 7 Magníficos, ha registrado un crecimiento del 12% del beneficio por acción (BPA), la mejor tasa en años, lo que demuestra que los beneficios se están ampliando más allá del reducido grupo de gigantes tecnológicos.
La realidad europea es más moderada: los beneficios de las compañías de la eurozona crecieron un 1% interanual en el tercer trimestre y retroceden un 2,6% en lo que va de año. JP Morgan recuerda que anticipó una temporada dominada por EEUU y que esta debilidad justificó deshacer parte del rally del Euro Stoxx 50 desde marzo. Sin embargo, insiste en que la rentabilidad empresarial mejorará el próximo año, apoyada por factores macro y sectoriales.
UN PIB QUE SE DUPLICARÁ Y UN ENTORNO MÁS FAVORABLE
JP Morgan prevé que el PIB de la eurozona pase de un ritmo inferior al 1% en verano a acercarse al 2% a finales del próximo año. "En la práctica, más que duplicarse, con riesgos al alza en estas previsiones, en nuestra opinión".
La entidad considera que la mejora del apalancamiento operativo debería apoyar la evolución de los beneficios en la eurozona. Además, espera un menor viento en contra por divisa, un entorno más favorable en China que ayude a los exportadores, menos incertidumbre comercial y unas condiciones de financiación más fáciles.
El banco destaca la correlación entre las revisiones de BPA y los indicadores adelantados como los PMI. La eurozona registró recientemente un PMI de 53, máximo del año, y si avanzara por encima de 54, las revisiones de beneficios entrarían en terreno claramente positivo. El índice IFO alemán también muestra una tendencia al alza y mantiene una fuerte correlación con la evolución de los sectores cíclicos frente a los defensivos. Si continúa mejorando gracias al estímulo fiscal, los sectores de mayor beta podrían experimentar un punto de inflexión al alza, partiendo además de márgenes muy deprimidos.
Aunque prevé mejora, JP Morgan reconoce que los beneficios europeos de 2026 podrían no alcanzar el crecimiento del 15% esperado por el consenso. Estima que una cifra más realista es el 10%. Recuerda, además, que un tercio del crecimiento previsto proviene del sector del automóvil, lo que introduce importantes efectos base.
Aun así, insiste en que no es necesario que Europa supere las previsiones para que los beneficios actúen como motor del mercado. De hecho, señala que en la mayoría de los años las expectativas de los analistas se revisan a la baja sin que ello impida que las acciones se comporten bien.
ROTACIÓN Y OPORTUNIDAD
El banco también advierte sobre los riesgos acumulados en torno a la inversión temática en inteligencia artificial, el posicionamiento elevado y la brecha entre sectores de baja beta y los rendimientos de los bonos. Aun así, considera que esto forma parte de un proceso lógico de mercado y que es probable que se produzca una rotación entre los ganadores y perdedores del año, un patrón típico de comienzos de ejercicio.
En este contexto, JP Morgan sostiene que ni los mercados emergentes ni las bolsas europeas deberían comportarse como activos de alta beta en las caídas, y que la volatilidad reciente “no debería prolongarse demasiado”. Su recomendación es clara y concluyente: las caídas en las bolsas europeas deberían aprovecharse para comprar, una estrategia que respalda con el sólido entorno de actividad, el descenso gradual de los tipos y la contención de las presiones de precios.



