La inflación de Alemania baja una décima en junio, hasta el 2%, justo en el objetivo del BCE
La inflación de Alemania se relajó una décima en junio, hasta el 2% interanual, colocándose así justo en el objetivo del Banco Central Europeo (BCE), según los datos publicados por Destatis, la Oficina Federal de Estadística.

Por componentes, la energía se abarató en el sexto mes del año un 3,5% en comparación con la bajada del 4,6% en mayo.
Por su parte, los servicios aumentaron su precio un 3,3% en junio, una décima menos que en el mes anterior y el coste de los bienes subió un 0,8% interanual, también una décima menos. Los alimentos se encarecieron un 2%, menos que la subida del 2,8% registrada en mayo.
En cuanto a la tasa de inflación subyacente, es decir, excluyendo del cálculo el impacto de los alimentos y de la energía, se moderó una décima, hasta el 2,7%.
EL DATO DEBERÍA TRANQUILIZAR AL BCE
"Los datos estatales regionales disponibles sugieren que la caída de los precios mensuales de alimentos y ropa, así como la disminución de los precios del gasóleo para calefacción y la gasolina en comparación con el año pasado, impulsaron la inflación general a la baja. Mientras tanto, los precios de la atención médica y el transporte se aceleraron en comparación con el año pasado. La inflación de los servicios se mantuvo prácticamente sin cambios", comentan los analistas de ING.
De cara al futuro, al menos a corto plazo, ven probable que la inflación alemana mantenga su tendencia a la baja, probablemente por debajo del 2% en los próximos meses: "Esta perspectiva se ve confirmada por las recientes expectativas de precios de venta tanto en la industria como en los servicios, que han caído a sus niveles más bajos en más de un año. Huelga decir que gran parte del pronóstico actual de inflación depende de los precios del petróleo en el futuro".
Respecto a la inflación subyacente, creen que, en términos más estructurales, dos tendencias opuestas determinarán su trayectoria futura. Por un lado, "el enfriamiento del mercado laboral debería reducir las presiones salariales y, en consecuencia, las inflacionarias". Por otro, "es probable que el estímulo fiscal del gobierno aumente la presión inflacionaria hacia finales de año y posteriormente", dicen.
Como resultado, esperan que la inflación general alemana se mantenga entre el 1,5% y el 2% durante la segunda mitad del año. Además, aseguran que la lectura de la inflación alemana "debería tranquilizar al BCE, que considera que la tarea de volver a situar la inflación en el objetivo está prácticamente cumplida".