La energía nuclear arrasa en bolsa: guía para aprovechar una "oportunidad histórica"
La revolución de la inteligencia artificial no solo se mide en chips, parámetros y algoritmos. También en megavatios. La nueva fiebre tecnológica necesita una corriente eléctrica constante para seguir creciendo y, mientras los parques solares duermen y los aerogeneradores dependen del viento, la energía nuclear despierta de un largo letargo con un objetivo ambicioso: iluminar el futuro digital sin generar emisiones.

Según Manuel Pinto, analista de XTB, la ecuación es sencilla: “La IA va tan rápido que el sistema eléctrico mundial no puede seguirle el ritmo sin recurrir a la nuclear”. Y los inversores ya han tomado nota.
AUGE ENERGÉTICO IMPULSADO POR LA IA
Los centros de datos, el corazón y los pulmones de la IA, están sedientos de electricidad. Hoy ya consumen alrededor del 1% de la energía global, pero ese porcentaje podría duplicarse o incluso triplicarse de aquí a 2030, según Goldman Sachs. No en vano, una simple consulta generativa puede requerir hasta diez veces más electricidad que una búsqueda tradicional en Google.
Para Pinto, la conclusión es inevitable: “Las grandes tecnológicas han entendido que, si quieren que la IA siga creciendo, necesitan una fuente limpia que garantice suministro 24/7. Solo la nuclear cumple esa condición”. Esa demanda se ha convertido en un imán para el capital.
REACTIVACIÓN DE PLANTAS: LA SEGUNDA VIDA NUCLEAR
Construir nuevos reactores puede tardar años, incluso en el caso de los pequeños modulares. Por eso, las grandes eléctricas están rescatando instalaciones que parecían condenadas al desmantelamiento.
Un ejemplo emblemático: la planta Duane Arnold en Iowa. Cerrada en 2020, volverá a la vida en 2029, impulsada por un acuerdo millonario con Google para alimentar sus centros de datos durante los próximos 25 años.
Lo que está sucediendo en Iowa es solo la punta del reactor. Constellation Energy quiere reactivar uno de los reactores de Three Mile Island (Pensilvania) antes de 2027; Holtec International planea el renacimiento de Palisades (Michigan) a principios del año que viene; y Santee Cooper, en Carolina del Sur, ha retomado conversaciones para rematar la planta VC Summer con apoyo de Brookfield.
Como resume Pinto: “La velocidad con la que estos acuerdos se están cerrando demuestra que la energía nuclear vuelve a ser estratégica”.
LA BOLSA SE ENCIENDE… COMO UN REACTOR
Los inversores están corriendo para asegurarse un asiento antes de que la gran explosión de beneficios comience. Compañías norteamericanas como Oklo y NuScale se han disparado en los mercados tras anunciar financiación y proyectos con potencial comercial.
El rally no se queda ahí. La canadiense Cameco, Constellation y BWX Technologies han marcado máximos históricos recientes. Y hay cifras que hablan solas: Oklo sube más de un 500% desde enero. Un rendimiento que cualquier minero de uranio envidiaría.
Pinto lo explica con claridad: “El dinero está volviendo a la energía nuclear porque la demanda es real, urgente y global”.
¿CÓMO JUGAR ESTA PARTIDA?
Hay varias vías para sumarse al resurgir atómico, según indica el citado estratega:
Acciones directas: Oklo, NuScale, Cameco, Constellation o BWX Technologies.
ETFs especializados: como Uranium and Nuclear Technology, que ofrece mayor diversificación.
Este fondo está centrado en Norteamérica (34% EEUU, 34% Canadá) y también apuesta por Japón (20%), con posiciones destacadas en Cameco, BWX Technologies y Uranium Energy.
“Para quien busque reducir riesgos, los ETFs permiten participar en la tendencia sin depender de un solo reactor ni de un proyecto regulatorio”, apunta Pinto.
EL FUTURO QUE QUIERE BRILLAR EN VERDE
La IA promete revolucionarlo todo… siempre que pueda encender la luz. Y, de momento, quien mejor puede garantizar ese interruptor permanente es la energía nuclear. El miedo del pasado se está transformando en oportunidad de inversión. Una suerte de renacimiento radiactivo, donde los átomos y los algoritmos van de la mano.
Pinto lo resume en una frase con poca fisión y mucha visión: “El cuello de botella energético puede ser la mayor oportunidad bursátil de la década”.
Mientras el mundo se electrifica y la IA acelera, una vieja conocida vuelve a presentarse como la mejor aliada del progreso. No es ciencia ficción: es la energía nuclear pidiendo paso… y cotizando al alza.



