El IPC de China sube un 0,7% en noviembre y marca un máximo de 21 meses
El IPC de China avanzó un 0,7% interanual en noviembre, su mayor nivel en 21 meses, impulsada por un fuerte repunte de los precios de los alimentos, especialmente de las verduras frescas. El dato confirma la aceleración registrada en los últimos meses —venía del 0,2% en octubre— y coincide con las previsiones del consenso. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, el incremento estuvo sostenido por un alza del 14,5% en el precio de las verduras frescas, tras un salto mensual del 7,2% provocado por problemas de oferta debido al clima.

La inflación subyacente se mantuvo estable en el 1,2% interanual, poniendo fin a una racha de seis meses de aceleración. Los precios no alimentarios bajaron ligeramente hasta el 0,8% interanual, lastrados por un mayor descenso en transporte y comunicaciones (-2,3%).
Los precios de producción (PPI), por su parte, volvieron a mostrar un tono claramente deflacionista. Cayeron un 2,2% interanual en noviembre —después del -2,1% de octubre— y encadenaron su 38º mes consecutivo en negativo. Entre las categorías con mayores descensos destacaron la minería y lavado de carbón (-11,8% interanual) y la extracción de petróleo y gas (-10,3%).
EL IMPACTO DE LOS ALIMENTOS
ING destaca que el repunte del IPC respondió sobre todo a la evolución de la alimentación, que pasó al terreno positivo (+0,2% interanual) tras meses actuando como freno. El banco subraya que "la mayor contribución provino de un repunte en los precios de las verduras frescas" y prevé que la recuperación de los precios del cerdo, actualmente en -15% interanual, apoye la inflación en los próximos meses.
Pese al repunte, el avance continúa siendo moderado. ING señala que la inflación podría registrar en 2025 "una lectura ligeramente positiva", pero considera que no será un obstáculo para que el Banco Popular de China siga aplicando medidas de apoyo. Según la entidad, "no creemos que la inflación vaya a limitar la relajación de la política monetaria el próximo año", especialmente si la mayor parte del avance procede del componente alimentario.
Las autoridades económicas mantienen el foco en evitar un estancamiento deflacionario prolongado, en un año marcado por la debilidad del mercado inmobiliario, un consumo frágil y un exceso de producción que ha obligado a muchas compañías a reducir precios. ING prevé que la inflación china vuelva a situarse claramente en positivo en 2026, lo que ayudaría a disipar los temores de deflación, aunque supondría un deflactor del PIB menos favorable.
De cara al arranque del nuevo Plan Quinquenal, Pekín prepara nuevas medidas de estímulo para apuntalar el crecimiento. ING anticipa recortes de 20 puntos básicos en los tipos de interés en 2026, en un contexto en el que se espera que la política monetaria siga siendo acomodaticia y orientada a sostener la demanda interna.




