"Las dos acciones que el gurú Warren Buffett nunca dejaría escapar"
¿Quién no querría tener la brújula de Warren Buffett a la hora de invertir? El oráculo de Omaha ha demostrado durante más de medio siglo que la paciencia, cuando se combina con empresas sólidas, puede convertirse en la mayor arma de rentabilidad.

Su fórmula es sencilla pero poderosa: identificar negocios con ventajas competitivas duraderas, comprarlos a precios razonables y mantenerlos hasta que los años transformen la inversión en patrimonio. Como él mismo resumió en una frase que ha pasado a la historia: “Mi periodo favorito de tenencia es para siempre”.
Partiendo de estas premisas, Adria Cimino, analista de The Motley Fool, resalta dos títulos que el veterano gestor "jamás dejaría escapar" y que, en su opinión, conviene mantener siempre en cartera: Amazon y American Express.
AMAZON: EL GIGANTE QUE LLEGÓ TARDE, PERO A TIEMPO
Curiosamente, Buffett no fue pionero con Amazon. Reconoció en varias ocasiones que no supo valorar a tiempo el potencial del gigante del comercio electrónico. Sin embargo, Berkshire Hathaway rectificó en 2019 incorporando la acción a su cartera, y, desde entonces, la apuesta se ha duplicado en valor. “A veces en los mercados lo importante no es ser el primero, sino no quedarse fuera de un tren que todavía tiene combustible de sobra”, explica Cimino.
Amazon es mucho más que paquetes que llegan a la puerta de casa. Su división de nube, Amazon Web Services (AWS), es líder mundial y la verdadera máquina de beneficios de la compañía. Lo interesante ahora es cómo se entrelazan dos megatendencias: cloud e inteligencia artificial. AWS ya factura a un ritmo de 123.000 millones de dólares anuales, y la incorporación de servicios de IA promete elevar aún más ese listón.
“Amazon está usando la IA para recortar costes en su comercio electrónico y al mismo tiempo vende esas herramientas a miles de clientes”, apunta Cimino. El doble juego es evidente: menos gastos internos y más ingresos externos. Con un PER de 34 veces beneficios futuros, muy por debajo de las 50 veces de hace apenas un año, "el título vuelve a presentarse como una oportunidad razonable de largo plazo".
AMERICAN EXPRESS: "EL PODER DE UN MOAT IRROMPIBLE"
El otro gran nombre elegido por el mencionado estratega es American Express. La diferencia aquí es que no se trata de un error corregido a tiempo, sino de una convicción mantenida durante décadas.
La compañía de tarjetas ha construido un foso competitivo basado en exclusividad y fidelidad: clientes de alto poder adquisitivo, beneficios exclusivos y una marca difícilmente replicable.
La estrategia sigue funcionando. Los últimos resultados reflejaron ingresos récord de 17.900 millones de dólares y un aumento del 17% en el beneficio por acción ajustado. Pero lo más llamativo es el perfil de los nuevos clientes: un 63% de las altas globales proceden de los millennials y de la generación Z. En otras palabras, American Express no solo conserva su base de usuarios tradicionales, sino que se asegura el relevo generacional.
“Cuando encuentras un negocio verdaderamente maravilloso, quédate con él”, recordaba Buffett en su carta a accionistas de 2023. Esa capacidad de atravesar crisis económicas sin apenas desgaste -porque sus clientes suelen estar menos expuestos a los vaivenes del ciclo- es lo que convierte a esta empresa financiera en una apuesta de continuidad. Aunque su valoración ha pasado de 15 a 21 veces beneficios estimados en un año, "el precio sigue siendo razonable para quien piense en la próxima década, no en el próximo trimestre".
LA LECCIÓN DE UN INVERSOR PACIENTE
El binomio Amazon - American Express refleja la esencia del estilo Buffett: diversificación entre sectores pujantes y negocios consolidados, pero siempre bajo el prisma de la durabilidad. Amazon encarna la disrupción tecnológica y la capacidad de reinventarse; American Express, la fortaleza de un modelo clásico que resiste modas y crisis.
En tiempos de volatilidad y titulares que cambian cada día, la estrategia del oráculo de Omaha parece un recordatorio contra la impaciencia. “La lección es clara: cuando hallas un negocio extraordinario, lo correcto es aferrarse a él”, subraya Cimino. Y aunque pocos tienen el olfato de Buffett, cualquiera puede inspirarse en su disciplina: comprar con criterio y dejar que el tiempo haga su trabajo.
En definitiva, estas dos multinacionales son más que recomendaciones puntuales. Son recordatorios de que, en bolsa, las verdaderas oportunidades no siempre brillan en el corto plazo, sino en la constancia de quien sabe esperar. O, como diría el propio Buffett, en el valor de mantener una acción no por meses ni por años, sino “para siempre”.



