El dinero está en los enchufes: dónde invertir en plena fiebre de los centros de datos
¿Qué tienen en común los modelos de inteligencia artificial y los coches de Fórmula 1? Que sin combustible no sirven de nada. Y en la nueva economía de la IA, la gasolina se llama electricidad. La escasez energética se ha convertido en el auténtico cuello de botella para quienes quieren entrenar los modelos más avanzados.

Mientras Wall Street debate si el próximo chip será más rápido, hay empresas que ya han descubierto el verdadero oro del futuro: megavatios contratados y conexiones eléctricas aseguradas.
George Budwell, analista de The Motley Fool, lo deja claro: “La verdadera escasez no son los chips, es la energía para alimentarlos a escala”. Y en ese universo emergen dos recomendaciones para comprar ahora: Applied Digital y Core Scientific.
APPLIED DIGITAL: COBRAR LA RENTA DEL FUTURO
Applied Digital ha logrado lo que todos los nuevos actores del sector desean y muy pocos consiguen: campus construidos específicamente para IA y contratos de 15 años con pagos mínimos garantizados.
Un ejemplo vale más que mil folletos:
- 200 megavatios arrendados por 5.000 millones de dólares.
- Opción de otros 800 megavatios adicionales.
- Contrato cerrado en octubre con un gigante tecnológico estadounidense
A eso hay que sumar la expansión previa para CoreWeave, que ya ocupa 400 megavatios en el campus Polaris Forge 1.
Budwell sintetiza el atractivo del modelo: “Applied Digital cobra aunque el cliente no consuma toda la capacidad”.
En un mercado donde muchos juegan a prometer y construir después, Applied ya tiene las llaves de la instalación… y del cuarto de contadores. Aquí la volatilidad se reduce porque no vende hype: vende espacio, energía y tiempo.
NADA DE FANTASÍAS TECNOLÓGICAS
Invertir en empresas que dependen de chips exclusivos o ciclos tecnológicos rápidos puede hacernos tropezar. Cuando la oferta alcanza a la demanda, los múltiplos se desinflan.
Pero Applied Digital ha encontrado un camino firme: “Se paga por la disponibilidad, no por el uso”, subraya el analista. En otras palabras: incluso si el mercado se toma un respiro, la empresa ingresará dinero igual. Eso, en el terreno de la IA, es casi revolucionario.
CORE SCIENTIFIC: LA INDEPENDENCIA COMO ARMA
Core Scientific desempeña otro papel clave: no solo opera enormes centros de datos en EEUU, sino que mantiene un equilibrio inteligente entre minería de Bitcoin y hosting de IA.
Sus cifras dejan claro que no improvisa:
- 200 MW ya contratados para alojar IA de CoreWeave.
- Plan para alcanzar 900 MW brutos de hosting de IA.
- 1,3 GW de potencia asegurada.
Pero quizá lo más interesante es una decisión corporativa reciente y valiente: rechazar la compra de 9.000 millones de dólares por parte de CoreWeave.
El analista lo explica así: “Seguir independiente le permite negociar con varios clientes en lugar de estar atada a uno solo”. En un mercado donde la capacidad se subasta como billetes para un concierto imposible, la libertad vale dinero.
LA CLAVE ESTÁ EN LA RED ELÉCTRICA, NO EN LOS GRAFENOS
Vivimos la fiebre del chip, pero la fiebre real se encuentra en algo más mundano y más caro: los permisos de conexión y el suministro eléctrico.
Budwell insiste: “Los contratos de capacidad eléctrica importan más que la generación de GPU”. Y eso significa una cosa: quien controle la infraestructura controlará el avance de la IA.
Los dos valores analizados cumplen esa regla: se han anticipado, aseguran capacidad y pasan la factura durante años.
CONCLUSIÓN: DOS APUESTAS PARA EL LADO OCULTO DE LA IA
El mercado puede seguir entreteniéndose con debates filosóficos: ¿cuál será el modelo que dominará? ¿Cuántos tokens por segundo? Pero en paralelo, alguien está construyendo las paredes, los cables y el suministro eléctrico del mundo que viene.
Applied Digital y Core Scientific representan ese esqueleto invisible de la IA: sólido, tangible, difícil de replicar. Como resume Budwell: “La infraestructura determina hasta dónde puede escalar la IA”.
Y si la historia de la tecnología nos ha enseñado algo, es que los que controlan la infraestructura… suelen quedarse con la mejor parte del negocio. Aquí las máquinas pueden ser inteligentes, pero los inversores deben ser listos. Y rápidos.



