El delicado equilibrio de Francia: deuda, crecimiento y una "tercera vuelta" clave
Emmanuel Macron ha ganado las elecciones francesas con el apoyo del 58,5% de los votos frente al 41,5% conseguido por la ultraderechista Marine Le Pen. "El resultado ahorra a los inversores la ansiedad que podría haber provocado un triunfo de Le Pen. Sin embargo, también pone de manifiesto lo dividida que está Francia", señala Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres.

UNAS ELECCIONES A "TRES VUELTAS"
Si bien la de este domingo ha sido la principal cita electoral, los expertos también señalan el 12 de junio como otro día a tener muy en cuenta en la agenda política francesa, pues en esa fecha se celebran las elecciones legislativas en Francia, donde se elegirán a los 577 diputados de la Asamblea Nacional.
“Se podría decir que hay una elección a tres vueltas”, explica la profesora Bethlem Boronat, quien subraya la importancia de estos comicios, pues el panorama político ha cambiado mucho desde 2017, como bien demuestra la “desaparición” de los partidos tradicionales, y será más difícil conseguir una mayoría absoluta que Macron consiguió en 2017 y que se fracturó en mayo de 2020 con la escisión de 17 diputados de LREM.
En este sentido, Mélenchon se ha postulado como primer ministro y ha pedido a sus electores que le voten en masa en estos comicios para, como señala Boronat, condicionar las políticas del futuro presidente. “Creo que se va a generar algún tipo de revuelta social en los próximos meses, sobre todo si la mayoría en las legislativas es de la Francia Insumisa. Creo que, a la larga, la situación exterior va a pesar más que la situación en Francia y por eso pienso que en esta ocasión los resultados de las legislativas van a ser muy importantes, ya que la mayoría para Macron no va a ser nada fácil”, subraya; los expertos de Berenberg, por su parte, señalan que, de no conseguir una mayoría en las legislativas, “podría tener que diluir los planes de nuevas reformas”.
FALTAN REFORMAS POR HACER EN FRANCIA
Berenberg recuerda que hace cinco años estimaban que una elección de Macron “transformaría a Francia de un país rezagado a un líder del crecimiento en Europa” y creían que el país galo “podría disfrutar de una década de mayores ganancias en empleo y nivel de vida que la vecina Alemania”. Un lustro después, para la firma alemana, Macron “ha logrado el cambio”: “Las grandes reformas del mercado laboral y de la educación, la reducción de los impuestos de sociedades y una acogida más cálida para los inversores extranjeros han convertido a Francia en un lugar mejor para invertir y crear empleo”. “En el cuarto trimestre de 2021, el PIB francés superó su nivel de finales de 2016 en un 6,6%, superando al Reino Unido (+4,8%) y a Alemania (+3,5%). A pesar de su menor población, Francia tiene ahora más creación de empresas que Alemania”, subrayan.
Pese a ello, “ha habido una serie de reformas que no ha podido hacer como la de las pensiones que no ha podido hacer en estos cinco años como en el resto de los países”, señala Boronat. “Ha gobernado, pero no ha podido llevar a cabo todas sus propuestas porque durante la pandemia se tuvo que poner a hacer otra cosa y tuvo que anteponer otras emergencias a su programa y sus reformas”, añade.
En este contexto, los analistas de Berenberg explican que el mercado laboral francés “ha dado un giro” y hablan de un “trabajo inacabado”: “Tras un largo periodo en el que Francia tuvo un rendimiento inferior, su crecimiento del empleo ha repuntado desde 2016. En los cinco años transcurridos hasta finales de 2021, el empleo francés aumentó un 5%, muy por delante del aumento del 2,9% de Alemania”. Para la compañía germana, “Francia aún no ha llegado a la meta”, ya que “a pesar de los recientes avances, su tasa de empleo (67,8% a finales de 2021) sigue estando muy por debajo de la de Alemania (76,5%)”. Mientras, Marine Le Pen quiere cambiar la meta a la que llegar.
“Aunque quiere ofrecer un estímulo fiscal a través de la reducción de los impuestos sobre la energía y un mayor gasto público, y se ha retractado de sus anteriores llamamientos para que Francia abandone el euro y la UE, podría ser mala para las empresas”, explican.



