La confianza empresarial de Alemania cae: "Poca fe en que la recuperación llegue pronto"
"El sentimiento entre las empresas en Alemania se ha deteriorado". Así de rotundo se muestra Clemens Fuest, presidente del Instituto Ifo, después de que la confianza empresarial haya caído en noviembre debido a "expectativas más pesimistas". "Tienen poca fe en que la recuperación vaya a llegar pronto".

Y es que el índice de clima empresarial ha retrocedido a 88,1 puntos en el undécimo mes del año, frente a los 88,4 de octubre, por debajo de lo esperado. El indicador de expectativas también ha mostrado un descenso a 90,6 desde los 91,6 previos. Sin embargo, el de valoración actual ha mejorado a 85,6 unidades en noviembre desde las 85,3 del mes anterior.
Por sectores, en la manufactura, el índice ha empeorado. "Las expectativas en particular sufrieron un golpe significativo. Las empresas son más escépticas respecto a los próximos meses. Informaron de libros de orden inferiores. Sin embargo, las condiciones empresariales actuales eran ligeramente mejores", ha señalado Fuest.
En el sector servicios, el clima empresarial ha mejorado una vez más. "Los proveedores de servicios evaluaron la situación actual como algo más positiva; sin embargo, sus expectativas se deterioraron ligeramente. Hubo un retroceso notable en el sector del transporte y la logística, mientras que el sentimiento en el turismo mejoró significativamente".
En el comercio, el clima empresarial ha bajado. "Las empresas evaluaron su situación actual como algo peor y las expectativas también disminuyeron. Los minoristas, en particular, se sintieron decepcionados al inicio de la temporada navideña", ha remarcado el presidente del Ifo.
En construcción, el índice también ha registrado una caída. "Aunque la situación actual muestra una clara tendencia al alza, las expectativas volvieron a ser más pesimistas. La débil demanda sigue siendo un cuello de botella decisivo", ha añadido Fuest.
"NO HAY UNA RESPUESTA CONVINCENTE"
Tras conocerse estos datos, los expertos de ING Economics no se han mostrado sorprendidos. "La combinación de un componente de evaluación actual aún débil y una inversión de las expectativas es otro ejemplo de una economía que permanece profundamente estancada".
En este sentido, han indicado que la economía alemana aún no ha encontrado lo que busca. "El año 2025 ha sido otro año de esperanza y optimismo decepcionante. Un año de entusiasmo y emoción, impulsado por el giro sin precedentes de la política fiscal alemana y su decisión de invertir significativamente en infraestructura y defensa esta primavera".
"Pero también un año de sorpresa y vergüenza ajena al ver cómo el nuevo gobierno socavaba el impacto positivo del estímulo fiscal con decisiones presupuestarias torpes, nuevas tensiones políticas y falta de reformas estructurales. El ánimo en Alemania se agrió y el optimismo se estancó, y no solo por los aranceles estadounidenses o la fortaleza del euro, factores que complican la situación del sector exportador", han agregado estos analistas.
Además, ponen el foco en que las últimas semanas han suscitado nuevas dudas sobre si los responsables políticos alemanes han comprendido plenamente la nueva realidad económica en la que se encuentra el país. "Una realidad en la que Alemania ha perdido competitividad internacional como resultado de una inversión insuficiente a largo plazo, cierta ingenuidad y arrogancia, y el ascenso de China, que pasó de ser un destino de exportación a un rival del sistema".
Por ello, han afirmado que, a pesar de los desafíos estructurales y el sombrío clima, la magnitud del estímulo fiscal anunciado por Alemania —500.000 millones de euros para infraestructuras y una postura de "lo que sea necesario" en defensa— sigue siendo un "argumento sólido contra un abandono prematuro" de la economía alemana.
"Al menos por ahora, aún queda la esperanza de que el estímulo fiscal en Alemania sea como la clásica botella de kétchup: al principio, hagas lo que hagas, no sale nada de la botella hasta que, de repente, todo se desborda de golpe. No solucionará los problemas estructurales, pero al menos podría ser una razón para poner otra canción de U2 en Alemania el año que viene: Its a beautiful day", concluyen en ING Economics.



