El BCE no volverá a llevar los tipos de interés al 0% sin antes recurrir a otras alternativas
En una semana marcada por la celebración del Foro de Sintra, que tiene lugar del 30 de junio al 2 de julio, la intervención por parte del Banco Central Europeo (BCE) ha dejado sobre la mesa una revisión de la estrategia de la que los analistas extraen que el organismo no volverá a situar los tipos de interés en el 0% sin antes considerar llevar a cabo otras alternativas.

Como destacan en Rabobank, la evaluación económica actualizada del BCE ahora se centra más en los riesgos bilaterales: "El BCE describe los riesgos a ambos lados del objetivo de inflación, añadiendo que los cambios estructurales en la economía mundial generan mayor incertidumbre sobre las perspectivas de inflación y, potencialmente, mayor volatilidad y mayores desviaciones respecto al objetivo".
Para tomar decisiones sólidas en un entorno más incierto, la estrategia actualizada enfatiza la importancia de los escenarios y los análisis de sensibilidad.
"En otras palabras, los responsables políticos no basan sus decisiones únicamente en el escenario más probable, es decir, el pronóstico base, sino que también tienen en cuenta los riesgos y la incertidumbre", señalan.
En cuanto a la inflación, el BCE ha confirmado que establecerá como objetivo una tasa del 2%, simétricamente, a medio plazo y las autoridades monetarias responderán con contundencia a desviaciones importantes y sostenidas respecto al objetivo del 2%, tanto cuando la inflación sea demasiado alta como demasiado baja.
Sin embargo, "esto deja un amplio margen de maniobra si el shock es pequeño o se considera temporal", dicen los analistas, que creen que parte de esta flexibilidad es estrictamente necesaria para una política monetaria eficaz. Sin embargo, también podría ser una de las preocupaciones.
"Esto sigue siendo una cuestión de criterio. Fundamentalmente, esa flexibilidad es simétrica: se aplica tanto a shocks inflacionarios al alza como a la baja" y "podría decirse que esto reduce las probabilidades de que el BCE reanude su ciclo de flexibilización en la segunda mitad del año", indican.
En este sentido, en lo referente a la política monetaria y los tipos de interés, seguirán siendo el principal instrumento del BCE, "pero la revisión también sugiere que los responsables políticos no agotarán ninguna herramienta sin antes considerar alternativas. En otras palabras, el BCE probablemente recurrirá a instrumentos como la flexibilización cuantitativa o las TLTRO antes de que los tipos de interés oficiales se sitúen en el 0%", aseguran en Rabobank.
Como explican, esto no significa que el próximo paso del BCE sea un reinicio de la flexibilización cuantitativa, pues con el 2%, todavía hay amplio margen para recortar los tipos de interés oficiales. Además, el organismo sigue creyendo que los tipos de interés oficiales son el mejor instrumento para indicar la orientación general de la política monetaria.
"Sin embargo, el debate sobre alternativas podría comenzar cuando los tipos de interés oficiales se sitúen en torno al 1%. Nada de esto tiene un impacto inmediato en nuestro escenario base. Pero si se materializaran los riesgos a la baja, por ejemplo, en el supuesto de que la guerra comercial se intensificara y EEUU y la UE se impusieran aranceles elevados, el BCE podría estar menos inclinado a recortar los tipos a cero para combatir la baja inflación", indican.
Así, la revisión de la estrategia sugiere que, "en su lugar, el BCE podría optar por reducir el tipo de interés de depósito a, por ejemplo, el 1%, al tiempo que reinicia la compra de activos o las operaciones de refinanciación a largo plazo. Esto aplanaría la curva, reduciendo los costes de financiación a largo plazo y, por consiguiente, facilitando las inversiones. Y podría impulsar las iniciativas de la UE para reconstruir la industria, las infraestructuras y la defensa nacionales, especialmente si los programas del BCE se dirigen a estos sectores", apuntan.