¿Se avecinan truenos en la IA? Burry apuesta contra dos titanes tecnológicos
Michael Burry vuelve a mover ficha. El inversor que anticipó el colapso hipotecario de 2008 acaba de lanzar un órdago de 1.100 millones de dólares contra dos de los grandes tótems de la inteligencia artificial.

La pregunta vuelve a flotar en el aire: ¿y si esta vez también lleva razón?
EL REGRESO DEL CONTRARIAN MÁS TEMIDO
Cuando Burry actúa, el mercado escucha. O al menos, se inquieta. El gestor de Scion Asset Management ha revelado una nueva jugada que, como mínimo, obliga a reflexionar: posiciones bajistas masivas sobre Nvidia y Palantir, dos de las compañías más representativas del boom de la IA.
El último informe muestra que Scion compró 186,6 millones en puts de Nvidia y -aún más llamativo- 912 millones en puts de Palantir. No son cantidades decorativas. Es una apuesta consciente, agresiva y con mensaje implícito.
El espíritu de su movimiento es inequívoco: “si todos miran en la misma dirección, conviene mirar a la contraria”. Ese ha sido siempre su credo.
¿UNA BURBUJA DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
La analista Jennifer Saibil, de The Motley Fool, plantea de entrada el dilema: ¿hay una burbuja en la inteligencia artificial? Nvidia vale hoy 4,6 billones de dólares y ocho de las diez compañías más valiosas de Estados Unidos están directamente vinculadas a la IA.
En conjunto, suman 23 billones, casi el PIB entero del país. Es una concentración que no pasa desapercibida. El informe apunta que es “un escenario perfecto para una burbuja”. Y Burry, que ya vio una antes que nadie, no necesita más que una grieta para lanzar la red.
PALANTIR, LA MÁS EXIGIDA
La apuesta más grande de Burry no es contra Nvidia, sino contra Palantir. Y los motivos están bien encuadrados: pese a un “excelente informe de resultados”, la compañía retrocede en bolsa. Su problema no está en el negocio, sino en su precio. Palantir vale 483.000 millones frente a 3.800 millones de ingresos.
Eso supone un ratio precio/ventas de 116 y un PER de 417. Incluso para el estándar exuberante de la IA, "es un nivel que roza lo insostenible".
El informe lo resume de forma contundente: “a estos niveles, solo puede subir hasta cierto punto”.
NVIDIA TAMBIÉN ES CARA, PERO MENOS
La posición bajista en Nvidia es menor, pero no simbólica. La compañía cotiza a un PER de 53 y un precio/ventas de 28, múltiplos muy elevados aunque su dominio sea real. A esto se añade un comentario reciente de Jensen Huang, CEO de Nvidia, que inquietó a los mercados: China podría estar recortando distancias más rápido de lo previsto. En un sector tan competitivo, las dudas pesan.
La caída posterior del valor podría estar influida tanto por las palabras de Huang como por el descubrimiento del movimiento de Burry.
¿DEBEN LOS INVERSORES IMITAR A BURRY?
Aquí llega la parte que más interesa al lector: ¿qué hacer con esta información? El análisis es prudente. “No hay profetas en Wall Street”, recuerda Saibil. Cada inversor se mueve con su propia visión. Y aunque Burry ha tenido grandes aciertos, también ha protagonizado apuestas que no llegaron a buen puerto.
La clave, según la analista, es el equilibrio. Si un inversor está muy expuesto a la IA, debería contrapesar con valores de precio razonable y sectores defensivos. No es una invitación al pánico, sino a la gestión responsable del riesgo.
CONCLUSIÓN: LA SEÑAL DE BURRY
Burry siempre aparece cuando la música suena más fuerte. En 2007 interrumpió la fiesta hipotecaria. Ahora, lanza dudas sobre la euforia que rodea a la inteligencia artificial.Sus puts no garantizan un desplome, pero sí señalan algo evidente: el rally de la IA podría estar acercándose a su fase más exigente.
Nvidia y Palantir siguen siendo gigantes, pero incluso los gigantes tienen vértigo cuando suben demasiado rápido.
Quizá el mayor valor del movimiento de Burry no sea su éxito potencial, sino su función como recordatorio: incluso en los ciclos de mayor optimismo, conviene mirar dos veces dónde se pisa.



