El acuerdo temporal EEUU-China suscita dudas: solo han logrado una "paz fría"
El acuerdo alcanzado entre EEUU y China, que este jueves confirmaron Donald Trump y Xi Jinping en su reunión en Corea del Sur, ha sido bien recibido por el mercado, que esperaba este acercamiento entre las dos principales potencias del mundo. Sin embargo, los analistas han dejado ver sus dudas, y es que destacan que se trata de un acuerdo temporal, con vigencia de un año, lo que significa que Washington y Pekín solo han logrado una "paz fría".

"Trump y Xi han acordado una tregua comercial de un año con concesiones limitadas por ambas partes, lo que mejora el sentimiento de mercado a corto plazo", apunta Raphael Gallardo, economista jefe de Carmignac. Sin embargo, añade, "no hay avances en los temas estratégicos clave, por lo que la rivalidad y las tensiones volverán tras esta breve paz fría".
Cabe recordar que EEUU ha aceptado reducir a la mitad los aranceles del 20% sobre el fentanilo, que se quedarán en el 10%, a cambio de la promesa de Xi para frenar el envío de precursores del opioide. Asimismo, ha acordado que los aranceles recíprocos se mantengan en el 10%, en lugar del 36%, durante un año.
Por su parte, China reanudará de forma inmediata las importaciones de soja y otros productos agrícolas, y ha prometido comprar energía estadounidense. También se ha comprometido a retrasar un año los controles a la exportación de tierras raras y otros minerales críticos.
"Lo que se desprende del acuerdo", resalta Gallardo, "es que pasamos de una serie de treguas de 90 días a un horizonte de un año. Claramente es algo positivo que impulsará el sentimiento del mercado, pero siguen existiendo salvedades", apunta este experto.
Y es que, recuerda, aún no se ha firmado nada. "El cierre llegará durante la visita de Estado de Trump a Pekín" en abril, y hasta entonces "podríamos ver otro aumento inesperado de tensiones". Sin olvidar, incide, que "aparte del recorte del 10% en aranceles, este acuerdo simplemente nos devuelve a la tregua de Ginebra alcanzada en mayo".
Además, destaca, que "brillan por su ausencia los puntos más conflictivos de la rivalidad". Se refiere a Taiwán, a Rusia y a las ventas de chips avanzados estadounidenses. "Todos estos temas seguramente estuvieron sobre la mesa, pero sin resultados. Así que estamos muy lejos de un gran acuerdo", expone el economista de Carmignac.
En su opinión, "seguimos encaminados hacia una colisión programada entre estos dos pesos pesados, que simplemente han decidido concederse una prórroga tentativa de un año". Cree por ello que "las tensiones casi con total seguridad volverán a estallar después de la ceremonia de firma, cuidadosamente coreografiada", cuando Trump realice una visita oficial a China, por lo que "los mercados deberían disfrutar este período de paz fría mientras dure".
Dennis Shen, presidente del consejo macroeconómico de Scope, muestra una opinión similar. "La tregua comercial que han acordado Estados Unidos y China es buena noticia. El acuerdo parece integral, y el alivio derivado del levantamiento de diversos controles a la exportación, embargos a la importación y sanciones supone un respiro para la economía global en un momento clave", comenta este experto.
Pero avisa: "Desafortunadamente, como en acuerdos previos entre estos socios comerciales, se trata solo de un acuerdo temporal", y es que "por el momento solo tiene vigencia de un año".
"Quedan por definir muchos detalles del acuerdo EEUU-China", destaca Shen, que ve "muy probable que surjan nuevas tensiones comerciales". Además, recuerda el "patrón" observado durante las presidencias de Trump, que "sugiere ciclos repetidos de escalada de tensión para ganar poder de negociación, seguidos de desescalada en respuesta a la presión del mercado, la economía y/o la política".
"HABRÁ MÄS DIFICULTADES"
Por su parte, los estrategas de Danske Bank explican que "es positivo que ambas partes hayan podido reducir rápidamente las tensiones y restablecer la calma en el sistema de comercio mundial", aunque auguran que "habrá más dificultades", ya que se trata de un acuerdo temporal. En cualquier caso, remarcan, "ambas partes intentarán no generar inestabilidad antes de la visita de Trump a China en abril".
Los analistas de ING, no obstante, se muestran algo más optimistas al señalar que la reunión "concluyó de manera positiva, estableciendo un marco para un año de diálogo". Destacan también las "implicaciones inmediatas" de este encuentro, y se refieren al "éxito de la reunión", que "reduce las perspectivas de un nuevo ciclo de escalada arancelaria y no arancelaria, así como las posibles repercusiones económicas y de mercado que esto conllevaría".
Bajo su punto de vista, "la reducción de las tensiones bilaterales debería ayudar a eliminar una fuente de incertidumbre, y la ampliación de los periodos de tregua, pasando de los tres meses de los últimos acuerdos a un acuerdo anual, debería contribuir a reducir una fuente intermitente de incertidumbre para los mercados".
Aunque estos expertos también reconocen que para que se mantenga este "optimismo cauto" durante todo el año de vigencia "es necesario que se alcancen varios hitos importantes". Y es que "aunque ni China ni Estados Unidos desean una escalada mutuamente perjudicial, ambos países siguen inmersos en una competencia estratégica a largo plazo, y como hemos visto en los últimos meses, es fácil que se produzcan errores de cálculo".



