ECOBOLSA - El acercamiento energético China-Rusia pone aún más nervioso a Trump por estas razones

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04/09/2025 09:20:49

El acercamiento energético China-Rusia pone aún más nervioso a Trump por estas razones

Donald Trump está muy nervioso, y no es para menos, por el acercamiento que están escenificado estos días los líderes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin. Ambos dirigentes han mostrado una muy buena sintonía en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y en los actos posteriores que se han celebrado en diferentes puntos del gigante asiático. Pero ahora hay otro hecho más que preocupa, y mucho, al presidente de EEUU, y es el reciente acuerdo energético que han sellado Pekín y Moscú, y que puede hacer temblar los cimientos del mercado.

El acercamiento energético China-Rusia pone aún más nervioso a Trump por estas razones

Y es que China ha aceptado recientemente un cargamento de GNL del proyecto ruso Arctic LNG 2, sancionado por EEUU, lo que según los expertos de Rabobank "marca un importante avance geopolítico". La entrega, realizada por el petrolero Arctic Mulan a la terminal de GNL de Beihai en Guangxi, es la primera recepción confirmada de combustible de Arctic LNG 2 por parte de un usuario final desde su puesta en marcha.

"Si bien la medida puede parecer simbólica, tiene implicaciones más profundas para los flujos energéticos globales, la aplicación de las sanciones y la dinámica del mercado asiático", comentan los analistas del banco holandés. ¿Por qué? Pues porque como dicen, la decisión de China de recibir el primer envío de la planta, cuya capacidad de exportación se había visto restringida severamente por las sanciones estadounidenses, "se considera como una prueba de la determinación de Washington" en la aplicación de esas sanciones.

¿Es este acercamiento un mero "teatro estratégico" o supone un "reajuste"? Para Rabobank, "el momento de la entrega, justo antes de la visita del presidente Putin a China, sugiere una alineación estratégica más que una transacción comercial",.

De hecho, los estrategas de la entidad holandesa consideran que "si EEUU no responde al incumplimiento de las sanciones, podría animar a otros compradores asiáticos, como India, a seguir el ejemplo", lo que a su vez "abriría una vía para que Rusia redirija sus volúmenes de GNL varados hacia el este, eludiendo las restricciones estadounidenses".

Además, estiman que si los cargamentos rusos sancionados comienzan a fluir regularmente a Asia "el impacto en los mercados energéticos podría ser sustancial, ya que aumentaría la oferta de GNL en la región, lo que podría deprimir los precios".

Bajo su punto de vista, "podría ser difícil para Rusia encontrar compradores distintos de China e India", y en cualquier caso la determinación de India de añadir el gas ruso "aún debe ponerse a prueba". Pero eso no resta preocupación a Washington ante tal acercamiento. De hecho, Trump ya ha saltado contra el primer ministro indio, Narendra Modi, por su acercamiento a Putin en la mencionada cumbre de la OCS, y también ha acusado a Xi de conspirar contra EEUU por la cercanía que ha escenificado con el mandatario ruso.

El problema para EEUU es que China y Rusia no solo se han acercado de esa manera, en lo que a materia energética se refiere. También están profundizando aún más sus vínculos energéticos a través del gasoducto Power of Siberia 1, con avances recientes que apuntan a un aumento en los flujos de gas, sin olvidar que ambas partes también han acordado aumentar el volumen de gas de un gasoducto programado que conecta la isla rusa de Sajalín con el noreste de China.

Se trata de medidas "estratégicamente importantes", que además coinciden con la reanudación de las negociaciones sobre el proyecto Power of Siberia 2, tras la firma esta semana de un memorando para la construcción del gasoducto. "Si el proyecto se materializa, podría transformar el panorama energético de China, con un aumento repentino de las importaciones por gasoducto para cubrir casi el 30% de la demanda de gas del país, frente al 19% actual", comentan los expertos de Rabobank.

Y eso es lo que preocupa realmente a Trump. "Fundamentalmente, si los flujos de gasoductos rusos aumentan según lo previsto, la industria estadounidense de GNL sufriría las consecuencias", dicen estos estrategas, que recuerdan que los exportadores estadounidenses han apostado por el creciente interés de China en contratos de GNL flexibles y a largo plazo para justificar inversiones masivas en capacidad de licuefacción.

De hecho, recuerdan que está prevista la firma de acuerdos adicionales a largo plazo con China por 20 bcm de aquí a 2030. Pero, remarcan estos analistas, "un cambio hacia gasoductos más económicos y fijos desde Rusia podría desplazar los volúmenes estadounidenses, especialmente a medida que China continúa diversificando sus fuentes de energía y reforzando su estrategia de importación" concluyen, aunque de momento la trayectoria del proyecto Power of Siberia 2 "sigue siendo muy incierta".


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