Trump dispara contra el sector tecnológico indio: 100.000 dólares por una visa de trabajo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a golpear. Esta vez el damnificado ha sido el sector tecnológico de India, que ha recibido con caídas la imposición de una cuota de 100.000 dólares a los nuevos solicitantes de visas H-1B, cuyo objetivo es atraer trabajadores extranjeros cualificados al país.

El programa de visas H-1B es uno de los más utilizados por las empresas de subcontratación indias y por el sector tecnológico estadounidense. Otros sectores, como firmas financieras y consultoras, también dependen en buena medida de este programa.
Para obtener estos visados de trabajo, los empleadores presentan solicitudes en marzo para un sorteo en abril, con 65.000 visas disponibles, más 20.000 adicionales para graduados de máster en EEUU. En 2025, se presentaron más de 470.000 solicitudes. Según una investigación de Bloomberg, a veces las empresas inscriben varias veces a un mismo trabajador para aumentar las posibilidades de que sea seleccionado.
El nuevo pago de 100.000 dólares se sumaría a las tarifas actuales, entre las que se incluye un pago de 215 dólares para registrarse en el sorteo y una cuota antifraude e 500 dólares. Aquellas empresas con más del 50% del personal con este tipo de visados de trabajo deben pagar una tarifa de 4.000 dólares. Se estima que cada visado cuesta unos 1.500 dólares de media, apenas una fracción de lo que costarían tras este cambio de normativa.
No obstante, como viene siendo habitual con Trump, hay bastantes dudas sobre cómo funcionaría esta nueva cuota. Por un lado, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, aseguró que cada empresa debería pagar anualmente 100.000 dólares por cada trabajador extranjero. Posteriormente, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, señaló en redes sociales que sería un pago único, como hasta ahora.
El ala más conservadora del Partido Republicano y numerosos activistas políticos en EEUU consideran que este visado permite a las empresas sustituir trabajadores estadounidenses por extranjeros. "La idea es que estas grandes empresas tecnológicas u otras empresas dejen de capacitar a trabajadores extranjeros", afirmó Lutnick.
Según Lutnick, las compañías deberán reflexionar sobre "si la persona es lo suficientemente valiosa como para hacer un pago de 100.000 dólares anuales al gobierno, o si esta debiera regresar a casa y su empresa contratar a un estadounidense".
"Todas las grandes compañías están de acuerdo. Si van a capacitar a alguien, deben capacitar a un recién graduado de una de las mejores universidades de nuestro país. Capaciten a estadounidenses. Dejen de traer gente para quitarnos el trabajo", agregó.
Según datos de fwd.us, un grupo de defensa de la inmigración en Estados Unidos, estima que hay unas 730.000 personas trabajando con este visado en el país frente a los más de 163 millones de personas empleadas hasta septiembre.
"La decisión está claramente dirigida a mantener contentos a los votantes de Trump, pero está por verse si pueden reemplazar a los casi 65.000-85.000 profesionales de nivel júnior y medio afectados por el límite de las H-1B", afirma Bhaskar Rao, director ejecutivo de la empresa de comunicaciones Digital Sea, en declaraciones concedidas a Bloomberg.
Expertos legales consultados por este medio señalan que estas modificaciones serán llevadas a los tribunales.
UN NUEVO GOLPE A INDIA Y A MODI
Si bien no existe un límite máximo para cada país, la medida parece teledirigida contra India. Y es que más del 70% de los beneficiarios de esta clase de visados proviene del país asiático. China es la segunda nacionalidad más recurrente, pero solo un 11% de los trabajadores recibe este permiso de trabajo.
Según datos de FT, la empresa de subcontratación Infosys recibió la aprobación de 2.504 visas H-1B en 2024. Bajo las nuevas reglas impuestas por Trump, esta empresa india debería pagar 250.000 millones de dólares en pagos de cuotas.
"Al enfocarlo en Silicon Valley, la imagen se afina: el Área de la Bahía alberga unos 64.000 trabajadores con H-1B, con los condados de Santa Clara y San Mateo concentrando entre el 55% y el 75% de ellos. Eso son entre 35.000 y 50.000 ingenieros, programadores y científicos de datos extranjeros: el corazón palpitante del reservorio de talento de Silicon Valley. Colocar una barrera de peaje de seis cifras en cada solicitud no solo eleva los costos; aprieta directamente la válvula de entrada de la que depende el Valle, al tiempo que crea otra fuente de ingresos para Washington", explica Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management.
El Gobierno indio no ha tardado en reaccionar. Este sábado, el Ministerio de Asuntos Exteriores publicó un comunicado en el que hizo hincapié en los lazos económicos entre ambas naciones y alertó sobre las "consecuencias humanitarias" que podría tener esta medida en la vida de numerosos trabajadores indios que han trasladado a sus familias a Estados Unidos.
"La movilidad e intercambio de talento ha contribuido enormemente al desarrollo tecnológico, la innovación, el crecimiento económico, la competitividad y la creación de riqueza tanto en Estados Unidos como en India. Los legisladores deben, por tanto, evaluar las medidas teniendo en cuenta los beneficios mutuos, entre los que se incluyen fuertes vínculos entre personas de ambos países", ha explicado el ministerio.
En un discurso televisado el domingo, el primer ministro indio Narendra Modi habló sobre una reducción en los impuestos al consumo, pero no mencionó los cambios en los visados de trabajo.
Cabe recordar que Trump está presionando a India por sus compras de petróleo ruso. A finales de agosto, Estados Unidos activó un arancel del 25% a productos indios que se suma al 25% impuesto a finales del mismo mes, lo que eleva el total al 50% sobre las mercancías del país asiático. Las sanciones se centran en áreas claves de las exportaciones indias.



