Trump agita el avispero arancelario con la UE: ¿otra táctica para lograr sus exigencias?
Y cuando todo parecía indicar que los aranceles habían pasado a un segundo plano para ceder protagonismo al mercado de deuda, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un giro de 180 grados a las preocupaciones de los inversores. Así, para sumar un nuevo capítulo a su caótica política comercial, y a golpe de publicación en redes sociales, como es habitual en él, ha lanzado un nuevo órdago a la Unión Europea (UE) al amenazar con una tarifa del 50% a partir del 1 de junio. ¿Se trata de otra táctica de negociación para obligar al Viejo Continente a claudicar a sus exigencias?

"¡Nuestras conversaciones con ellos no están avanzando! Por lo tanto, estoy recomendando un arancel directo del 50% sobre la Unión Europea, a partir del 1 de junio de 2025. No habrá arancel si el producto se construye o fabrica en Estados Unidos", ha escrito en su red social Truth Social.
Es más, el mandatario ha vuelto a hacer gala de su antieuropeísmo" al insistir, no solo en que la UE fue "creada con el objetivo principal de aprovecharse de Estados Unidos en el comercio", sino que también ha subrayado que "sus poderosas barreras comerciales, impuestos al valor agregado (IVA), sanciones corporativas ridículas, barreras comerciales no monetarias, manipulaciones monetarias, demandas injustas e injustificadas contra empresas estadounidenses, entre otras cosas, han llevado a un déficit comercial con EEUU de más de 250.000.000 de dólares al año, una cifra totalmente inaceptable".
Por ello, y tras acusar al bloque comunitario de ser "muy difícil de tratar", Trump ha decidido reabrir el tira y afloja comercial entre la UE y EEUU. Pero ¿verdaderamente han fracasado las negociaciones o es el nuevo modus operandi del presidente para salirse con la suya?
"Creemos que se trata de una combinación de ambas. La UE es una de las regiones menos favorecidas por Trump, y no parece tener buenas relaciones con sus líderes, lo que aumenta la probabilidad de una guerra comercial prolongada entre ambos", afirma Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB.
Para Laura Cooper, estratega macro sénior de Nuveen, "la escalada de la retórica arancelaria dirigida a la UE se parece mucho a la llevada a cabo con China: una táctica de negociación que finalmente conducirá a un resultado menos agresivo. Europa ya había amenazado con tomar represalias tras la prórroga recíproca de 90 días y lo ocurrido augura más episodios de idas y venidas de retórica".
"A pesar de la retórica agresiva, las amenazas arancelarias de Trump suelen ser un preludio a la negociación, como ocurrió con el acuerdo alcanzado con China. Sin embargo, siempre ha estado claro que la postura del gobierno estadounidense respecto a la UE será diferente a la de la mayoría de sus demás socios comerciales", dicen en ING Economics.
En este sentido, estos expertos aluden a que comentarios como "la UE es más agresiva que China" han caracterizado el enfoque del gobierno estadounidense hasta el momento. Y aunque es difícil prever cuál podría ser el objetivo final del gobierno estadounidense, el enfoque de la UE es claro.
"Sigue una doble estrategia: mostrar apertura a un acuerdo y, al mismo tiempo, prepararse para una escalada. Si bien la UE actúa con mayor lentitud, ha preparado un par de medidas arancelarias de represalia cuya entrada en vigor está prevista para el 14 de julio", enfatizan.
Y si las conversaciones realmente fracasan, en ING Economics comentan que "cabe esperar que la UE recurra a su artillería más pesada, como regulaciones más estrictas para las empresas tecnológicas estadounidenses, retrasar las licencias o restringir el acceso a la contratación pública y limitar los derechos de propiedad intelectual y los flujos de inversión en el marco del Instrumento Anticoerción (ACI)".
De hecho, desde Berenberg indican que la administración Trump parece utilizar los aranceles para lograr múltiples objetivos. "Para reducir el déficit comercial internacional de Estados Unidos (aunque los aranceles no son la mejor herramienta para cambiar la cuenta corriente de un país) balance); como palanca para obtener concesiones de países extranjeros en otras áreas políticas; para recaudar ingresos para el gobierno".
LOS RIESGOS SE MANTIENEN
Con todo, y a pesar de que conociendo a Trump estaba claro que no iba a permanecer mucho tiempo de brazos cruzados en relación con los aranceles, el anuncio ha sorprendido (para mal) a los mercados "en un claro catalizador de aversión al riesgo", comenta el analista británico Neil Wilson.
"Esto se relaciona con lo que he estado diciendo: la pausa en los aranceles fue solo un armisticio y no un acuerdo de paz; los mercados han sido demasiado complacientes y no han estado sopesando el potencial de una calma relativa del mercado que permita a Trump abrir un nuevo frente en su guerra comercial, ni que el objetivo de la administración es el mercado de bonos y mantener los rendimientos bajos, que es lo que está sucediendo ahora después de un estallido a principios de esta semana en el proyecto de ley de impuestos", añade.
No obstante, y aunque la amenaza arancelaria de Trump contra la UE probablemente sea una estrategia de negociación, los expertos tienen claro que todavía persisten graves riesgos.
"De implementarse, dicho arancel afectaría significativamente las economías de la UE y EEUU. Además, podría añadir fácilmente 0,5 puntos porcentuales a la inflación interanual en EEUU, lo que dificultaría aún más la labor de la Reserva Federal (Fed). Sin embargo, en nuestra opinión, este último pronunciamiento probablemente sea solo un paso más en las volátiles negociaciones comerciales entre EEUU y la UE. Las amenazas desmesuradas de Trump no son inusuales", señalan en Berenberg.
"Si se mantiene la tasa del 50%, el impacto sobre el crecimiento estadounidense podría equivaler a un recorte del casi el 0,5% e impulsar la inflación subyacente muy por encima del 3% este año. Pero, al igual que en el Día de la Liberación, es demasiado pronto para declarar el final del pulso arancelario. Las reacciones del mercado podrían corregirse, ya que es poco probable que Europa se vea finalmente con aranceles más elevados que China", agrega Cooper.
Y es que, en vista del daño que EEUU se causaría a sí mismo con este arancel, es probable que no lo cumpla. Ya se sabe que perro ladrador, poco mordedor.
"La esperanza y la expectativa permanecen, independientemente de cómo veamos cómo se desarrolla el negocio de los TACO: Trump Always Chickens Out (Trump siempre se acobarda)", concluye Wilson.



