Tesla ya no enamora a los inversores: "Los vientos en contra están empeorando"
Tesla va de mal en peor. Sus resultados del segundo trimestre de 2025 han decepcionado a un mercado que mira como el fabricante de vehículos eléctricos tiene que hacer frente a la fuerte competencia china, los aranceles o el fin de los créditos fiscales en EEUU. Todo ello, sin olvidar a Elon Musk, cuyos comentarios políticos han situado a la compañía en el ojo del huracán. "Los vientos en contra de Tesla están empeorando y los inversores están cada vez menos enamorados del negocio".

Así de rotundo se muestra Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, quien señala que "la competencia es feroz, los aranceles son fuertes, el fin de los créditos fiscales para los compradores de vehículos eléctricos en EEUU podría doler, las aventuras políticas de Elon Musk han desalentado a muchas personas y la innovación de productos no ha logrado generar impacto".
Y es que la empresa ha visto caer su beneficio neto un 16%, hasta los 1.172 millones de dólares, entre abril y junio, al tiempo que sus ingresos han bajado un 12%, hasta los 22.496 millones de dólares.
"Los resultados del segundo trimestre de Tesla presentan una imagen de una compañía en transición. Hay camino por delante, pero Tesla se encuentra en una fase de transición lenta, soportando el peso de las decepcionantes ventas de vehículos actuales, mientras impulsa las ambiciosas promesas de robotaxis, IA y dominio energético para el futuro", remarca Josh Gilbert, analista de eToro en EEUU.
Con todo, si bien Tesla insiste en que sus negocios de energía e IA son "más cruciales que nunca", la compañía ofrece pocos detalles sobre cómo o cuándo estas divisiones emergentes generarán un impacto significativo para los inversores.
"El modelo más asequible de Tesla ha entrado en producción inicial, pero dado que no se espera un aumento de volumen hasta finales de 2025, parece más una historia para 2026 que un motor de crecimiento significativo este año, y la ausencia de una previsión de entrega actualizada también aumenta la incertidumbre", añade Gilbert.
No obstante, algunos analistas destacan que la visión a largo plazo de Tesla continúa evolucionando, desde el lanzamiento de su plataforma de robotaxi hasta el liderazgo en IA y robótica, y el eventual lanzamiento de modelos más asequibles.
"Tesla es, sin duda, una empresa tecnológica, no un fabricante de automóviles. Pero con su tradicional motor de beneficios estancado, los planes visionarios de Tesla deben empezar a producir en lugar de simplemente prometer. El tono moderado de Musk en la llamada probablemente decepcionará a los accionistas; dio la impresión de que Musk estaba en silencio en lugar de ser un Musk mago, especialmente en un momento en que se necesitaba una mano más firme y segura al volante", valora Gilbert.
Por su parte, Thomas Monteiro, analista sénior en Investing.com, pone el foco en que "dada la gran cantidad de dificultades a las que se enfrentó durante el difícil segundo trimestre, tanto a nivel interno como macroeconómico, el deterioro de los márgenes parece haberse situado en el extremo inferior de la curva. Si a esto le sumamos la mejora de la dinámica de la demanda cíclica en mercados como China y algunas partes de Estados Unidos, todo apunta a que los resultados anuales podrían no ser tan desastrosos como se esperaba tras un primer semestre catastrófico".
"Los resultados del segundo trimestre son tan desalentadores como el diseño del Cybertruck, con ingresos, beneficios, márgenes y flujo de caja libre en declive. Es difícil imaginar cómo Tesla podrá salir del atolladero en el que se encuentra a corto plazo", concluye Mould.



