Suben los inquilinos con dificultad para afrontar los pagos iniciales del alquiler y ya son el 35%
Un 35% de los inquilinos que ha alquilado un inmueble en el último año asegura que el desembolso inicial que hay que hacer para alquilar una vivienda ha sido un problema. Este porcentaje sube dos puntos respecto al año pasado, según las principales conclusiones del informe Experiencia en alquiler en 2025, elaborado por Fotocasa Research.

Cuando se pregunta específicamente por esta cuestión, hay un 32% que afirma haber tenido que recurrir a familiares o amigos o financiación externa para hacer frente a este gasto. De manera desglosada, este porcentaje se reparte entre el 21% que pidió prestado a un familiar, amigo o conocido, un 6% que solicitó financiación a una entidad bancaria y otro 6% que la pidió a otra entidad no bancaria.
Existen distintos avatares que pueden incidir en el proceso de búsqueda de una vivienda de alquiler. Para los inquilinos que efectivamente firmaron un contrato de arrendamiento en los últimos doce meses, el primero de los obstáculos son sin duda los elevados precios. Así lo expresan siete de cada diez inquilinos (71%) que han conseguido arrendar un inmueble para vivir en él. Es un punto más que en 2024.
A continuación, encontramos la barrera de la escasez de oferta de vivienda, dificultad que alega el 42%, tres puntos porcentuales más que el año anterior. Cerca de esta traba se sitúa la tercera de la lista: los requisitos de los propietarios (38%). En cuarta posición se encuentra el alto desembolso económico inicial (35%).
Se observa que las principales dificultades se incrementan respecto a 2024, lo que repercute, por otro lado, en fluctuaciones significativas a la baja en aspectos relacionados con las características de las propias viviendas, ante las que los demandantes parecen haber relajado sus expectativas, quizás precisamente por el impulso de las barreras primordiales.
De este modo, la dificultad que entraña el estado de las viviendas disminuye del 38 % al 33%, mientras que su antigüedad rebaja su incidencia del 31% al 27%. Otras cuestiones vinculadas directamente con los inmuebles, como su tamaño, también pierden fuelle como trabas para los inquilinos. Así, este factor retrocede del 27% al 23%. Por el contrario, la ubicación de la vivienda gana enteros como dificultad, pasando del 19% al 24% en doce meses.
"El hecho de que una parte relevante de los inquilinos tenga dificultades para reunir el dinero para acceder a una vivienda pone de manifiesto que el alquiler se ha vuelto económicamente inaccesible para muchos. Los gastos altos iniciales ponen en riesgo la estabilidad financiera de los inquilinos. A esta situación se suman otras tensiones del mercado del alquiler que siguen agravándose año tras año: el encarecimiento continuado de los precios y la escasez de oferta, especialmente en las zonas más tensionadas. Cuando el acceso a la vivienda se dificulta a gran escala, se debilitan pilares fundamentales como la estabilidad, la movilidad residencial y la capacidad de emancipación", comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.



