El rally inesperado de septiembre podría ser el preludio de un fin de año brillante
“Septiembre no suele ser amable con los mercados. Pero este año está escribiendo su propia historia”.

Con esa frase, Louis Navellier, uno de los gestores de crecimiento más reputados de Wall Street, abre la puerta a un escenario que desafía las estadísticas: "Un mes históricamente bajista que se convierte en trampolín para nuevas subidas".
SEPTIEMBRE, EL MES MALDITO QUE CAMBIÓ DE GUION
Las cifras hablan solas: desde 1928, el S&P 500 apenas ha logrado subir en septiembre el 44,9% de las veces. La media, un descenso del 1,1%. Sin embargo, en 2025, el mercado ha desafiado los libros de historia. En las tres primeras semanas del mes, el S&P 500 avanzó un 3,2%, el Dow Jones un 1,7% y el Nasdaq un 5,5%.
Para Navellier, no se trata de un simple rebote. “Este rally no es el final, es solo el comienzo”, afirma. Su argumento se apoya en una combinación de factores: recortes de tipos, reposicionamiento institucional, resultados empresariales sólidos y un efecto estacional que podría adelantar el tradicional repunte de enero.
LOS RECORTES DE LA FED, EL PRIMER MOTOR
La Reserva Federal recortó los tipos en 0,25 puntos, situando la horquilla de los fed funds entre el 4,00% y el 4,25%. Aunque algunos miembros defendían un recorte mayor, lo relevante es el cambio de tono: el banco central ya no habla de un mercado laboral “muy sólido” y admite debilidad en la creación de empleo.
Ese giro fue suficiente para encender las compras. “Con un discurso más dovish, el mercado leyó que la Fed priorizará ahora el empleo sobre la inflación, y eso es pólvora para las acciones”, resume el citado experto.
EL JUEGO DE LOS FONDOS: WINDOW DRESSING
A finales de septiembre se produce otro fenómeno clave: el llamado quarter-end window dressing. Los grandes fondos ajustan carteras para mostrar a sus clientes posiciones más atractivas, vendiendo perdedores y comprando ganadores.
“Esto siempre favorece a las compañías con mejor calidad fundamental y mejor comportamiento en el trimestre”, explica Navellier. En su radar: pequeñas y medianas cotizadas con balances sólidos, las mismas que su sistema Accelerated Profits destaca como candidatas a liderar la recta final del año.
LA OLA DE RESULTADOS Y EL FACTOR SORPRESA
Si la temporada de resultados del segundo trimestre ya sorprendió con un crecimiento del 11,9% en beneficios frente al 4,8% esperado, la tercera podría repetir la jugada. El consenso habla de un 7,7% de avance en ganancias y un 6,3% en ventas, pero este analista anticipa una cascada de sorpresas positivas.
“Cada vez que las compañías baten expectativas, no solo sube la acción: también mejora el ánimo del mercado en su conjunto”, recuerda. Para los inversores, la recomendación es clara: centrarse en valores con alta capacidad de superar previsiones, donde el potencial de revalorización es mayor.
EL EFECTO ENERO SE ADELANTA
Tras los resultados, Navellier espera un fenómeno adelantado: el efecto enero en noviembre, cuando las aportaciones a planes de pensiones y cuentas de ahorro disparan la liquidez en los mercados. Ese flujo suele favorecer de nuevo a los valores pequeños y medianos, que reaccionan con más fuerza a la entrada de capital.
“Lo vimos el año pasado con el Russell 2000 marcando máximos históricos, y todo apunta a que se repetirá”, asegura.
RECOMENDACIONES CLAVE
El consejo de Navellier se resume en tres puntos:
1. Apostar por small y mid caps de calidad, con resultados en crecimiento y fortaleza técnica.
2. Seguir la estela de los flujos institucionales, porque el window dressing puede generar un impulso adicional en los ganadores.
3. No esperar al rally de fin de año: el movimiento ya ha empezado y perder el tren puede salir caro.
UN OTOÑO POCO COMÚN
La historia dice que septiembre es un mes para temer. Pero 2025 lo ha convertido en un mes para recordar. Con tipos a la baja, fondos reequilibrando, empresas sorprendiendo y liquidez extra en camino, los ingredientes están sobre la mesa.
“El dinero empieza a moverse, las piezas encajan y la oportunidad es demasiado grande para ignorarla”, sentencia Navellier.
La conclusión es simple: lo que empezó como un rally inesperado puede convertirse en el preludio de un cierre de año brillante. Y en los mercados, las sorpresas suelen recompensar a quienes saben leerlas a tiempo.



