¿Puede bitcoin estallar la burbuja del mercado? "Cuando estornuda, se resfría el nuevo orden del capital"
Pese a las últimas caídas, los analistas son mayormente positivos con las perspectivas para las criptomonedas y, sobre todo, el bitcoin (BTC). La continua entrada de capital institucional a través de fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) y la esperanza de mayores recortes de los tipos de interés refuerzan la confianza de los inversores y analistas. Pero no todo el mundo es tan positivo.
Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management, cree que, pese a los avances experimentados en los últimos tiempos, bitcoin "se comporta menos como el oro y más como un adolescente hiperapalancado en una rave geopolítica: eufórico un minuto, boca abajo en el foso de la volatilidad al siguiente".
Según Innes, cada escalada de tensiones entre EEUU y China en la guerra comercial "ha dejado su marca" en el criptoactivo rey. "Siempre se ha considerado el heredero digital del oro, pero en la era de las guerras comerciales, el patrón es tan perverso como poético: cuando el oro real muestra su músculo del viejo mundo, el oro digital olvida sus líneas y se desmaya", apunta.
Para este experto, el mercado "todavía quiere creer" en bitcoin como cobertura contra el caos, pero es precisamente el caos "la propia estructura comercial que alimenta su oxígeno especulativo". En este sentido, Innes considera que el control chino de los metales de tierras raras, que mantienen funcionando los servidores de inteligencia artificial (IA) o los vehículos eléctricos, "se ha convertido en el punto de presión donde el capitalismo moderno se encuentra con su propia dependencia digital". "Y bitcoin, el supuesto antídoto contra la tiranía de los bancos centrales, de repente parece un sidecar pegado a la misma máquina frágil", agrega.
Este analista compara la vulnerabilidad actual con la de épocas pasadas. Antes, bajo la primer Gobierno de Donald Trump, los mercados tenían un "rescate automático" (Trump put) ante caídas. Pero ahora, el mercado es completamente dependiente de la tecnología y la economía de las criptomonedas. "Toda gira en torno al complejo tecnológico y cripto que ahora es el mercado. Los mismos bucles de retroalimentación que antes hacían del S&P 500 el pulso de la confianza ahora atraviesa clústeres de IA, exchanges de cripto y la infraestructura digital apalancada", destaca Innes.
"La polinización cruzada es asombrosa: OpenAI y Anthropic necesitan GPUs de Nvidia; Nvidia necesita un gasto de capital estable en IA; Microsoft y Oracle financian los sueños de silicio; Tether y Coinbase proporcionan la liquidez sombra que mantiene todo líquido… hasta que no lo está. Este es el nuevo sistema nervioso del capitalismo, una elegante red de dependencias que se disfraza de innovación. Y si las tierras raras son los minerales que alimentan la maquinaria, entonces bitcoin se ha convertido en el anillo del estado de ánimo: su volatilidad refleja el estado psicológico del sistema", sentencia este experto.
Según Innes, esta historia no es nueva y recuerda a la de otras burbujas: en sus palabras, los rendimientos extraordinarios, como los vistos en los últimos trimestres, generan un exceso de confianza que conduce a un apalancamiento sobredimensionado y a riesgos ocultos. En este contexto, una "chispa macroeconómica cualquiera –un arancel aquí, un ajuste de liquidez allá–, envía todo a un bucle de liquidación y desesperación". "La ironía es que siempre colapsan primero los sectores más cercanos a la genialidad", agrega.
"Uno casi puede escuchar a los fantasmas de Marx y Lenin sonriendo desde el más allá, no porque tuvieran razón sobre la revolución, sino porque entendían las matemáticas de la fragilidad. Cada era de capital concentrado eventualmente cree que ha trascendido su propia física, hasta que un shock de suministro o un temblor de liquidez expone lo entrelazadas que están las redes oligárquicas. Las ganancias permanecen privatizadas; las pérdidas se socializan convenientemente, y al público se le dice que todo es por el bien macroeconómico", reflexiona Innes.
Y es que, según este experto, la cadena de dependencia es tal que pueden romperse si uno de los tres eslabones que conforman el actual "trust industrial" (tierras raras, liquidez de bitcoin, financiamiento de IA) se quiebra.
"Tal vez los inversores deberían vigilar más de cerca a bitcoin, Nvidia, OpenAI y el resto del circo que el próximo titular de aranceles de Pekín. Porque en esta era de reflejos algorítmicos y dependencia digital, cuando bitcoin estornuda, no son los mineros los que se resfrían: es todo el nuevo orden del capital", concluye.
