El PIB de Reino Unido crece un 0,3% en el segundo trimestre, más de lo esperado
El Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido se desaceleró en el segundo trimestre del año. La economía británica creció un 0,3% entre abril y junio, según muestran los datos dados a conocer este jueves por la Oficina Nacional de Estadística (ONS).

No obstante, pese al enfriamiento del PIB (cabe recordar que en el primer trimestre del año había crecido un 0,7%), el dato ha sido mucho mejor de lo esperado por el consenso de analistas, que auguraban un avance de solo el 0,1%.
La economía, de hecho, creció a un ritmo más rápido de lo previsto a pesar de la presión sobre hogares y empresas por el aumento de impuestos y la guerra comercial global que ha emprendido el presidente de EEUU, Donald Trump.
No obstante, pese a haber superado las proyecciones de la City, la desaceleración es una muestra del reto que enfrenta la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, mientras valora distintas opciones para impulsar la economía y aumentar los ingresos en su presupuesto de otoño.
En términos de producción, el crecimiento del último trimestre se ha visto impulsado por aumentos del 0,4% en los servicios y del 1,2% en la construcción; mientras que el sector productivo cayó un 0,3%.
"El crecimiento se desaceleró en el segundo trimestre tras un sólido comienzo de año", ha dicho Liz McKeown, directora de estadísticas económicas de la ONS, que ha explicado que en esos tres meses "el crecimiento estuvo liderado por los servicios, con un crecimiento en programación informática, salud y arrendamiento de vehículos".
Y ha resaltado que el crecimiento del trimestre "también se vio impulsado por los datos fuente actualizados de abril, que, si bien siguen mostrando una contracción, fueron mejores de lo estimado inicialmente".
En cuanto a los datos mensuales, han mostrado que la economía volvió a crecer en junio, concretamente un 0,4%, gracias al avance en todos los sectores. Ha superado así las predicciones de un aumento del 0,1% tras dos meses, los de abril y mayo, en negativo.
En concreto, el PIB mensual venía de registrar una caída del 0,1% en mayo (no revisada) y otra del 0,1% en abril (revisada desde la caída del 0,3% anunciada inicialmente).
"La economía se mostró débil durante abril y mayo, con parte de la actividad adelantada a febrero y marzo antes de los cambios en los impuestos de timbre y aranceles, pero luego se recuperó con fuerza en junio", ha añadido McKeown.
Los servicios, ha incidido, "también impulsaron el crecimiento en junio, con un mes sólido en I+D científica, ingeniería y ventas de automóviles". Y "dentro de la producción, que se recuperó, la fabricación de productos electrónicos tuvo un desempeño especialmente positivo", ha concluido.



