Morgan Stanley confía en Repsol: "Potencial alcista y liderazgo en rentabilidad"
¿Puede una petrolera española desafiar los vientos en contra del crudo global y seguir repartiendo generosos beneficios? Repsol cree que sí, y Morgan Stanley parece darle la razón.

En un entorno en el que los gigantes europeos del sector energético enfrentan una tormenta de precios a la baja, menor rentabilidad esperada y tensiones en los balances, Repsol ha logrado brillar con luz propia. La clave, según los analistas de la entidad estadounidense, está en una combinación poco común: compromiso firme con la remuneración al accionista, flexibilidad financiera y una exposición estratégica a los segmentos más resilientes del sector.
“El mensaje de Repsol en su última presentación de resultados fue claro: pase lo que pase con el mercado, seguiremos cuidando al accionista”, recuerda Martijn Rats, gestor de la firma. Una promesa que no es menor cuando el consenso anticipa un Brent por debajo de los 60 dólares en los próximos años.
DIVIDENDOS ALTOS Y RECOMPRA DE ACCIONES EN UN CONTEXTO BAJISTA
Mientras otras compañías ajustan sus previsiones a la baja, Repsol ha reafirmado su compromiso de distribuir entre el 30% y el 35% de su flujo de caja operativo (CFFO) en 2025. Incluso bajo un escenario macroeconómico “estresado” —con el barril a 65 dólares, el gas estadounidense (Henry Hub) a 3,5 $/mmbtu y los márgenes de refino en mínimos de 4 $/bbl— la petrolera garantiza al menos 700 millones de euros en recompra de acciones y 1.800 millones en retornos totales.
“En ese escenario adverso, Repsol reduciría su capex en la misma proporción que caería el flujo de caja, sin poner en riesgo el dividendo”, apunta Sasikanth Chilukuru, coautor del informe. Una muestra de disciplina financiera poco frecuente en un sector históricamente volátil.
UNA POSICIÓN DE VENTAJA EN REFINO Y GAS
El respaldo a esta estrategia no es gratuito. La compañía española cuenta con dos bazas clave: una elevada exposición al segmento de refino en Europa y una fuerte presencia en producción de gas natural en EEUU y Trinidad y Tobago, ambos referenciados a Henry Hub.
Morgan Stanley prevé un escenario más optimista para el gas que para el petróleo. Estima que los precios del Henry Hub alcanzarán los 5 $/mmbtu en 2026, frente al 3,5 $ contemplado por Repsol en su escenario de estrés. A su vez, la caída del Brent podría aliviar los costes de refino, apuntalando los márgenes. De hecho, la casa de análisis proyecta un margen medio de refino para Repsol de 5,5 $/bbl entre 2025 y 2027, por encima del nivel actual.
“El perfil operativo de Repsol la convierte en una ganadora neta en un entorno de precios bajos del crudo”, explica Guilherme Levy, otro de los analistas del informe.
RENTABILIDAD A LA CABEZA DEL SECTOR
La combinación de estos factores permite a Repsol ofrecer uno de los retornos más atractivos del sector. Morgan Stanley vaticina una rentabilidad media por dividendo del 10% entre 2025 y 2027, y un rendimiento total (dividendos + recompras) del 15% anual. Muy por encima de competidores como BP o Equinor, que no alcanzan el 10%.
En cuanto al flujo de caja libre ajustado —tras pagos a minoritarios, intereses de bonos híbridos y arrendamientos— la media se sitúa en 800 millones anuales para el trienio. Esto equivale a una rentabilidad por FCF del 7%, también en el extremo alto del sector.
RIESGOS BAJO CONTROL Y PERSPECTIVA POSITIVA
Según estos estrategas, el principal talón de Aquiles de Repsol sigue siendo su nivel de endeudamiento. Aunque controlado, se espera que la deuda neta aumente a medida que la compañía mantenga su política de remuneración agresiva. El ratio de deuda sobre capital (incluyendo híbridos) pasará del 20% en 2024 al 23% en 2027, según las proyecciones del informe.
Sin embargo, parte de este desfase se verá compensado por ingresos extraordinarios por desinversiones, estimados en 2.000 millones de euros en 2025.
“La política de Repsol es sostenible siempre que los ingresos por ventas de activos acompañen. Hasta ahora, han cumplido”, recalca Rats.
VALORACIÓN Y RECOMENDACIÓN
En este contexto, Morgan Stanley ha elevado su precio objetivo de Repsol hasta situarlo en los 13,3 euros por acción, lo que implica un potencial de revalorización cercano al 20% desde los actuales niveles de cotización. Este ajuste se debe, en parte, a la mejora en las previsiones de márgenes de refino y a un alza en las expectativas de crecimiento del dividendo, que ahora se proyecta en un 6% anual hasta 2027.
Además, los citados economistas destacan que el perfil de Repsol, al estar más expuesto al gas que al petróleo, y al tener una fuerte presencia en actividades integradas como el refino, resulta más defensivo en un contexto de volatilidad macroeconómica.
Por todo ello, la firma estadounidense ha mejorado su recomendación desde "mantener" hasta "sobreponderar".
EL RESTO DEL TABLERO: MOVIMIENTOS ESTRATÉGICOS EN LAS PETROLERAS EUROPEAS
Más allá de Repsol, Morgan Stanley adopta una postura general más cautelosa sobre el sector. Shell se mantiene como Top Pick por su sólida hoja de balance y resistencia operativa; TotalEnergies sube a "sobreponderar" gracias a su menor exposición al precio del crudo y una política de inversión coherente; y Equinor baja a "mantener" por su complicada asignación de capital, especialmente en proyectos de eólica marina.
BP, por su parte, sufre un duro correctivo y cae a "infraponderar" debido a su elevada deuda y dudas sobre su estrategia.
Eni y Galp permanecen en "mantener", con Eni ofreciendo "solidez operativa pero un rendimiento ya reflejado en precio", y Galp enfrentando "limitaciones para mejorar su política de distribución por su apalancamiento".
¿UNA JOYA OCULTA ENTRE LOS GIGANTES?
En un sector que vuelve a mirar con recelo al futuro, Repsol ha logrado situarse en el podio sin necesidad de grandes titulares, esgrimen desde Morgan Stanley. "Mientras BP lidia con su apalancamiento y Equinor tropieza con sus apuestas en eólica offshore, la petrolera española ofrece una narrativa más sencilla, pero eficaz: rentabilidad sin comprometer la sostenibilidad financiera", apuntan.
Quizás no sea la más mediática ni la más grande, pero si Morgan Stanley acierta, podría ser una de las que más alegrías a sus accionistas en los próximos trimestres.
“Repsol no necesita cambiar el mundo. Solo necesita seguir haciendo bien lo que mejor sabe hacer”, sentencian desde el banco.



