Opa BBVA-Sabadell: "La mejora de la banca europea hace menos atractiva para el accionista la aceptación"
La opa fallida de BBVA sobre Sabadell pone de relieve los obstáculos a los que se enfrentan los bancos europeos para fusionarse. Es lo que piensan en Morningstar DBRS, donde apuntan que, precisamente, "la notable mejora de la posición de los bancos europeos como entidades independientes hace menos atractiva para los accionistas de los bancos afectados la aceptación de opas hostiles".

Además, consideran esta operación fallida como un ejemplo de los desafíos a los que se enfrentan los bancos europeos que intentan llevar a cabo la consolidación bancaria, tanto a nivel nacional como transfronterizo.
"En los últimos años, los reguladores han impulsado significativamente las fusiones entre los bancos europeos, pero persisten barreras que dificultan este proceso, especialmente para los bancos de mayor tamaño", algo que, como añaden, se debe en gran medida "a la falta de avances en la clarificación de los requisitos para las fusiones bancarias y a la espera de la finalización de aspectos clave de la Unión Bancaria Europea, lo cual es particularmente importante para acelerar las fusiones transfronterizas".
También destacan como otro de los desafíos recientemente demostrados en el caso BBVA-Sabadell "la oposición política interna, que incluyó la imposición de condiciones más estrictas para la fusión". Desde la firma señalan, además, los obstáculos que ven a los que se enfrentan los bancos, especialmente a nivel nacional, "que pueden prolongar el proceso y aumentar los costes para ambas partes de la transacción".
Como recuerdan, en el caso de BBVA y Sabadell, "el Gobierno español introdujo condiciones punitivas, como el requisito de mantener entidades jurídicas separadas durante al menos tres años, prorrogables a cinco años, tras el cierre de la operación, lo que redujo significativamente las posibles sinergias de costes derivadas de la misma".
En general, en su opinión, la consolidación bancaria transfronteriza europea sigue siendo un reto y prevén que continuará la actividad de fusiones, tanto nuevas como en curso, "a medida que los bancos aprovechen las sólidas ganancias retenidas recientes".
Sin embargo, comentan que es "importante tener claros los beneficios que puede lograr una mayor consolidación": "Los beneficios son más evidentes en términos de costes e ingresos para las actividades de banca minorista y comercial y esto es más fácil a nivel nacional que a nivel transfronterizo. Sin embargo, esto no afectará el objetivo aparente de crear un líder europeo capaz de competir con los mayores bancos estadounidenses con posiciones dominantes en las actividades del mercado de capitales".
Incluso con una mayor consolidación, consideran que sería difícil crear un banco con la escala suficiente para competir con los grandes bancos estadounidenses en renta fija y renta variable, así como en las ventas y la negociación, "lo que hace que las fusiones transfronterizas europeas no minoristas sean menos interesantes desde una perspectiva comercial".
A ello suman la regulación europea, que dicen que "ha avanzado poco en la facilitación de las fusiones transfronterizas y sigue estando muy fragmentada".
Entre los puntos clave que ven que aún faltan sitúan la creación de un fondo de garantía de depósitos conjunto o Sistema Europeo de Garantía de Depósitos, un mercado único de capitales y un mecanismo europeo de respaldo de liquidez de última instancia, que podría actuar como red de seguridad en caso de que las fusiones no se desarrollen según lo previsto.
"En nuestra opinión, las fusiones transfronterizas siguen siendo difíciles, en parte debido a las diferentes plataformas tecnológicas y hábitos de los clientes. Además, las sinergias en las fusiones transfronterizas son aún más limitadas en comparación con las fusiones nacionales, especialmente en la banca minorista. Mientras tanto, reconocemos que los reguladores seguirán prestando especial atención a las grandes fusiones bancarias, dada la importancia de estos para la estabilidad financiera. Sin embargo, creemos que una mayor claridad y simplicidad en las normas para los bancos sobre las propuestas de fusión sería más eficiente para todos los participantes del mercado", concluyen.
"UN REVÉS PARA EL PROCESO DE CONSOLIDACIÓN"
Por su parte, desde Scope Ratings afirman que el fracaso de la oferta de BBVA por Sabadell podría considerarse "un revés en el proceso de consolidación del sector". Sin embargo, "es importante destacar que el sector bancario español ya ha experimentado un importante proceso de consolidación en la última década, en el que predominan unos pocos bancos", indica su director del equipo de instituciones financieras, Marco Troiano.
Su visión es que la consolidación del sector "podría respaldar el perfil crediticio de las instituciones financieras. Un mayor tamaño suele ir acompañado de una mejora de la cuota de mercado y un mejor perfil de diversificación, lo que respalda nuestro análisis de los modelos de negocio. Las sinergias económicas respaldan el perfil de rentabilidad a medio plazo, aunque hay que sopesarlo con los costes de integración a corto plazo, los riesgos de ejecución y los posibles efectos sobre el perfil de solvencia. A largo plazo, la capacidad de destinar mayores recursos a, por ejemplo, la digitalización, también es una consideración importante".
Así, opina que será interesante observar cómo influirá esta evolución en la dinámica del sector en el futuro, no solo en lo que respecta a BBVA y Sabadell, sino en términos más generales.
"La consolidación a nivel nacional se sustenta sobre razones económicas y fundamentos más sólidos y, por lo tanto, es más probable que las operaciones transfronterizas. Las sinergias de costes e ingresos suelen ser mayores en las operaciones nacionales, debido al solapamiento de franquicias y operaciones", asegura.




