ECOBOLSA - Más allá del 9 de julio: qué cabe esperar de los aranceles a partir de ahora

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09/07/2025 06:00:00

Más allá del 9 de julio: qué cabe esperar de los aranceles a partir de ahora

Y llegó por fin el esperado y temido 9 de julio, la fecha en la que los aranceles recíprocos que Donald Trump anunció el pasado 2 de abril se iban a hacer efectivos si los distintos países implicados no llegaban a acuerdos con Estados Unidos. Sin embargo, la puesta en marcha de los mismos ha quedado pospuesta a otra fecha, el 1 de agosto, mientras el Gobierno estadounidense manda cartas para avisar a los países de lo que les espera desde ese día. La buena noticia es que quedan más de tres semanas para negociar hasta el comienzo del próximo mes, por lo que el contenido de estas cartas podría variar sustancialmente.

Más allá del 9 de julio: qué cabe esperar de los aranceles a partir de ahora

El hecho de que, en la práctica, el periodo de negociación parezca haberse ampliado, es algo positivo. También lo es, como subrayan los estrategas, que entre los destinatarios de estas cartas no esté la Unión Europea (UE), sobre la que pende la amenaza de un arancel del 50%, lo que deja a la eurozona, de momento, fuera de los objetivos más inmediatos de Trump.

Lo que ya no es tan buena noticia es la presión que Estados Unidos está ejercicio sobre los países asiáticos en forma de misiva, en particular sobre Japón y Corea del Sur, a los que les ha mandado sendas cartas en las que les avisa de que el 1 de agosto les aplicará un arancel del 25% (el mismo que comunicó en abril en el caso de Corea del Sur y una décima superior al de entonces en el caso de Japón).

Pese a su disgusto, el Gobierno japonés se mantiene constructivo y ha dicho que seguirá negociando con Washington, lo que también deja abierta una ventana al optimismo.

"El nuevo calendario también refuerza la percepción de que Trump acabará siendo flexible", escribe Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg.

INCERTIDUMBRE E IMPACTO NEGATIVO

Con todo, de igual modo que se prolongan los plazos, se prolonga la incertidumbre. Schmieding dice que esta situación "probablemente está frenando decisiones de inversión tanto en EEUU como en sus socios comerciales". En la misma línea se pronuncia David Kohl, economista Jefe de Julius Baer, quien remarca que la amenaza de mayores aranceles sigue presente, "lo que supone un obstáculo para las intenciones de inversión en Estados Unidos".

Uno y otro coinciden también en el impacto que todo esto supone para los precios.

"Esperamos que la inflación de EEUU suba del 2,4% en mayo al 3,2% en el tercer trimestre y al 3,4% en el cuarto trimestre de 2025", anticipa el economista jefe de Berenberg. Kohl, por su parte, incide en la amenaza de estanflación en EEUU, con riesgos a la baja para el crecimiento y la demanda interna, y riesgos al alza para la inflación y los tipos de interés.

"La incertidumbre sobre la inflación más alta en EEUU volverá a aparecer, ya que los aumentos arancelarios anteriores aún no se han reflejado en los datos de inflación publicados y se harán evidentes con un desfase de entre tres y seis meses", explica David Kohl, y remarca que los nuevos aranceles intensifican ese riesgo de estanflación.

PERSPECTIVA EUROPEA

Según las últimas informaciones, la UE se está apresurando a cerrar un acuerdo con EEUU, posiblemente ya a finales de esta semana. Eso sí, las negociaciones parecen complicarse por desacuerdos internos dentro de la UE. Países con alta exposición al mercado estadounidense, como Alemania y la mayoría de países al norte y este de Alemania, prefieren una postura más flexible para cerrar un acuerdo rápido, mientras que Francia y otros países del sur de Europa abogan por una línea más dura, incluyendo amenazar con represalias significativas contra los nuevos aranceles estadounidenses.

La UE espera poder mantener la tarifa base de EEUU en el 10 % y suavizar el impacto de los aranceles sectoriales estadounidenses (actualmente del 25% en automóviles y piezas de automóviles, y del 50% en acero y aluminio) mediante exenciones para ciertos productos y/o contingentes arancelarios libres de impuestos o con aranceles bajos para muchas importaciones estadounidenses procedentes de la UE. A cambio, ofrecen concesiones arancelarias sobre importaciones europeas de bienes industriales de EEUU y compras adicionales de energía y productos de defensa durante un tiempo.

"Como resultado probable de las conversaciones, esperamos que EEUU consiga, en la práctica, mantener una tarifa base del 10% más algunos aranceles sectoriales y, aun así, arrancar ciertas concesiones de la UE a cambio de no imponer aranceles todavía más elevados y disruptivos. La represalia de la UE contra este proteccionismo estadounidense sería limitada, más simbólica que medidas de fondo", anticipa el economista jefe de Berenberg.

Holger Schmieding insiste además en algo que ya ha dicho en muchas ocasiones: que aunque Trump trate de presentar el resultado de las negociaciones como una victoria, las principales víctimas de su proteccionismo serán los consumidores estadounidenses.

IMPACTO ECONÓMICO EN EUROPA

Con un crecimiento del 0,6% trimestral en el primer trimestre, la eurozona tuvo un inicio de 2025 inesperadamente positivo. Más allá de algunas distorsiones contables en Irlanda, un repunte previo a los aranceles de las exportaciones europeas a EEUU del 26,6% trimestral en el primer trimestre (sobre todo de productos farmacéuticos irlandeses, pero no exclusivamente) impulsó el PIB en al menos 0,2 puntos porcentuales.

Berenberg avisa que es probable que estos efectos se reviertan durante el segundo y el tercer trimestre.

"Esperamos que en el tercer trimestre el PIB real de la eurozona apenas se sitúe un 0,4% por encima de su nivel de finales de 2024. Si las tensiones comerciales se reducen algo durante el verano, como prevemos, el impacto de los recientes recortes de tipos del BCE y el inicio del estímulo fiscal alemán podrían situar de nuevo a la eurozona en una senda de crecimiento significativo a partir del cuarto trimestre, con avances trimestrales del PIB real del 0,3% al 0,4%".

Como escenario de riesgo, Schmieding afirma que una posible escalada de tensiones comerciales durante el verano probablemente retrasaría la recuperación de la eurozona un trimestre, posponiendo el retorno a un crecimiento sólido hasta principios de 2026.


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